El Auge y la Transformación de Latinoamérica: Un Análisis del Periodo 1875-1929
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III PERÍODO (1875/80-1929): Crecimiento de América
Este período se caracteriza por el crecimiento de América, aunque la fragilidad de la convivencia política seguía siendo considerable. Socialmente, como resultado del aumento económico, se observa la aparición de una clase media, el fenómeno del obrerismo y una cierta radicalización de las ideas como consecuencia de la inmigración.
Desde el punto de vista humano, este período es importante porque asistimos al fenómeno de la emigración, propiciada por los propios países latinoamericanos. En un continente donde la población blanca era escasa, la presencia migratoria fue crucial para su evolución. Europa, a fines del siglo XIX, había experimentado sus revoluciones industriales, lo que generó un excedente de población que se dirigió hacia Hispanoamérica.
Se calcula que entre 1850 y 1914, más de 12 millones de personas emigraron a América Latina, principalmente de Italia, España y Portugal. Argentina, por ejemplo, recibió 2.5 millones de italianos, 2 millones de españoles, 0.5 millones de franceses, 200 mil alemanes y aproximadamente 150 mil sirios (árabes mediterráneos).
Esta inmigración se interrumpió con la Primera Guerra Mundial. Argentina, Uruguay y Brasil fueron los países que recibieron un mayor número de inmigrantes, debido a su ubicación costera atlántica y a su economía basada en la agricultura y la ganadería. Los inmigrantes buscaban el "sueño americano", pero la propiedad de la tierra estaba en manos de la oligarquía, lo que llevó a muchos a emigrar a las ciudades, generando una gran diferenciación entre el mundo rural y el mundo urbano.
Inversión Extranjera en Latinoamérica
Inglaterra fue el principal inversor en Latinoamérica. En 1913, las inversiones inglesas superaban los 800 millones de libras, de las cuales Argentina recibía más de 320 millones, convirtiéndose en una especie de colonia británica en América.
Francia fue el segundo mayor inversor, con 6.000 millones de francos oro en 1913. En tercer lugar se encontraba Alemania, en plena Revolución Industrial, con una inversión aproximada de 2.300 millones de marcos.