Auguste Rodin: El Pensador y la Revolución de la Escultura Moderna

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El Pensador de Rodin: Reflexión y Trascendencia

El Pensador, una de las esculturas más icónicas de Auguste Rodin, representa a un hombre en profunda reflexión. Inicialmente, la obra fue concebida para representar al poeta Dante, autor de la Divina Comedia, obra que narra el descenso a los infiernos. Por ello, Rodin esculpió la figura de un hombre inmerso en un pensamiento angustiado y trascendente, un hombre que medita sobre el trágico destino de la humanidad, abocada al infierno.

Realismo y Simbolismo en la Obra

A pesar del gran realismo que caracteriza a esta figura, como a muchas otras de Rodin, el artista no pretendió realizar un retrato fidedigno de Dante. La corpulencia de la figura se aleja de la imagen que se tenía del poeta.

El Pensador: Más Allá de La Puerta del Infierno

Fuera del contexto de La Puerta del Infierno, El Pensador es interpretado por algunos críticos como la imagen del hombre que realiza un acto interior para elevarse sobre la vida animal y acceder a la vida espiritual.

Rodin y la Renovación de la Escultura

Auguste Rodin no solo creó monumentos modernos para las ciudades del siglo XIX, sino que también se propuso devolver a la escultura la integridad estilística que, según él, había perdido tras la obra de Miguel Ángel, a la que siguieron tres siglos de decadencia. Rodin rompió con los cánones de la escultura clásica, aportando un nuevo giro a la concepción del monumento y la escultura pública. Concibió sus obras desde numerosos puntos de vista para explotar al máximo la expresividad del cuerpo humano. Por estos motivos, Rodin ha sido calificado en la historia del arte como «el primer moderno».

La Puerta del Infierno: Un Encargo Monumental

El Estado francés encargó a Rodin una "Puerta Monumental" destinada a ser el acceso principal al nuevo Museo de Artes Decorativas de París. Las condiciones del encargo estipulaban que la obra debía estar decorada con once bajorrelieves que representaran la Divina Comedia de Dante. El Pensador debía formar parte del conjunto de La Puerta del Infierno, junto con otras esculturas que también son consideradas obras maestras, como El Beso o Adán y Eva. La escultura se independizó como obra autónoma a partir de 1888. En 1903, sus dimensiones fueron ampliadas, alcanzando una gran monumentalidad con sus 1,80 metros de altura. Esto incrementó aún más su popularidad, lo que motivó la demanda de numerosas copias de la estatua, de diferentes tamaños, por todo el mundo. Actualmente, una de ellas se encuentra en el Museo Rodin de París.

Inspiración Italiana y Figuras Inacabadas

En 1875, el escultor viajó a Italia, donde conoció la obra de Donatello y Miguel Ángel, que le sirvieron de inspiración para una de sus obras más importantes: La Edad de Bronce. Cabe destacar que la presentación de figuras inacabadas relaciona al escultor con Miguel Ángel, quien había empleado este mismo procedimiento.

El Legado de Rodin en la Escultura Moderna

La influencia de Rodin en el desarrollo del arte moderno es inmensa. Su grandeza se refleja en las obras de artistas tan importantes como Aristide Maillol y Brancusi, entre muchos otros. En general, fue el precursor de una nueva forma de entender la escultura, que se extendería a lo largo del siglo XX. Rodin marcó una diferencia con la escultura académica de su época, abriendo nuevos caminos y convirtiéndose en uno de los precedentes de la escultura contemporánea.

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