Ser Auténtico: Objetivos Personales y la Visión del Terapeuta

Clasificado en Psicología y Sociología

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Ser Auténtico: Objetivos Personales y la Visión del Terapeuta

"Ser la persona que uno realmente es, como ve un terapeuta los objetivos personales".

Pienso que expresa de manera adecuada las observaciones que he condensado en dos tesis muy importantes: una es mi confianza en el organismo humano, cuando este funciona libremente; la otra es la calidad existencial de una vida satisfactoria, tema del que se ocupan algunos de nuestros filósofos más, Lao Tsé dijo: "La manera de hacer es ser."

Las preguntas

¿Cuál es mi objetivo en la vida? ¿Para qué me estoy esforzando? ¿Cuál es mi propósito? Preguntas que todo individuo se plantea en un momento u otro de su vida, a veces con una actitud serena y meditativa, otras, sumido en la agonía de la incertidumbre o la desesperación. Son preguntas muy antiguas, que el hombre se ha planteado y respondido en cada siglo de la historia, pero también preguntas que cada individuo debe formularse.

Me gustaría compartir con el lector mi impresión acerca de lo que los seres humanos parecen esforzarse por alcanzar, cuando están en libertad de elegir.

Algunas respuestas

Las preguntas que he mencionado no son preguntas retóricas y que tanto antes como ahora ha habido discrepancias entre las respuestas.

*Cuando en el pasado los hombres se interrogaron acerca del propósito de la vida, algunos respondieron con las palabras del catecismo: "El objetivo principal del hombre es glorificar a Dios." Otros pensaron que se trataba de prepararse para la inmortalidad.

Hubo quienes se propusieron un fin mucho más terreno: disfrutar, liberar y satisfacer sus deseos sensuales. Otro grupo, que hoy tiene muchos representantes, opina que el propósito de la vida es obtener posesiones materiales, estatus, conocimientos o poder. No faltan quienes se dedican plena y devotamente a una causa externa, tal como el cristianismo o el comunismo.

*Menciono estas elecciones tan variables para señalar algunos de los diferentes objetivos por los que han vivido los hombres y sugerir que hay muchas metas posibles.

Estudio realizado, Charles Morris investigó objetivamente las orientaciones vitales que preferían los estudiantes de seis países diferentes: India, China, Japón, Estados Unidos, Canadá y Noruega. Como era de esperar, halló importantes diferencias entre los fines de estos grupos nacionales. Por medio de un análisis factorial de sus datos trató de determinar las dimensiones de valor implícitas que parecían determinar los miles de preferencias individuales. Sin profundizar en los detalles de su análisis, podríamos observar las cinco dimensiones que se pusieron de manifiesto y que combinadas de diversas maneras positivas y negativas parecen ser responsables de las elecciones individuales.

*La primera de estas dimensiones de valor implica la preferencia por una participación en la vida responsable, moral y autorrestringida, que aprecia y procura conservar lo que el hombre ha logrado.

*La segunda asigna gran importancia a la lucha por superar los obstáculos que se presentan. Implica una confiada aceptación del cambio, tanto en lo que respecta a la resolución de los problemas personales y sociales como a la superación de los obstáculos que presenta el mundo natural.

*La siguiente dimensión destaca el valor de una vida interior autosuficiente y de una rica autopercepción. El individuo renuncia al control sobre las personas y cosas, a favor de una comprensión profunda y simpática de sí mismo y de los demás.

*La cuarta dimensión atribuye especial valor a la receptividad hacia las personas y la naturaleza. La inspiración se considera como algo que procede de una fuente externa, ajena al sí mismo, la persona vive y se desarrolla respondiendo devotamente a esa fuente.

*La quinta y última dimensión destaca el placer sensitivo, el goce de uno mismo. Se valorizan los placeres más simples de la vida, el abandono a los requerimientos del mundo, la actitud libre y abierta, hacia la vida.

La importancia de este estudio reside en el hecho de que es uno de los primeros en que se midieron objetivamente las respuestas que diferentes culturas dan a la pregunta "¿Cuál es el propósito de la vida?" y de que, en consecuencia, nos permite aumentar nuestros conocimientos al respecto. También ha contribuido a definir algunas de las dimensiones básicas en función de las cuales se realiza la elección. Como dice Morris.

Otro criterio

A pesar de todo, este estudio no me satisface por completo. Ni las "maneras de vivir" que Morris presentó a los alumnos como posibles elecciones ni las dimensiones factoriales parecen incluir la meta vital que ha surgido de mi experiencia con mis clientes. Las personas que durante las horas de terapia luchan por encontrar un modo de vida para ellos mismos siguen un patrón de conducta general que no corresponde exactamente a ninguna de las descripciones de Morris.

La mejor manera en que puedo enunciar esta meta vital, tal como ella surge en mi relación con los clientes, es utilizando las palabras de Süren Kierkegaard: "ser la persona que uno es". Sé muy bien que esto puede parecer demasiado simple, incluso absurdo. La frase "ser lo que uno es" parece más un enunciado de hechos evidentes que la formulación de un objetivo. ¿Qué significa esta expresión? ¿Qué implica? Quiero dedicar las observaciones siguientes a estos temas. Comenzaré diciendo que parece significar e implicar algunas cosas extrañas.

LAS ORIENTACIONES QUE ADOPTAN LOS CLIENTES

*Tendencias que observo en el trabajo con mis clientes. En mi relación con estos individuos, mi meta ha sido crear un clima que les proporcione toda la seguridad, calidez y comprensión empática que me siento capaz de brindar auténticamente. No me ha parecido útil ni satisfactorio interferir en la experiencia del cliente con explicaciones diagnósticas, interpretaciones, sugerencias o consejos. Por consiguiente, las tendencias que observo parecen surgir del cliente mismo, y no de mí.

Dejan de utilizar las máscaras.

Al principio observo que el cliente, con dudas y temores, acusa una tendencia a alejarse de un sí mismo que él no es. En otras palabras, aun cuando ignore hacia dónde se dirige, procura alejarse de algo. Por supuesto, al hacer esto, comienza a definir lo que es, aunque en términos negativos.

