Balanced Scorecard (BSC): Alineación Estratégica y Control en la Empresa
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Balanced Scorecard: Alineación y Control para la Consecución de Objetivos
Pregunta 1: Integración del Balanced Scorecard en el Proceso de Control
Un sistema de control de gestión eficaz implica dos etapas fundamentales. Primero, la formulación de mecanismos para alinear los componentes de la empresa hacia sus objetivos. Segundo, la verificación del cumplimiento de dichos objetivos y el análisis de las razones detrás de los resultados. El Balanced Scorecard (BSC) aborda ambas premisas de la siguiente manera:
Primera Etapa (Alineación):
- El BSC traduce la estrategia de la organización en objetivos estratégicos concretos.
- Estos objetivos se distribuyen en cuatro perspectivas interrelacionadas (financiera, clientes, procesos internos, y aprendizaje y crecimiento), creando una relación de causa-efecto.
- Esta interconexión facilita la comunicación y coordinación entre las unidades de la empresa, vinculando el corto y el largo plazo.
- Se establecen metas e indicadores para medir el progreso de cada objetivo, asignando responsabilidades claras.
- Se fomenta la alineación organizacional a través de un sistema de incentivos ligado al cumplimiento de los objetivos.
Segunda Etapa (Verificación y Control):
- Se realiza una verificación periódica del desempeño de la organización, utilizando los indicadores y metas previamente definidos.
- Si no se alcanzan los objetivos, se analizan las causas: fallos en las iniciativas estratégicas, incumplimiento de objetivos inductores, o la invalidez de la estrategia o de los objetivos.
Relación con el Proceso Básico de Control:
El proceso básico de control tradicionalmente se basa en comparar los resultados reales con los estándares presupuestados, identificando variaciones en los insumos o en el proceso de transformación. El BSC enriquece este proceso al:
- Proporcionar estándares o metas derivados de la estrategia, no solo del presupuesto.
- Permitir el monitoreo de la implementación de la estrategia a través del proceso de control, evaluando resultados y ajustando insumos y procesos según sea necesario.
Pregunta 2: Despliegue de Objetivos Estratégicos a Áreas Funcionales
Para trasladar los objetivos estratégicos a las áreas funcionales (del nivel estratégico al táctico), un enfoque efectivo es el uso de tableros de control. Este proceso implica:
- Evaluar la relevancia de cada unidad funcional en el cumplimiento del plan estratégico.
- Definir objetivos funcionales que tengan un impacto significativo en la consecución de los objetivos estratégicos.
- Organizar estos objetivos en un tablero de control específico para cada unidad funcional.
- Monitorear continuamente el cumplimiento de los objetivos mediante indicadores y metas.
- Analizar las causas de cualquier desviación, similar al proceso básico de control.
Este enfoque asegura que cada área funcional contribuya de manera medible y alineada a la estrategia global de la empresa.