Baldaquino de San Pedro de Bernini: Características, Significado e Influencia

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Baldaquino de San Pedro

Características Principales

Obra de Bernini, realizada en 1623 en Roma. Ejemplo paradigmático del Barroco Italiano.

Este magnífico altar, realizado en bronce, alcanza los 29 metros de altura. El baldaquino se sostiene sobre cuatro columnas salomónicas, es decir, que ascienden en espiral, rematadas con capiteles compuestos y apoyadas sobre pedestales cúbicos de mármol. La gran cantidad de bronce necesaria para realizar el baldaquino hizo que el Papa Urbano VIII permitiera la fundición de los relieves del Panteón de Agripa.

Sobre las columnas, se apoya un entablamento, también de bronce, sobre el que se sitúan unos tallos a modo de volutas que convergen en el centro de la composición. El vértice se corona con una esfera que representa el mundo y, sobre ella, una cruz, símbolo del cristianismo. La decoración escultórica incluye cuatro ángeles en la parte superior de las columnas, que guardan en su interior reliquias de los primeros mártires cristianos. En el centro, se observa la representación del Espíritu Santo y un ángel portando las llaves de San Pedro. El resto de la decoración se compone de motivos vegetales y abejas, estas últimas, símbolo del escudo de la familia Barberini, a la que pertenecía Urbano VIII.

Función y Significado

La función principal del Baldaquino de San Pedro es señalar el lugar donde yace el cuerpo del primer Papa de la Iglesia, San Pedro. Su ubicación en la basílica no es casual: está situado justo sobre la cripta que guarda el cuerpo de San Pedro y bajo la gran cúpula construida por Miguel Ángel.

Otra de sus funciones es provocar un gran impacto en el espectador y transmitir la idea de que la Iglesia Católica es la única y verdadera, y que el poder papal proviene directamente de Dios. De ahí la utilización de la esfera como símbolo de universalidad.

Contexto Histórico y Artístico: La Contrarreforma

Entre 1545 y 1563 se desarrolló el Concilio de Trento, con el objetivo de reformar la Iglesia Católica y ganar adeptos frente a la Reforma Protestante. Uno de los medios para lograrlo fue utilizar el arte como propaganda religiosa. El Barroco, estilo artístico que floreció durante la Contrarreforma, empleó grandes recursos expresivos como:

  • Dinamismo: Evidente en las columnas salomónicas y las grandes volutas del baldaquino.
  • Teatralidad: Reforzada por su ubicación estratégica dentro del templo.

Estos elementos buscaban impresionar al espectador y reafirmar la fe católica. Bernini, uno de los arquitectos y escultores más destacados del Barroco, logró reunir en esta obra, a pesar de respetar las proporciones clásicas, todos los elementos expresivos característicos de este estilo.

Influencia Posterior

Las columnas salomónicas, gracias a la influencia de Bernini y del Baldaquino de San Pedro, fueron ampliamente utilizadas durante los últimos años del siglo XVII, sobre todo en España, convirtiéndose, junto a otros elementos como los estípites, en uno de los rasgos distintivos del arte barroco.

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