En un comienzo, el cliente puede expresar esto simplemente como el miedo a manifestar que es. *Un joven de dieciocho años dice, en una de sus primeras entrevistas: "Sé que no soy tan violento".

No veo de qué le serviría saber lo que yo pienso de mí mismo para formarse su propia opinión sobre mí.

La expresión de este miedo forma parte del proceso de su transformación en lo que realmente es. En lugar de ser sólo una máscara, se está acercando a la posibilidad de ser él mismo, es decir, una persona atemorizada que se oculta tras una fachada, porque se considera demasiado espantosa como para mostrarse tal cual es.

Dejan de sentir los "debería"

Otra tendencia de este tipo se manifiesta en el hecho de que el cliente se aleja de la imagen compulsiva de lo que "debería ser". Algunos individuos han internalizado hasta tal punto el concepto inculcado por sus padres según el cual "debería ser bueno" o "debo ser bueno", que sólo por medio de una intensa lucha interior pueden abandonar esta meta.

Una mujer joven, al describir su relación insatisfactoria con su padre, Es como una exigencia sin fin". La cliente siente que ha sido como su madre, sumisa y complaciente, y ha tratado de satisfacer todas las exigencias de su padre. "Y realmente no quería ser ese tipo de persona. Pienso que no es bueno ser así, pero creo que sentía que así hay que ser si uno desea que los demás piensen en uno y lo amen.

Dejan de satisfacer expectativas impuestas

Otros clientes se alejan de las pautas de conducta que la cultura les impone. Como lo ha señalado enérgicamente Whyte en su libro, en nuestra cultura industrial actual, por ejemplo, existen intensas presiones que impulsan al individuo a adquirir las características que se espera hallar en el "hombre-organización". Las personas deben integrar un grupo, subordinar su individualidad a las necesidades de éste y convertirse en "hombres cabales capaces de manejar a hombres cabales".

Jacob concluyó recientemente un estudio sobre los valores de los estudiantes en los Estados Unidos, y resume sus hallazgos de la siguiente manera: "El principal efecto de la educación superior sobre los estudiantes consiste en lograr la aceptación, por parte de éstos, de un cuerpo de normas y actitudes características de los universitarios de ambos sexos en la comunidad norteamericana ... El objetivo de la experiencia universitaria es... socializar al individuo, refinar, pulir y modelar sus valores, de manera tal que pueda adaptarse cómodamente a la jerarquía del egresado de una universidad de Estados Unidos".

Frente a estas presiones que impulsan al conformismo, observo que, cuando los clientes se sienten en libertad de ser como quieren comienzan a desconfiar de la organización, universidad o cultura que tiende a modelarlos en una dirección determinada y cuestionar los valores que se pretende imponerles. Uno de mis clientes dijo con gran vehemencia: "Durante mucho tiempo traté de vivir de acuerdo con cosas que tienen significado para otra gente y que para mí en realidad no tenían ningún sentido. En algún nivel yo sentía mucho más que eso." Tal como ocurre con los demás, también él tiende a alejarse de lo que se espera que haga.

Dejan de esforzarse por agradar a los demás

Observo que muchos individuos que se han formado tratando de agradar a los demás, cuando se sienten libres, abandonan esa actitud. Un profesional, recordando parte del proceso que ha experimentado, y ya próximo al final de la terapia, escribe: "Por último, sentí que tenía que empezar a hacer lo que quería hacer y no lo que pensaba que debería hacer, independientemente de lo que los demás esperaran que hiciera. Esto significa una inversión total de mi vida. Siempre sentí que tenía que hacer cosas porque eso es lo que se esperaba de mí o bien, lo que es más importante, para gustar a la gente.

Se podría decir que en la libertad y seguridad de una relación comprensiva, los clientes definen su meta en términos negativos, al descubrir algunas de las direcciones en las que no desean moverse. *Desechan todo lo que hay de artificial en su vida o lo que les es impuesto o definido desde afuera. Advierten que ya no valoran esos propósitos o metas, a pesar de que hasta ese momento han vivido de acuerdo con ellos.

Comienzan a autorientarse

¿Qué implica, en términos positivos, la experiencia de estos clientes? Trataré de describir algunas de las direcciones que se observan en su movimiento.

*En primer término, el cliente comienza a avanzar hacia la autonomía; esto significa que elige paulatinamente las metas que él desea alcanzar. Se vuelve responsable de sí mismo; decide cuáles actividades y maneras de comportarse son significativas para él y cuáles no lo son.

*No deseo dar la idea de que mis clientes se mueven en esta dirección de manera alegre y confiada. (La libertad de ser uno mismo asusta por la responsabilidad que implica; el individuo se aproxima a ella con cautela y temor, al comienzo casi sin confianza alguna.)

*Tampoco quiero que el lector piense que el cliente siempre hace una elección correcta. Asumir la dirección de uno mismo de manera responsable significa que uno realiza su elección y luego aprende a partir de las consecuencias; ello representa para los clientes una experiencia apaciguadora pero excitante. Ej: "Me siento asustado, vulnerable y sin apoyo, pero también siento que en mí surge una especie de fuerza." Esta reacción se observa a menudo, cuando el cliente asume la dirección de su propia vida y de su conducta.

Comienzan a ser un proceso

La segunda observación resulta difícil de formular, porque no existen palabras adecuadas para hacerlo. Los clientes parecen convertirse cada vez más abiertamente en un proceso de constante cambio y adquieren mayor fluidez. No los perturba descubrir que varían día a día, que no siempre sienten lo mismo ante una experiencia o una persona determinada, que no siempre son consecuentes consigo mismos. Se hallan en un continuo cambio y parecen sentirse satisfechos por ello. *El esfuerzo por alcanzar conclusiones y estados definitivos disminuye.

*Un cliente dice: "No cabe duda de que las cosas están cambiando, puesto que ya no puedo predecir más su propia conducta. Antes podía hacerlo; ahora no sé qué voy a decir en el momento siguiente.

*El cliente comienza a percibirse a sí mismo como un proceso fluido en la hora de la terapia; luego verá que esta característica se manifiesta en toda su vida. * esto expresa perfectamente el movimiento que describen los clientes en la terapia: hacia un proceso de potencialidades nacientes y no hacia una meta fija.

