El Augusto de Prima Porta: Un Icono del Poder Imperial Romano

La escultura del Augusto de Prima Porta es una de las obras más emblemáticas del arte romano, no solo por su belleza estética, sino por la profunda carga simbólica y propagandística que encierra. Representa al primer emperador romano, Augusto, en la cúspide de su poder, fusionando la idealización clásica con un mensaje político contundente.

Aspectos Generales

• Copia en mármol de una estatua original en bronce, que representaba a Augusto como general arengando a las tropas.
• Data aproximadamente del 20 d.C., en pleno apogeo del Imperio Romano.
• Se denomina "Prima Porta" porque fue encontrada en la villa de este nombre, cerca de Roma, durante una excavación. A esta villa se retiró Livia, esposa de Augusto, tras la muerte del emperador en el 14 d.C. Se cree que Livia mandó hacer esta copia en mármol a partir de la estatua original, que pudo haber sido de bronce u oro.

Aspectos Formales

• Material: Mármol policromado, del cual aún se conservan restos de pigmentos (dorado, púrpura, azul), lo que nos recuerda que las esculturas antiguas no eran blancas. El original se cree que era de bronce u oro.
• Tema: Augusto es representado como imperator (general victorioso) arengando a las tropas. Viste indumentaria militar: una túnica corta de general y una coraza ricamente decorada con relieves simbólicos.
  • La coraza es un elemento clave, ya que sus relieves narran y simbolizan la grandeza de Augusto y de Roma:
    • El cielo, personificado por Caelus, extendiendo su manto sobre la Tierra.
    • Las deidades Apolo y Diana, protectores de Augusto.
    • Roma y la loba Capitolina, símbolos fundacionales.
    • Marte, dios de la guerra, y las provincias conquistadas (Germania, Hispania, Galia), aludiendo a las victorias militares.
    • El momento central: el rey de los partos devuelve sumisamente las insignias del ejército romano, arrebatadas en Próximo Oriente, un evento de gran prestigio para Augusto.
  • A los pies de Augusto, un amorcillo (Cupido) cabalga sobre un delfín. Este detalle alude al origen divino de la familia Claudia (a la que pertenecía Augusto por adopción), ya que Venus (madre de Cupido) era la progenitora mítica de la gens Iulia, y el delfín es un atributo de Venus.
  • Augusto aparece descalzo, lo que es un atributo de divinidad o de héroes, reforzando su estatus casi divino. Sostiene una vara de mando, símbolo de su autoridad como imperator.
• Composición: Sigue el canon y la proporción clásica, inspirándose en modelos griegos como el Doríforo de Polícleto. Presenta un marcado contraposto, con el brazo derecho extendido en gesto de arenga y la pierna izquierda ligeramente flexionada hacia atrás. Esta postura crea un equilibrio dinámico que busca la belleza ideal clásica.
• Movimiento: Aunque se basa en modelos clásicos, la escultura de Prima Porta exhibe un mayor dinamismo que su fuente de inspiración, el Doríforo. Este efecto se logra forzando el movimiento de la pierna izquierda y acentuando el contraposto con la elevación del brazo. El detallado trabajo de los paños también contribuye a la sensación de fluidez y vida.
• Expresividad: El rostro de Augusto presenta un gesto idealizado y helenizante, con flequillo y ojos grandes, característico de la escultura griega clásica. A pesar de esta idealización, se percibe un sutil retrato psicológico que transmite la majestad y la autoridad del emperador. El cuerpo, por su parte, responde a un modelo de perfección física idealizada.
• Técnica: Se trata de una escultura exenta (de bulto redondo), con un magistral tratamiento de relieve en la coraza, que funciona casi como una narración visual independiente.

Función, Significado y Valoración Estética

• Con la llegada de Augusto al poder y el inicio del Imperio Romano, se estableció un nuevo criterio para la imagen oficial del emperador. Se abandonó el estilo realista del retrato republicano en favor de una plástica clasicista, de tradición griega. El Doríforo de Polícleto es un modelo evidente de inspiración, aunque el Augusto de Prima Porta incorpora importantes variantes para adaptarlo a su propósito imperial.
• Esta obra es considerada el mejor retrato de Augusto, creada en un momento crucial donde era imperativo difundir su imagen y propagar sus hazañas, fomentando el culto al emperador. El retrato no solo muestra la condición superior del gobernante como general y político, sino que lo eleva a un estatus casi divino.
• La sociedad romana, agradecida por la paz (Pax Romana), la riqueza y el prestigio que Augusto trajo a Roma, le rendía culto, y esta estatua servía como un poderoso instrumento de esa veneración y propaganda.
• La escultura logra una síntesis perfecta entre la serenidad clásica y la representación de un individuo concreto, fusionando el retrato militar con la divinización.
• Destaca el gran virtuosismo técnico, especialmente en la elaboración de la coraza y el tratamiento de los paños, que demuestran la maestría de los escultores romanos.