Aspectos Clave de la Vida de Jesús: Nazaret, Milagros y Parábolas

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La Vida de Jesús: Años Ocultos, Milagros y Parábolas

Todos sabemos qué hizo Jesús durante los tres años de su vida pública: cómo recorrió las ciudades y pueblos de Palestina predicando el Reino de Dios, curando enfermos, resucitando muertos y enseñando parábolas. Poco sabemos de lo que hizo en esta etapa de “vida oculta”.

La Vida Oculta en Nazaret

El evangelio de san Lucas proporciona dos pistas muy importantes. La primera, después de narrar la presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén a los pocos días de haber nacido. Dice que José, María y el niño "volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y allí el niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él" (Lc 2,39-40). Por lo tanto, claramente el evangelista nos informa que Jesús pasó los siguientes años de su vida en el pueblo de Nazaret, donde experimentó un desarrollo físico, intelectual y religioso, como cualquier niño de su edad.

La segunda, luego de contar que el niño Jesús se perdió a los 12 años en la ciudad de Jerusalén y fue hallado en el Templo. Dice que "regresó con ellos a Nazaret, y allí vivió, obedeciéndoles en todo. Y Jesús seguía creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres" (Lc 2,51-52). Si nos atenemos, pues, al evangelio, debemos concluir que Jesús no se movió de Nazaret durante todos esos años. "Allí vivió", dice Lucas. Y allí, en su círculo familiar, "obedeciendo a sus padres en todo", experimentó su madurez humana, intelectual y psicológica, de la misma manera que lo hacían los demás niños judíos de su tiempo.

El Lenguaje de los Milagros

El milagro tiene un lenguaje especial. Es el lenguaje privado de Dios. Solo Él puede emitir una palabra que vaya más allá de los límites que ha querido establecer en la naturaleza. Los milagros hablan del amor omnipotente del Eterno. Y Dios habla en Jesús con tantos milagros que, al cabo de los tres años, casi se acostumbraron a esa grandeza. Todos los milagros de Jesús son para el bien; nunca realiza ningún milagro para castigar o hacer caer fuego del cielo sobre los injustos o los malhechores.

Los que los observan ven el dedo de Dios que señala: "¡Mirad a mi Hijo!". Los beneficiados se regocijan. Los ciegos se llenan de alegría al ver; los paralíticos saltan de gozo; y los leprosos estrenan nueva convivencia al quedar limpios.

Milagros de Sanación y el Pecado

Es significativa la cantidad de milagros destinados a sanar enfermedades. El dolor es un efecto del pecado de origen. Cristo, al vencer el dolor, quiere demostrar que viene a vencer su causa, que es el pecado. No sanó todas las enfermedades, solo unas pocas, aunque fueran cientos.

Las Parábolas de Jesús

Jesús predicaba utilizando parábolas, es decir, ejemplos vivos e imágenes tomadas de la vida ordinaria. Les daba contenidos ricos y amplios. Son relatos, historias escuetas, claras y sencillas, cuya finalidad es transmitir una enseñanza del modo más comprensible y fácil de recordar. En todas destaca la pequeñez de los comienzos y el crecimiento progresivo de este Reino.

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