Comienzan a ser toda la complejidad de su sí mismo.

La experiencia de estos clientes implica también convertirse en un proceso complejo y rico. ej: Uno de nuestros asesores, que ha recibido gran ayuda en su propia psicoterapia, conversó conmigo acerca de su relación con un cliente muy difícil y alterado. Observé que sólo quería referirse al cliente brevemente. Sobre todo deseaba tener presente la complejidad de sus propios sentimientos en la relación: su preocupación empática por el bienestar del cliente, la calidez que éste le inspiraba, su ocasional frustración y aburrimiento, cierto temor de que el cliente desarrollara una psicosis, su inquietud acerca de lo que los demás pensarían si el caso no terminaba bien.

Comprendía que si lograba ser todos sus sentimientos cambiantes y a veces contradictorios en la relación, de manera abierta y transparente, todo se resolvería de manera satisfactoria. *Si, por el contrario, sólo era una parte de sus sentimientos y adoptaba una fachada o una máscara defensiva, indudablemente la relación no sería buena.

*Este deseo de ser todo uno mismo en cada momento toda la riqueza y complejidad, sin elementos ocultos o temidos- es común a todos aquellos que se han mostrado capaces de gran movimiento en la psicoterapia. No es necesario agregar que se trata de una meta difícil de alcanzar, incluso imposible en sentido absoluto. No obstante, la tendencia que impulsa a los clientes a convertirse en toda la complejidad de su sí mismo cambiante en cada momento significativo es una de las más notables.

Comienzan a abrirse a la experiencia

"Ser la persona que uno realmente es" implica también otras características Es que* el individuo comienza a vivir en una relación franca, amistosa e íntima con su propia experiencia. Esto no ocurre con facilidad. *A menudo, en cuanto el cliente descubre una nueva faceta de sí mismo, la rechaza inmediatamente. Sólo cuando ese descubrimiento se lleva a cabo en un clima de aceptación, el individuo puede admitir provisionalmente, como una parte de sí mismo, los elementos hasta entonces negados. *Después de experimentar su propio aspecto infantil y dependiente, un cliente dice, impresionado: "¡Es una emoción que nunca he sentido claramente . que nunca he sido!" No puede tolerar la experiencia de sus sentimientos infantiles, pero poco a poco llega a aceptarlos, a asumirlos como una parte de sí mismo y logra aproximarse a ellos y vivir en ellos, cuando se manifiestan.

Otro joven, que padecía un serio problema de tartamudez, se permite el acceso a algunos de sus sentimientos ocultos, "Fue una pelea espantosa. Nunca me había dado cuenta. Me imagino que debía de ser demasiado doloroso llegar a esa altura. Es decir, sólo ahora estoy empezando a sentirlo.

¡Oh, el dolor espantoso... fue terrible hablar! Es decir, primero quería hablar y después ya no quería hacerlo.

Poco a poco los clientes aprenden que la vivencia es un recurso, que puede brindarles ayuda, y no un enemigo temible.

*Con frecuencia pienso que el cliente trata de escucharse a sí mismo y captar los mensajes y significados que le comunican sus propias reacciones fisiológicas. Ya no teme a lo que puede hallar. Sabe que sus propias reacciones y experiencias internas y los mensajes de sus sentidos y vísceras son amistosos, y desea aproximarse a sus fuentes de información más íntimas.

*Maslow, en su estudio acerca de lo que llama "gente que se autorrealiza", ha observado esa misma característica. Refiriéndose a estas personas dice: "Su facilidad de penetrar en la realidad, su aceptación y espontaneidad más propias de un animal o un niño suponen una conciencia superior de sus propios impulsos, deseos, opiniones y reacciones subjetivas en general".

Esta apertura hacia lo que ocurre en el interior de uno mismo se asocia con una actitud similar hacia las experiencias de la realidad externa.

Comienzan a aceptar a los demás

Esta apertura a la experiencia interna y externa se relaciona estrechamente con una análoga actitud de aceptación hacia las demás personas. A medida que el cliente adquiere la capacidad de aceptar su propia experiencia, también se halla en condiciones de aceptar la experiencia de otros. Valora y aprecia su experiencia y la ajena por lo que ésta es.

Comienzan a confiar en sí mismos.

Valoriza el proceso que él es y confía en sí mismo cada vez más. Observando a mis clientes he llegado a comprender mejor a las personas creativas. Confiar en su propia vivencia de la vida, en el proceso de sí mismo, en una medida suficiente como para poder seguir expresando sus percepciones singulares.*he conocido a muchas personas sencillas que se convirtieron en individuos creativos en su propio ámbito; esto sucedió cuando desarrollaron mayor confianza en los procesos que ocurrían en su interior y tuvieron el coraje de experimentar sus propios sentimientos, *vivir según sus valores internos y expresarse de maneras personales.

La orientación general

Al parecer, el individuo logra poco a poco ser el proceso que es realmente en su interior de manera consciente y aceptándolo.

*Deja de ser lo que no es; es decir, se despoja de sus máscaras. Ya no intenta ser más de lo que es, con los consiguientes sentimientos de inseguridad o defensa exagerada que ello supone. Tampoco trata de ser menos, puesto que esto acarrea sentimientos de culpa o autodesprecio.

*Presta atención a lo que ocurre en los niveles más profundos de su ser fisiológico y emocional y descubre que cada vez es mayor su deseo de ser el sí mismo que efectivamente es, y de realizarlo con mayor exactitud y profundidad. Ej:"¿Quiere decir que si yo fuera realmente lo que tengo ganas de ser todo estaría bien?" Su propia experiencia interior, al igual que la de muchos otros clientes, proporciona una respuesta afirmativa a este interrogante. Ser lo que uno realmente es; he aquí la orientación vital que el cliente más valora, cuando goza de libertad para moverse en cualquier dirección.

ALGUNOS ERRORES

1).-¿Esta orientación implica inmovilidad?

