El Auge de la Prensa Obrera en Inglaterra: Los Intimbrados y el Movimiento Social del Siglo XIX

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El Surgimiento de la Prensa Obrera en la Inglaterra del Siglo XIX

La prensa obrera emergió con fuerza a través del movimiento de los intimbrados. Estos periódicos, que no pagaban el impuesto de timbre, surgieron en Inglaterra en la década de 1830. Eran publicaciones de ideología radical, impulsadas por la clase trabajadora. Inglaterra fue el primer país donde la Revolución Industrial generó grandes masas de trabajadores, y sus reivindicaciones laborales se canalizaron eficazmente a través de la prensa. Esta servía como un potente medio de propaganda para los sindicatos y el incipiente movimiento obrero. La prensa obrera, al convertir a las masas de trabajadores en lectores, creó el primer mercado de prensa masivo.

Antecedentes: William Cobbett y la Lucha por la Libertad de Prensa

Antes de la aparición de los intimbrados, existió un importante antecedente: William Cobbett, considerado el maestro de este fenómeno. Cobbett, un burgués preocupado por la miseria de la clase trabajadora, editó el primer periódico que defendía sus intereses, aunque no era una publicación hecha por obreros. A principios del siglo XIX, su periódico, el Political Register, fue perseguido por el gobierno británico. Cobbett rechazó ofertas de compra del gobierno y luchó incansablemente para bajar los impuestos que gravaban la prensa.

Represión Gubernamental y el Silencio de la Prensa Obrera

La grave depresión económica de 1815-1819 desembocó en numerosas revueltas obreras. Ante esta situación, el gobierno inglés decidió aprobar leyes para acallar a la prensa que defendía los intereses de la clase trabajadora, conocidas como las "Leyes de la Mordaza". El efecto inmediato fue la desaparición de la prensa favorable a la clase obrera. Durante aproximadamente diez años, la prensa obrera enmudeció, y los trabajadores tuvieron grandes dificultades para publicar sus propios periódicos. Hubo que esperar hasta la década de 1830 para su resurgimiento.

El Contexto Social y Político de la Década de 1830

  • En 1824, el rey Jorge IV aprobó las Trade Unions (sindicatos), un paso crucial para la organización obrera.
  • El Cartismo, surgido en 1834, fue un movimiento que pedía la mejora de las condiciones laborales y una reforma política radical. Entre sus demandas clave se encontraban:
    • La eliminación del requisito de ser propietario para ser diputado, lo que impedía a los líderes sindicales acceder a la Cámara de los Comunes.
    • El sufragio universal masculino, es decir, el derecho al voto para toda la población masculina.

Los Intimbrados: Prensa Clandestina y Popular

En aquella época, la prensa legal en Inglaterra era extremadamente cara, costando unos 7 peniques por ejemplar. Esta prensa, elitista y de acceso limitado, contaba con 17 diarios, entre los que destacaba The Times, sumando entre todos unos 40.000 ejemplares. En contraste, la prensa obrera lograba tiradas mucho mayores gracias al apoyo masivo de los trabajadores. Para evadir el pago de los impuestos, surgieron cada vez más publicaciones clandestinas, entre ellas los intimbrados. A diferencia de la prensa burguesa, los editores de estos periódicos eran trabajadores, no burgueses, y contaban con sus propios vendedores y sus propias imprentas, creando una red de distribución alternativa.

Henry Hetherington y The Poor Man's Guardian

El representante más importante de los intimbrados fue Henry Hetherington. Su periódico más destacado fue The Poor Man's Guardian, aunque no fue el único que publicó. Hetherington es considerado el "padre de los intimbrados"; era impresor e hijo de un sastre. Sufrió una dura persecución: pasó años en la cárcel, fue castigado con multas y su imprenta fue destruida. A través de sus periódicos, Hetherington lanzó campañas en contra del trabajo infantil y fue un crítico acérrimo de la corrupción política burguesa.

El número 159 de The Poor Man's Guardian, publicado en 1834, es uno de los más célebres. En el grabado de su cabecera, aparecía el lema "El conocimiento es poder", incitando a los trabajadores a formarse. En ese momento, la prensa era el mejor método para adquirir conocimiento y una mínima formación. La prensa obrera, a diferencia de diarios como The Times de Londres, era de tirada semanal, ya que no disponía de la infraestructura adecuada para publicaciones diarias.

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