Auguste Rodin: El Escultor que Revolucionó el Arte del Siglo XIX
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Auguste Rodin puede ser considerado, sin lugar a dudas, como el mejor escultor del siglo XIX. Su obra supone una renovación total de la escultura y abre las puertas al siglo XX. Comenzó en el realismo para evolucionar luego hacia la representación de las pasiones humanas y de los sentimientos.
Se siente influenciado por maestros del pasado como Donatello y Miguel Ángel, al que admirará profundamente y cuya influencia en su obra será decisiva. También estudiará el barroco flamenco y el romanticismo de Carpeaux.
Características de la Obra de Rodin
Entre sus características destacan:
- El hombre como tema principal: Su obra se centra en el hombre y su verdad interior, la evolución de la conciencia humana, la lucha entre el espíritu y la materia. Para Rodin, el espíritu libera al hombre de las trabas de la materia. Evoluciona hacia el expresionismo, como se aprecia en Los burgueses de Calais, donde se reflejan los variados sentimientos del hombre frente a su destino.
- Importancia de la luz y la impresión: Luces fuertes, sombras enérgicas y zonas suavemente difuminadas transmiten esa impresión. Combina superficies lisas con otras rugosas y sin pulimentar. Admira la técnica del non finito de Miguel Ángel, valora lo inacabado y el fragmento.
- Importancia del movimiento: Sus modelos se movían por el estudio; él valoraba la multiplicidad de puntos de vista.
Obras Emblemáticas de Rodin
Su primer encargo público fue la realización de una puerta de bronce para el futuro Museo de Artes Decorativas, que no llegó a construirse. La puerta fue bautizada como La Puerta del Infierno, ya que reflejaba esa parte de la Divina Comedia de Dante. En ella trata de la condición humana, sus tormentos y sus aspiraciones. Las formas son arrastradas en un torbellino, hay abundantes escorzos y fuertes contrastes de luces y sombras. En esta puerta está también el germen de dos de sus obras más famosas: El Pensador, imagen del hombre meditando sobre su destino, y El Beso, o el olvido de la conciencia frente a la pasión. Trabajó en esta puerta durante toda su vida y fue exhibida ante el público en 1900. Se establecía así un paralelismo con la Puerta del Paraíso de Ghiberti.
En 1884, la ciudad de Calais le encarga el Monumento a los burgueses de Calais, para conmemorar el episodio en el que seis burgueses de la ciudad aceptaron sacrificar sus vidas para salvar la de sus conciudadanos. Rodin evoca su caminar hacia la muerte en una escena patética, magnífico ejemplo de la solidaridad humana.
Posteriormente realizará los monumentos a Víctor Hugo y a Balzac. Esta última, Monumento a Balzac, es considerada una de sus obras maestras, aunque también causó un verdadero escándalo en su tiempo. No es una fiel descripción anatómica; el artista se libera de la imitación para simbolizar la impetuosa potencia del genio.
En el año 1900, expone más de 150 obras en el Pabellón Alma con ocasión de la Exposición Universal y obtiene un gran éxito internacional, consagrándose como el mejor escultor de su época.