Algunos piensan que ser lo que uno es significa permanecer estático. Creen que un propósito o valor como el enunciado es sinónimo de fijeza o inmovilidad. Nada podría estar más lejos de la verdad.* Ser lo que uno es significa ingresar de lleno en un proceso.

*Cuando uno desea ser lo que realmente es, el cambio se ve estimulado, incluso alcanza sus máximas posibilidades. Por cierto, la persona que acude a la terapia, por lo general, niega sus sentimientos y reacciones. A menudo se ha esforzado durante años por cambiar, pero se encuentra fijado en estas conductas que lo perturban.

*Las perspectivas de cambio surgen sólo cuando puede ser él mismo, ser aquello que hasta entonces había negado en sí mismo.

2).-¿Implica ser malvado?

Una reacción aun más común consiste en pensar que ser lo que uno realmente es significa ser malo, perverso, incontrolado, destructivo y que sería como dejar libre a un monstruo. Conozco muy bien este temor, puesto que lo encuentro en casi todos los clientes: "SI dejo salir mis sentimientos contenidos, y si por alguna casualidad llego a vivir en esos sentimientos, ocurriría una catástrofe." Casi todos los cliente- que se acercan a la vivencia de sus aspectos desconocidos exhiben esta actitud, sea expresándole verbalmente o no. Su experiencia durante el desarrollo de la terapia contradice esos temores. El cliente descubre que puede ser su enojo, cuando ésta es su reacción verdadera, y que un enojo que se acepta y se manifiesta sin temor no resulta destructivo. Advierte que puede ser su miedo, y serlo de manera consciente no implica daño alguno; que puede tenerse lástima, y que eso no es "malo". Puede sentir y ser sus sentimientos sexuales, "haraganes" u hostiles sin que el mundo se derrumbe. La razón de ello reside en que cuanto más capaz es de permitir que estos sentimientos fluyan y formen parte de él, tanto más apropiado será el lugar que éstos ocupen en la armonía total de sus sentimientos. Descubre que tiene otros sentimientos con los que éstos se mezclan y equilibran. Se siente amoroso, tierno, considerado y cooperativo, así como también hostil, libidinoso o enojado. Experimenta interés, gusto y curiosidad, pero también desgano o apatía. Se siente valiente y audaz, pero también temeroso. (Cuando vive con sus sentimientos, aceptando su complejidad, éstos funcionan en una armonía constructiva y no lo arrastran de manera incontrolable hacia el mal camino.)

IMPLICACIONES SOCIALES

Me ocuparé ahora de las implicaciones sociales del modo de vida que he intentado describir. Lo he presentado como una orientación Plena de significado para muchos individuos. ¿Tiene, o bien podría tener, algún sentido o significación para grupos u organizaciones? ¿Esta orientación podría ser adoptada exitosamente por un sindicato, un grupo religioso, una empresa industrial, una universidad o una nación? Pienso que ello es factible. Observemos, por ej, el comportamiento de nuestro propio país, los Estados Unidos, en sus relaciones exteriores. Si revisamos las afirmaciones de nuestros líderes de los últimos años y leemos sus documentos, descubriremos que, por lo general, nuestra diplomacia se basa en propósitos morales elevados, que siempre concuerda con la política seguida anteriormente, que no tiene intereses egoístas y que jamás ha errado sus juicios o decisione

*Si oyéramos a un individuo hablar en estos términos advertiríamos inmediatamente que se trata de una máscara y que esas afirmaciones de ninguna manera pueden representar el proceso real que en él se desarrolla.

*Reflexionemos un instante acerca de cómo podríamos presentarnos en la diplomacia si, como nación, manifestáramos abiertamente y aceptáramos lo que realmente somos.

*No sé con precisión qué somos, pero sospecho que si intentáramos expresarnos tal como somos, nuestro mensaje a los países extranjeros debería plantearse más o menos en estos términos:

Como nación estamos advirtiendo lentamente nuestra inmensa fuerza, así como también el poder y la responsabilidad que ella supone.

Tenemos sentimientos complejos y contradictorios acerca de la libertad, la independencia y la autodeterminación de individuos y países; favorecemos su desarrollo y estamos orgullosos del apoyo que les hemos prestado en el pasado. No obstante, a menudo nos asusta el significado que estas posibilidades pueden tener.

*Tendemos a valorar y respetar la dignidad y el valor de cada individuo, pero cuando sentimos miedo olvidamos esta tendencia.

Supongamos que éste es nuestro planteo, abierto y franco, en el campo de las relaciones exteriores. Estaríamos tratando de ser la nación que realmente somos, en toda nuestra complejidad y aun en nuestras contradicciones. ¿Cuáles serían los resultados? Creo que serían similares a las experiencias del cliente capaz de ser quien es.

Resultados probables:

*Nos sentiríamos mucho más cómodos, porque no tendríamos nada que ocultar.

*Podríamos enfocar el problema inmediato y no agotar nuestras energías en demostrar nuestra moral o nuestra coherencia.

*Seríamos capaces de emplear toda nuestra imaginación creativa para resolver el problema en cuestión y no para defendemos.

*Podríamos manifestar abiertamente tanto nuestros intereses egoístas como nuestra preocupación simpática por los demás, y dejar que estos deseos contradictorios encuentren el equilibrio que nos resulte aceptable como pueblo.

*Podríamos cambiar libremente y desarrollar nuestra posición de liderazgo, puesto que no estaríamos limitados por conceptos rígidos acerca de lo que hemos sido o deberíamos ser.

*Descubriríamos que inspiramos mucho menos temor, porque los demás no se sentirían inclinados a sospechar que ocultamos algo tras una máscara.

*Nuestra propia apertura induciría a los demás a adoptar una actitud similar.

*Tenderíamos a desarrollar soluciones para los problemas mundiales sobre la base de las verdaderas cuestiones planteadas, y no en función de las máscaras que adoptan las partes en conflicto.

*Lo que intento sugerir con este ej: hipotético es que las naciones y organizaciones, así como los individuos, podrían descubrir que ser lo que uno es realmente resulta una experiencia muy gratificante. Pienso que este punto de vista contiene el germen de un enfoque filosófico de la vida, y que es algo más que una tendencia observada en la experiencia de los clientes.

