El Auge y Caída de los Fugger: Financiando el Imperio Español
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El Crecimiento de la Deuda Española
A medida que el imperio español se extendía por el planeta, la deuda externa con los Fugger también aumentaba.
El principal problema fue que Carlos V se enfrentó a una gran cantidad de acontecimientos inesperados e inimaginables, como los levantamientos de comerciantes en Flandes, de comuneros en Castilla, de artesanos en Levante, la guerra contra los turcos en el Mediterráneo, la expansión en América, etc. Como es lógico, las guerras no eran baratas; tenían un gran coste, ya que implicaban movilizar ejércitos y pagar el armamento.
Los Fugger recibían unos intereses equivalentes al 40% de la cifra prestada.
La Crisis Financiera de Felipe II
Llegó un momento en que los ingresos de la corona no alcanzaban para pagar los intereses ni devolver el capital. Además, los ciudadanos de los Países Bajos se negaron a pagar impuestos (1557).
Felipe II llevaba apenas dos años de reinado cuando los consejeros de Hacienda le confesaron que la corona se había gastado por adelantado los ingresos de cinco años. Es decir, ni los impuestos al pueblo, ni las rentas del estado, ni las riquezas de las minas de oro y plata de cinco años eran suficientes para pagar las deudas con los banqueros alemanes, que ascendían a 2.625 millones de maravedís (unas 64.000 onzas de oro, equivalentes a unos 65 millones de euros actuales).
El Reino de España declaró la bancarrota, firmando un documento de puño y letra del rey con estas palabras: “suspensión de pagos de los asientos”.
Felipe II logró suspensiones de pagos ejemplares porque convenció a los banqueros de que aceptaran unos pagarés llamados juros reales, que serían las 'quitas' de hoy. En algunos casos, solo podían cobrar los intereses y se olvidaban del capital; en otros, les ofrecía pagar la deuda en plazos muy largos, de casi 20 años. Si los banqueros querían cobrar algo, tenían que aceptar los juros, ya que era eso o nada.
Si una suspensión de pagos es mala para un banquero, tres eran una pesadilla. Felipe II declaró la bancarrota del reino en dos ocasiones más: en 1575 y en 1597. Por eso los Fugger perdieron casi toda su fortuna, 4 millones de florines. Los banqueros de Carlos V acabaron arruinados con su hijo Felipe II. En el siglo XVII se extinguió la saga de las finanzas.
El Legado de los Fugger
A los Fugger se les recuerda como “los precursores del capitalismo moderno” porque en su historia experimentaron todo a gran escala: dinero, préstamos, intereses, productos financieros sofisticados, colaterales, quitas y ruina.