Auge y Declive de Atenas: De la Liga de Delos al Imperio de Alejandro Magno

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El Predominio de Atenas y la Liga de Delos

Tras las Guerras Médicas, y ante el persistente peligro persa, en el 477 a. C. se formó la Liga de Delos, una alianza de alrededor de 150 polis que aportaban recursos para financiar una flota común. Aunque su propósito inicial era la defensa mutua, Atenas utilizó esta alianza para consolidar su poder sobre Grecia. Esta época es conocida como el Siglo de Pericles (a partir del 454 a. C.). Pericles, un destacado funcionario ateniense, utilizó los fondos de la Liga para embellecer Atenas, fomentar las artes y fortalecer el gobierno democrático, empleando mano de obra esclava.

Las Guerras del Peloponeso: El Conflicto entre Atenas y Esparta

El creciente dominio de Atenas provocó la oposición de Esparta, lo que desencadenó la Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.). Durante el asedio espartano a Atenas, una epidemia de peste causó la muerte de Pericles y de una cuarta parte de la población. La pérdida de Pericles debilitó a Atenas, que sufrió varias derrotas y finalmente se rindió. Esparta impuso duras condiciones a Atenas: la reducción de su flota, la demolición de sus fortificaciones y la expulsión de los partidarios de la democracia.

El Imperio de Alejandro Magno

Ascenso de Macedonia y Conquistas de Filipo II

Filipo II, rey de Macedonia, creó un poderoso ejército permanente compuesto por caballería e infantería. En el 338 a. C., aprovechando la desunión de las polis griegas, las conquistó una por una, logrando dominar casi toda Grecia. Filipo II planeó la invasión del Imperio Persa, pero fue asesinado dos años después por uno de sus oficiales.

Alejandro Magno: Expansión y Legado

Alejandro Magno, hijo de Filipo II y educado por el filósofo griego Aristóteles, continuó el proyecto de su padre. Derrotó tres veces al rey persa Darío III, lo que le permitió ser nombrado emperador de Persia. Posteriormente, se dirigió a la India y venció al rey Poros. Tras estas victorias, Alejandro regresó a Macedonia y se instaló en Babilonia. Para unificar los diversos pueblos de su imperio, tomó varias medidas:

  • Promovió matrimonios entre oficiales macedonios y mujeres asiáticas.
  • Integró a jóvenes persas en el ejército.
  • Adoptó costumbres persas, como la postración ante el emperador.

Sin embargo, estas medidas chocaron con las costumbres griegas, provocando revueltas que Alejandro sofocó enviando a los rebeldes de vuelta a Macedonia.

Los Reinos Helenísticos

Alejandro Magno murió en el 323 a. C., posiblemente envenenado. La falta de un heredero claro (su hermano era considerado deficiente mental y su hijo estaba a punto de nacer) llevó a que sus generales, los Diádocos, se repartieran el imperio y lucharan entre sí por el poder. Durante estas luchas, la madre, el hijo y la esposa de Alejandro fueron asesinados. Finalmente, en el 280 a. C., el imperio se dividió en tres grandes estados, los reinos helenísticos:

  1. Macedonia (incluida Grecia).
  2. Egipto.
  3. Imperio Seléucida.

Los soberanos de estos reinos se consideraban dioses vivientes y ejercían un poder autoritario. Construyeron templos en su honor y contrataron funcionarios (griegos, macedonios y asiáticos que hablaban griego) para administrar sus dominios. Durante este período, la cultura griega se extendió por todo el Cercano Oriente, dando lugar a la *cultura helenística*.

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