Resumen

Este capítulo comenzó con la pregunta que todo individuo se plantea: ¿Cuál es la meta, el propósito de mi vida? He tratado de decirles lo que he aprendido de mis clientes, quienes, en el transcurso de la relación terapéutica, en la que se sienten libres de amenazas y dueños de su elección, exponen orientaciones y metas que presentan ciertos elementos fundamentales.

- He señalado que poco a poco tienden a abandonar la actitud de ocultar su verdadero sí mismo y a comportarse de acuerdo con las expectativas ajenas.

- En su movimiento característico, él cliente se permite ser libremente el proceso cambiante y fluido que él es.

-Se aproxima hacia una apertura confiada a lo que sucede en su interior; aprende a escucharse.

*Esto significa que se convierte en una armonía de sensaciones y reacciones complejas y abandona la claridad y simplicidad de la rigidez.

-Al aumentar la aceptación de su ser como tal, comienza a aceptar a los demás de la misma manera atenta y comprensiva.

-Confía en su complejos procesos internos ,Y los valoriza a medida que se abren hacia la expresión. Es realista en sentido creativo y creativo en sentido realista. Descubre que ser este proceso en sí mismo significa llevar al máximo sus propias posibilidades de cambio y desarrollo. En cada momento descubre que ser su verdadero sí mismo en este sentido fluido no es sinónimo de maldad ni de falta absoluta de control; en cambio, se siente orgulloso de ser un hombre sensible, abierto, realista y orientado hacia su propio interior, que se adapta con valor e imaginación a las complejidades de una situación cambiante. Su experiencia lo lleva a lograr, en su conciencia y expresión, la armonía y congruencia con todas sus reacciones orgánicas. Para decirlo con las palabras, más bellas, de Kierkegaard, significa "ser la persona que uno realmente es". Espero haber dejado en claro que se trata de un paso que no resulta fácil dar y que el movimiento en esta dirección casi nunca se completa. Es un modo de vida constante.

Al intentar explorar los límites de este concepto, he sugerido que esta orientación no se limita necesariamente a los clientes que realizan la experiencia de la psicoterapia ni a los individuos que buscan una meta en la vida. Podría aplicarse también y con el mismo sentido a grupos, organizaciones o países, y en todos los casos, se obtendría el mismo tipo de gratificaciones.

Admito que el modo de vida que acabo de esbozar es una elección de valor que indudablemente discrepa con los objetivos de conducta que generalmente se eligen o persiguen. No obstante, puesto que este concepto surge de individuos cuya libertad de elección es mayor que la habitual y parece expresar una tendencia uniforme en todos ellos.

COMO VE EL TERAPEUTA UNA VIDA PLENA: LA PERSONA QUE FUNCIONA INTEGRALMENTE

No obstante, puesto que ya no estoy tan seguro de ello como antes, deseo aclarar que mi experiencia terapéutica se ha desarrollado según los métodos que a mi juicio resultan más efectivos. Me refiero a la psicoterapia "centrada en el cliente".

Si la terapia fuera inmejorable, intensiva y totalizadora, ello significaría que el terapeuta ha sido capaz de iniciar una relación subjetiva e intensamente personal con su cliente y que se ha relacionado con él, no como un científico con su objeto de estudio, ni como un médico que espera diagnosticar y curar, sino como una persona con otra persona.

* Esto implica que el terapeuta considera a su cliente como una persona de valor propio e incondicional, cualesquiera que sean su condición, su conducta o sus sentimientos; significa que el terapeuta se comporta de manera auténtica y enfrenta al cliente con los sentimientos que vivencia orgánicamente, sin escudarse detrás de ninguna máscara defensiva. En ese caso, el terapeuta es capaz de permitirse comprender a su cliente, sin que barreras internas le impidan sentir de la misma manera que éste en cada momento de la relación, y puede transmitirle parte de su comprensión empática. Asimismo puede sentirse cómodo al iniciar una relación de este tipo, sin saber en términos cognoscitivos hacia dónde lo llevará pero sintiéndose satisfecho de crear un clima en que el cliente pueda disfrutar de toda la libertad necesaria para llegar a ser él mismo.

*Para él cliente, esta terapia óptima representa una posibilidad de indagarse y descubrir en sí mismo sentimientos extraños, desconocidos y peligrosos. Esta exploración sólo es posible si advierte que se lo acepta incondicionalmente. De esta manera el individuo se familiariza con los aspectos de su experiencia que en el pasado había excluido de su conciencia, por sentirlos demasiado amenazadores o perjudiciales para la estructura del sí mismo; descubre que puede vivenciarlos plenamente en la relación y ser, en cada momento, su miedo, su enojo, su ternura o su fuerza. A medida que vive estos sentimientos tan diversos en todos sus grados de intensidad ' advierte que se ha experimentado a si mismo y que él es todos esos sentimientos.

*Comprueba también que su conducta cambia en sentido constructivo, de acuerdo con su sí mismo recientemente experimentado. Por último, el individuo comprende que ya no debe temer a la experiencia sino aceptarla como parte de su sí mismo cambiante y en desarrollo.

Este es un breve bosquejo de los logros de la psicoterapia centrada en el cliente, cuando su funcionamiento es óptimo.

