La Atmósfera Terrestre: Composición, Capas y el Impacto del CO2
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La Atmósfera Terrestre
La atmósfera es la capa de aire que rodea la Tierra y se compone principalmente de oxígeno, nitrógeno y otros gases. Estos gases incluyen partículas sólidas y líquidas en suspensión.
La atmósfera ha acompañado la evolución geológica terrestre. La gravedad mantiene la atmósfera unida a la Tierra, lo que permite la vida.
La atmósfera está formada por partículas sólidas, como cristales de sal y polen, en condensación. El vapor de agua presenta un porcentaje variable según las zonas, siendo diferente en desiertos y océanos.
El Efecto Invernadero y el CO2
El efecto invernadero es la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. El CO2 es uno de los gases más estudiados desde la Revolución Industrial. El aumento de CO2 está ligado a un consumo masivo de combustibles fósiles (petróleo y carbón).
Este aumento de CO2 en la Tierra se relaciona directamente con el calentamiento global.
Estructura Vertical de la Atmósfera
La atmósfera presenta una estructura vertical, dividida en capas. Cada capa tiene comportamientos diferentes.
Troposfera
La troposfera es la capa que contiene la mayor cantidad de oxígeno. Contiene entre el 70% y el 80% del aire. En esta capa se desarrollan los fenómenos meteorológicos.
La atmósfera tiene dos movimientos principales: en vertical, que produce alteraciones en la presión (altas y bajas presiones), y en horizontal, que produce los vientos.
Por cada 100 metros de altitud, la temperatura desciende aproximadamente 0,65ºC. En esta capa se encuentra prácticamente el 100% del vapor de agua, lo que produce precipitación y nubosidad.
Estratosfera
En la estratosfera, las áreas de menor altitud alcanzan temperaturas de hasta -50ºC, mientras que en las capas más elevadas pueden llegar a -2ºC. En consecuencia, esta capa experimenta un incremento paulatino de la temperatura. Este incremento se debe a la absorción de cierta radiación solar.
La capacidad de absorber la radiación solar se debe al ozono. El ozono absorbe ciertas longitudes de radiación, como los rayos ultravioleta (UVB y UVC), que son dañinos para el ser humano, pero permite el paso de los rayos solares UVA, que siguen siendo dañinos, aunque en menor intensidad.
En 1985 se detectó un agujero en la capa de ozono en los polos. Este agujero se debe a una reducción del espesor del ozono en el Ártico y la Antártida. La disminución de esta capa produce enfermedades en el ser humano, como melanomas, cánceres de piel y sarcomas.
La capa de ozono se sitúa aproximadamente a 25/26 km de la superficie terrestre.
Mesosfera y Termosfera
La mesosfera y la termosfera tienen menor incidencia en los fenómenos que afectan directamente a la vida en la Tierra.