Bajtin: Dialogismo, Cronotopo y la Esencia Social de la Autobiografía

Bajtin, el Dialogismo y la Construcción del Sujeto Social

La aportación de Bajtin a la cuestión de la «otredad» es haber marcado que la comunicación entre hablantes se establece entre sujetos sociales. Son voces que interactúan en la comprensión o búsqueda responsable del conocimiento. De ahí proviene el constante interés de Bajtin, cuando analiza los géneros (la novela, etc.), por situar los textos culturales dentro del marco ideológico-social.

El Dialogismo como Práctica Social

Bajtin entiende el dialogismo de los discursos no solo como relaciones intertextuales (entre textos), sino como un diálogo interactivo de discursos entendidos como prácticas sociales que coexisten y que ponen de manifiesto relaciones de poder o de conocimiento. Cualquier género literario es una parte integrante de un fenómeno no comunicativo, sino social.

La Convergencia de Cronotopos en la Autobiografía

Bajtin también se interesa por la distinción entre:

• Un cronotopo interno (la vida representada).
• Un cronotopo externo (su representación pública).

Ambos cronotopos se realizan juntos, y en la convergencia de ambos es donde nace el género autobiográfico. En definitiva, la autobiografía será entendida en el marco de un dialogismo donde la construcción misma del sujeto, como toda construcción del héroe, se establece en el triángulo comunicativo:

1. Yo
2. Tú
3. Acontecimiento social

Este dialogismo social funciona como un cronotopo donde insertar el otro cronotopo: el de la construcción del yo como vida.

La Función del Autor y el Acto Performativo

La función de autor es característica de un modo de existencia. El nombre de autor caracteriza un tipo especial de discurso; decir que un escrito es de un autor es rescatarlo de la palabra anónima, puesto que la obra es la que construye al autor, que fuera de ella es solo un ente no tenido en cuenta.

Precisamente porque la autobiografía es un acto performativo (y no «preformativo») se puede reinterpretar. Podemos considerar que la autobiografía sí se deja ver en su funcionamiento pragmático desde el contrato de lectura que gobierna su funcionamiento social como discurso de autenticidad. La firma y el nombre del autor, en suma, funcionan en una práctica social de la escritura que tácitamente afectan al modo de ser leídas las obras.