Una observación negativa
Mis esfuerzos por vivir de manera comprensiva las experiencias de los clientes me han llevado a extraer la siguiente conclusión negativa acerca de la vida plena: pienso que ésta no es un estado de inmovilidad. Según creo, tampoco es un estado de virtud, ni de resignación, éxtasis o felicidad, ni una condición en la que el individuo se encuentra adaptado, logrado o realizado. En términos psicológicos, no se trata de un estado de reducción de pulsiones ni tensiones ni implica tampoco la homeostasis.
Pienso q, tal como han sido empleados, todos estos términos sugieren q con sólo alcanzar uno o varios de estos estados, se habrá logrado el objetivo de la vida. Sin duda alguna, para muchas personas la felicidad o la adaptación son sinónimos de una vida plena, y los sociólogos a menudo se han referido a la reducción de la tensión o a la consecución de la homeostasis o el equilibrio como si estos estados constituyeran la meta del proceso de vivir.
*Mi experiencia no convalida ninguno de estos puntos de vista, lo cual me causa cierta sorpresa y preocupación. Las descripciones anteriores suponen estados de fijeza e inmovilidad y no incluyen la experiencia de los individuos que se manifestaron en considerable momento durante la relación terapéutica y q, en los años subsiguientes,parecen haber logrado verdaderos progresos en su camino hacia una vida plena. Pienso q estas personas se considerarían insultadas si se las calificara de "adaptadas" y desmentirían cualquier descripción que las representara como "felices", "resignadas" o aun "realizadas". De acuerdo con lo q sé sobre ellos, me parece erróneo afirmar q todas sus tensiones han disminuido o que se encuentran en un estado de homeostasis.
Por consiguiente, me veo en la obligación de preguntarme si existe alguna posibilidad de generalizar su situación, o bien alguna definición de la vida plena q corresponda a los hechos tal como los he observado. Esto no es fácil y las afirmaciones que siguen son sólo provisionales.

Una observación positiva
*Los hechos q he observado en relación con estas personas, podría formular la siguiente descripción:
1).-La vida plena es un proceso, no una situación estática.
2).-Es una orientación, no un destino.
3).-La orientación que constituye una vida plena es elegida por el organismo en su totalidad siempre q disfrute de una libertad psicológica q le permita moverse en cualquier dirección.
4).-Esta orientación, seleccionada organísmicamente, parece tener ciertas cualidades generales discernibles, comunes a una amplia gama de individuos únicos.
Puedo integrar estas afirmaciones en una definición que al menos sirva como base para el análisis:
Desde el punto de vista de mi experiencia, una vida plena es el proceso
de movimiento en una dirección que el organismo humano elige cuando interiormente es libre de moverse en cualquier sentido
; las cualidades generales de la orientación elegida parecen tener cierta universalidad.

CARACTERISTICAS DEL PROCESO


Una mayor apertura a la experiencia

En primer término, este proceso parece implicar una creciente apertura a la
experiencia.
Esta frase ha cobrado para mí cada vez mayor significación, ya que he expresado q se trata del polo opuesto a la defensa. En otras ocasiones he descripto la defensa como la respuesta del organismo a experiencias que se perciben o anticipan como amenazadoras, incoherentes con la imagen q el individuo tiene de sí mismo o de su relación con el mundo.
*
Durante un tiempo, el individuo logra q estas experiencias amenazadoras resulten inofensivas distorsionándolas o impidiendo su ingreso en la conciencia. En realidad es muy difícil ver con exactitud las propias experiencias,sentimientos y reacciones que discrepan significativamente con la imagen que uno tiene de sí mismo.
*En lo q respecta al cliente, gran parte del proceso de la terapia consiste en descubrir constantemente q está experimentando sentimientos y actitudes q hasta entonces no había sido capaz de advertir y "poseer" como una parte de sí mismo.
*Si una persona pudiera abrirse por completo a su experiencia, todos los estímulos endógenos o exógenos se difundirían libremente a través del sistema nervioso sin sufrir las distorsiones impuestas por los mecanismos de defensa, y no sería necesario el mecanismo de "subcepción", por el cual el organismo es alentado acerca de las experiencias amenazadoras para el sí mismo.
*Por el contrario, la persona "vivirá" el estímulo, que sería totalmente accesible a la conciencia, trátese del impacto de una configuración de forma, color o sonido ambiental sobre los nervios sensitivos, una huella mnémica del pasado o una sensación visceral de miedo, placer o repugnancia.
*Por consiguiente, un aspecto de este proceso que denomino "vida plena" parece ser un movimiento que se aleja del polo de las actitudes defensivas para acercarse al de la apertura a la experiencia.
* El individuo adquiere mayor capacidad de escucharse a sí mismo y experimentar lo q ocurre en su interior; se abre a sus sentimientos de miedo, desánimo y dolor, así como a los de coraje, ternura y pánico. *Puede percibir sus sentimientos y vivirlos subjetivamente, tal como existen en él. Es más capaz de vivir de manera plena las experiencias de su organismo sin verse obligado a impedirles el acceso a la conciencia.


Tendencia al vivir existencial

A mi juicio, una segunda característica del proceso de una vida plena consiste en una mayor tendencia a vivir íntegramente cada momento. Pienso que todo momento es nuevo para la persona que se abre a su nueva
experiencia de manera plena y sin defensa alguna. Nunca antes habrá existido laconfiguración compleja de estímulos internos y externos que existe en este momento.
*Por consiguiente, esta persona deberá ,reconocer que "lo que yo sea y haga en el momento siguiente dependerá de ese momento, y ni yo ni los demás podemos predecirlo de antemano". Con frecuencia vemos que los clientes expresan este tipo de sentimientos.
Una manera de expresar la fluidez de este vivir existencias es decir que (el sí mismo y la personalidad emergen de la experiencia, que ahora ,no debe ser distorsionada o moldeada para ajustarse a determinada es preconcebida del sí mismo). *Esto significa q el individuo se convierte a la vez en observador y partícipe del proceso de la experiencia organísmica, y no se ve obligado a ejercer control sobre él.
*Este vivir en el momento no implica una ausencia de rigidez, de organización estricta y de imposición de la estructura sobre la experiencia. *Significa, en cambio, un máximo de adaptabilidad, un descubrimiento de la estructura en la experiencia, una organización fluida y cambiante del sí mismo y de la personalidad.
*Pienso que esta tendencia al vivir existencias se observa con mucha claridad en las personas que se han embarcado en el proceso de la vida Plena; hasta se podría decir que ésta es su característica esencial.
*Esta tendencia implica descubrir la estructura de la experiencia en el proceso de vivirla. Por otra parte, la mayoría de nosotros incorporamos a nuestra experiencia una estructura y evaluación preconcebidas que nunca abandonamos
por completo, y mediante las cuales distorsionamos y simplificamos la
experiencia, cuya fluidez dificulta su introducción en nuestros casilleros,
cuidadosamente preparados para alojarlo
.
*Una de las cualidades principales de los clientes que veo aproximarse a la vida plena y madura consiste en q abren su espíritu a lo q está sucediendo ahora y descubren la estructura de ese proceso, cualquiera q sea su naturaleza.


Mayor confianza en el organismo

Otra característica que debemos señalar es que la persona que vive el proceso de una vida plena experimenta mayor confianza en su organismo como medio para alcanzar la conducta más satisfactoria en cada situación existencias.
Al elegir el rumbo que adoptarán en una situación determinada, muchas personas se apoyan en ciertos principios por los que se guían, en el sistema comunicativo de algúngrupo o institución, en el juicio de los otros (desde esposa y amigos o en su propia conducta en una situación similar del pasado. *Sin embargo, cuando observo a los clientes cuyas experiencias tanto me han enseñado, descubro q esos individuos son capaces de confiar en sus reacciones organísmicas en una situación nueva, porq han descubierto que si se abren a su experiencia, la orientación más útil y digna de confianza consiste en hacer lo q les "parece bien", pues de esa manera
hallarán una conducta realmente satisfactoria.
*He aquí la línea de pensamiento que sigo siempre que trato de comprender las razones de esta actitud. La persona totalmente abierta a su experiencia tiene acceso a todos los
datos relacionados con una situación, sobre la base de los cuales podría elegir su
conducta:
las exigencias sociales, sus propias necesidades complejas y tal vez contradictorias, sus recuerdos de situaciones similares, su percepción de la unicidad de la situación actual, etc. Por cierto, los datos son, por lo general, muy complejos, pero el individuo puede permitir que todo su organismo, junto con su conciencia, considere cada estímulo, necesidad y exigencia, evalúe su intensidad e importancia relativas y descubra, luego de sopesar los distintos factores, el rumbo q mejor puede
satisfacer sus necesidades en esa situación particular.

*La persona que vive una vida plena su organismo le merece absoluta confianza, puesto q utiliza todos los datos disponibles y de esa manera el conjunto resulta más adecuado. Por eso mismo su conducta se aproxima en
una medida considerable a la satisfacción de todas sus necesidades: de estímulo, de relación con los demás y otras similares.
*A medida que pueden abrirse más a todas sus experiencias, descubren q
pueden confiar en sus reacciones. Si "tienen ganas" de mostrar su enojo, lo hacen y comprueban q esto les produce satisfacción, puesto q al mismo tiempo perciben todos sus deseos de afecto, asociación y relación.
Se asombran de su propia capacidad intuitiva para resolver -en función de conducta- las relaciones humanas complejas e inquietantes, sólo más tarde comprenden q sus reacciones internas han sido sorprendentemente eficaces para lograr una conducta exitosa.

Tendencia a un funcionamiento pleno
Me gustaría integrar estos tres elementos de la descripción de la vida plena para estructurar una imagen más coherente.
*Al parecer, la persona que goza de libertad psicológica tiende a convertirse en un individuo que funciona más plenamente; puede
vivir en y con todos y cada uno de sus sentimientos y reacciones; emplea todos sus recursos orgánicos para captar la situación existencias externa e interna, con toda la precisión de q es capaz; utiliza de manera consciente toda la información q su sistema nervioso puede suministrarle, pero sabe q su organismo puede ser más sabio q su apercepción, y a menudo lo es; permite q todo su organismo funcione libremente y con toda su complejidad al seleccionar, entre múltiples posibilidades, la conducta que en este momento resultará más satisfactoria; puede confiar en este funcionamiento de su organismo, no porq sea infalible, sino porq, por el contrario, se encuentra dispuesto a aceptar las consecuencias de cada uno de sus actos y a corregirlos si éstos demuestran no ser satisfactorios.
Este individuo puede experimentar todos sus sentimientos y éstos le inspiran menos temor; selecciona sus propias pruebas y está más abierto a las q proceden de cualquier otra fuente; se dedica de lleno a ser y convertirse en sí mismo y así descubre que es un ser auténticamente social, dotado de un sentido realista; vive por completo en el momento, pero aprende q ésta es la mejor manera de vivir en cualquier ocasión. Se convierte en un organismo q funciona de modo más integral y, gracias a la conciencia de sí mismo q fluye libremente en su experiencia, se transforma en una persona de funcionamiento más pleno.


ALGUNAS IMPLICACIONES


Libertad y determinismo. Una nueva perspectiva.
La primera de estas implicaciones puede no resultar evidente a primera vista. Se relaciona con la antigua polémica acerca del "libre albedrío", que ahora veo bajo una nueva luz.
Durante cierto tiempo he permanecido perplejo ante lo q en psicoterapia se plantea como la paradoja entre libertad y determinismo. Las experiencias subjetivas en las q el cliente siente dentro de sí el poder de elegir son algunas de las más compulsivas de la
relación terapéutica
.
*Es libre de convertirse en sí mismo u ocultarse tras un disfraz, de
progresar o regresar, de comportarse de maneras destructivas para él y los demás o bien de maneras q aumenten su valor; en fin, es libre de vivir o morir, tanto en el sentido fisiológico como psicológico de estos términos.

No obstante, en cuanto nos internamos en este campo de la psicoterapia con métodos objetivos de investigación, quedamos sometidos a un determinismo absoluto, como cualquier otro científico. Desde este puntode vista, cada pensamiento, sentimiento y acto del cliente está determinado por su
pasado, y no 'puede haber nada parecido a la libertad
. El dilema q intento describir no difiere del q se manifiesta en otros campos; simplemente está enfocado con mayor precisión y parece más insoluble.
Sin embargo, si consideramos la cuestión en términos de mi definición de la persona q funciona de manera integral, podremos analizarla desde una nueva perspectiva.
Podríamos decir que en el momento óptimo de la terapia, la persona experimenta la libertad más completa y absoluta. Decide seguir el curso de acción que representa al vector más económico en relación con todos los estímulos internos y externos, porque ésa es la conducta más satisfactoria. Pero desde otro punto de vista igualmente valedero,
podríamos decir q este mismo curso de acción está determinado por todos los factores de la situación existencial. Comparemos ahora esto con la imagen de una persona q posee defensas organizadas: este individuo elige seguir un curso de acción, pero descubre q no puede comportarse tal como lo había decidido; está predeterminado por los factores de la situación existencias, q incluyen sus actitudes defensivas y su negación o distorsión de algunos datos importantes. Por consiguiente, no cabe duda de q su conducta no será satisfactoria; su comportamiento está determinado, pero él no es libre de realizar una elección efectiva. Por otra parte, la persona que funciona de modo integral no sólo experimenta sino que también hace uso de la más absoluta libertad cuando elige de manera espontánea y voluntaria aquello que, por otra parte, también está absolutamente determinado.
No soy tan ingenuo como para suponer que esto resuelve de manera definitiva la oposición entre lo subjetivo y lo objetivo, entre libertad y necesidad. A pesar de ello, pienso q cuanto más plena sea la vida de una persona, tanto mayor libertad de elegir experimentará Y tanto más coincidirá su conducta con sus intenciones.

