Autoconciencia y Autoesquemas: Cómo nos Percibimos y Regulamos

Clasificado en Otras materias

Escrito el en español con un tamaño de 3,56 KB

Pensamos sobre nosotros mismos de forma similar a como lo haríamos con cualquier otro objeto. La autoconciencia se genera ante cualquier situación que nos lleve a focalizar la atención sobre nosotros mismos como objeto, y también activa comparaciones entre cómo somos actualmente y cómo pensamos que nos gustaría ser. Existen dos facetas dentro de la autoconciencia:

  • Autoconciencia privada: Pensamientos, sentimientos, etc.
  • Autoconciencia pública: Cómo creemos que nos ven las otras personas.

La conciencia de nosotros mismos, ya sea privada o pública, nos ayuda a definir nuestro autoconcepto. Su falta puede dar lugar a la desindividualización, que aparece en ciertos comportamientos de masa y puede provocar comportamientos impulsivos y contrarios a las normas. Una vez que somos conscientes de nosotros mismos, tenemos que comprender cómo somos y cómo son nuestras propias metas y habilidades; los autoesquemas nos ayudan en esta tarea.

¿Qué son los Autoesquemas?

Los autoesquemas son estructuras cognitivas que representan conocimientos acerca de nosotros mismos. Incluyen tanto los atributos como las relaciones que se dan entre ellos. Los autoesquemas influyen en nuestra forma de procesar la información y en la manera en que nos comportamos. Un gran número de autoesquemas forma el autoconcepto. Tendemos a crear autoesquemas claros tan sólo en aquellas áreas o dimensiones importantes para nosotros, en las que destacamos, o cuando estamos seguros de que no poseemos las características contrarias. El hecho de tener diferentes autoesquemas nos ayuda a aumentar nuestra sensación de satisfacción y mejorar la opinión sobre nosotros mismos. Los autoesquemas nos ayudan a entender cómo organizamos la información referida a nosotros mismos. Las teorías ofrecen una explicación de cómo obtenemos esa información:

Teoría de la Autodiscrepancia

Según la teoría de la autodiscrepancia, existen tres tipos de autoconceptos diferentes:

  • El yo real: Cómo somos en realidad.
  • El yo ideal: Cómo nos gustaría ser.
  • El yo esperado: Cómo pensamos que deberíamos ser.

Según esta teoría, las personas estamos fuertemente motivadas para mantener un sentido de coherencia entre estos autoconceptos, de forma que, cuando hay discrepancias entre ellos, se generan estados emocionales y motivacionales concretos que nos llevarán a reducirlas. Aunque esta teoría está en la línea con la propuesta de que va más allá al plantear cómo diferentes tipos de discrepancias darán lugar a diferentes tipos de emociones.

Teoría del Enfoque Regulatorio

La teoría de la autodiscrepancia ha dado lugar a la teoría del enfoque regulatorio (Higgins, 1998). Esta teoría ha servido también para entender cómo las personas regulamos nuestra conducta. Al encontrar discrepancias entre cómo nos percibimos y cómo deseamos ser o creemos que debemos ser, las personas ponemos en marcha diferentes conductas dirigidas a reducir dichas discrepancias, promoviendo así nuestra autorregulación. Según esta teoría, las personas poseemos dos sistemas autorregulatorios:

  • El sistema de promoción: Se centra en la consecución de metas y aspiraciones.
  • El sistema de prevención: Se centra en evitar resultados negativos y cumplir con las obligaciones.

Entradas relacionadas: