Las Aventuras de Odiseo en la Odisea de Homero

La consulta de los muertos:

Ulises, tras escuchar a Euriloco, se niega a perder más hombres. A pesar de tener a varios dioses en su contra, su valentía es inquebrantable. Consciente de la dificultad, toma su espada y se dirige al palacio de la maga Circe. En el camino, se encuentra con Hermes, quien le entrega un ramo de ajos para contrarrestar los encantamientos de la hechicera. Circe, al ver a Ulises, se enamora de él y se sorprende al descubrir que sus hechizos no tienen efecto. A pesar de ello, logra retener a Ulises durante un año. Al finalizar este periodo, Ulises exige la liberación de sus hombres, y la maga los transforma de nuevo en personas. Sin embargo, nadie podrá abandonar su reino hasta que Ulises regrese del reino de los muertos tras consultar sobre su futuro. Ulises desciende al Hades, donde se encuentra con su madre Anticlea, quien se había suicidado al no poder soportar la ausencia de su hijo.

Canto de las sirenas:

Homero, en La Odisea, narra el encuentro de Ulises y sus compañeros con las sirenas. Consciente del peligro de sus cantos seductores, Ulises idea un plan. Pide a sus compañeros que lo aten al mástil del barco y que se taponen los oídos para no sucumbir al canto de las sirenas. Al pasar frente a ellas, Ulises, desesperado, pide que lo liberen para ir con las sirenas, pero sus compañeros, con los oídos tapados, no lo escuchan. De esta manera, logra escuchar los cantos sin ser víctima de su hechizo mortal.

Palacio de Alcinoo:

Odiseo llega al palacio de Alcinoo, rey de los feacios, guiado por Atenea. Alcinoo lo invita a un banquete y Odiseo relata sus aventuras, impresionando al rey. Alcinoo le ofrece la mano de su hija, pero Odiseo la rechaza. El rey, entonces, le ofrece ayuda para regresar a su isla.

Las paces:

Las almas de los muertos viajan al Hades y cuentan lo sucedido a Agamenón y Aquiles, compañeros de Odiseo en la expedición a Troya. Odiseo regresa a casa de su padre, Laertes, quien se encuentra envejecido y triste por la larga ausencia de su hijo. Para ser reconocido, Odiseo le muestra una cicatriz y recuerda los árboles que su padre le regaló en su infancia. Mientras tanto, los familiares de los pretendientes se reúnen en asamblea y exigen venganza por la muerte de los suyos. Odiseo, su hijo y su padre aceptan el reto y comienza la lucha. Laertes lanza una lanza que mata al padre de Antinoo. En ese momento, la lucha cesa gracias a la intervención de la diosa Atenea, quien anima a los itacenses a llegar a un pacto para vivir en paz.