Le creatividad como elemento de la vida plena
La persona q se embarca en el proceso direccional q he denominado "vida plena" es una persona creativa. Su apertura sensible al mundo y su confianza en su propia capacidad de entablar relaciones nuevas en su medio la convierten en el tipo de persona de quien surgen productos creativos y cuya manera de vivir es igualmente original. No está necesariamente "adaptada" a su cultura, y con toda seguridad no es un
conformista.
Pero en cualquier momento y en cualquier cultura, lleva una vida
constructiva, en la medida en que una satisfacción adecuada de sus necesidades le permita armonizar con el medio. En algunas situaciones culturales, tal vez este individuo puede sentirse desgraciado en ciertos aspectos, pero, sin duda, seguirá avanzando hasta ser él mismo y comportarse de una manera q le permita satisfacer por completo sus necesidades más profundas.
Pienso que cualquier estudioso de la evolución reconocería en esa persona las mayores posibilidades de adaptarse y sobrevivir en condiciones ambientales cambiantes. Se trata de un individuo 'capaz de ajustarse creativa y sólidamente a las situaciones nuevas o viejas.

Confiabilidad básica de la naturaleza humana
Es evidente q otra implicación del enfoque q he presentado es q la naturaleza del ser humano es constructiva y digna de confianza, cuando funciona libremente. Esta es para mí una conclusión ineludible, q surge de una experiencia de un cuarto de siglo con la psicoterapia. Cuando logramos liberar al individuo de sus actitudes defensivas y lo ayudamos a abrirse a la amplia gama de sus propias necesidades, así como también a las diversas necesidades ambientales y sociales, podemos confiar en q sus reacciones
serán positivas, progresistas y constructivas. No es necesario preguntarse quién lo socializó, ya que una de sus necesidades más profundas es precisamente la de asociarse y comunicarse con los demás. A medida q se convierta en sí mismo, su socialización adquirirá visos más realistas. Tampoco es necesario preguntarse quién controlará sus impulsos agresivos; en cuanto se abra a todos ellos, su necesidad de sentirse apreciado por los demás y su tendencia a brindar afecto serán tan intensas como sus impulsos de agresión o de apoderarse de las cosas para sí. Será agresivo en las situaciones q así lo requieran, pero no empleará esta actitud como válvula de escape.
No simpatizo con el' tan divulgado concepto de que el hombre es básicamente irracional q sus impulsos, liberados de todo control, lo conducirían a la destrucción de sí mismo y de los demás. La conducta del hombre es absolutamente racional y se mueve con una complejidad sutil y armoniosa hacia los objetivos q el organismo se propone alcanzar.
" tragedia de la mayoría de nosotros consiste en que las defensas nos impiden advertir este aspecto racional, de manera que conscientemente nos movemos en cierta dirección, en tanto que organísmicamente lo hacemos en otra. Pero en la persona que vive el proceso de una vida plena, la cantidad de barreras defensivas disminuye, y esto le permite participar en los designios de su organismo. El único control sobre los impulsos q parecería existir -o q sería necesario- es un equilibrio natural e interno entre las distintas necesidades y la adopción de conductas q sigan el vector más próximo a la satisfacción de todas ellas.
* La experiencia de satisfacer por completo una necesidad como, por ej, la agresión, el sexo, de una manera tal que impida la satisfacción de otras, tales como el compañerismo, o la ternura, es muy común en la persona cuyas
defensas están sólidamente organizadas, y su frecuencia disminuye a medida que se avanza en el proceso.
* El individuo participa en las actividades de autorregulación de su
organismo
, vastas y ejas -los servomecanismos psicológicos y fisiológicos, de manera tal que vive en armonía creciente consigo mismo y con los demás.

La mayor riqueza de la vida
La última implicación que deseo mencionar es que este proceso de vivir una vida plena abarca un espectro más amplio y supone mayor riqueza que la vida mezquina de la mayoría de nosotros. Ser parte de este proceso significa q uno se embarca en la experiencia de vivir más sensiblemente; ésta es una empresa q muchas veces asusta y otras tantas satisface, pero q en definitiva implica mayor riqueza y variedad. Pienso q los clientes cuya terapia ha acusado movimientos significativos viven más íntimamente sus sentimientos de dolor, pero también disfrutan más de sus
satisfacciones; sienten el odio con mayor claridad, pero también el amor; el miedo es una experiencia q conocen más profundamente, pero también lo es el coraje. La razón por la q pueden llevar una vida plena reside en la confianza q poseen en sí mismos como instrumentos idóneos para enfrentar la vida.
Espero haber aclarado el motivo por el cual considero que calificativos tales como feliz, resignado, bienaventurado o satisfecho no me parecen apropiados para la descripción general de este proceso que he denominado una vida plena, aun cuando la persona q se halla embarcada en él experimente cada uno de estos sentimientos en un momento dado. Los adjetivos q me parecen más adecuados son enriquecedor, estimulante, gratificante, inquietante, significativo. Estoy convencido de q este proceso de la vida plena no es para cobardes, ya q convertirse en las propias potencialidades significa crecer, e implica el coraje de ser y sumergirse de lleno en el torrente de la vida. A pesar
de esto, resulta profundamente estimulante ver que cuando el ser humano disfruta de libertad interior, elige como la vida más satisfactoria este proceso de llegar a ser.

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