Baltasar Gracián: Pensamiento, Obra y Estilo del Conceptismo Barroco Español
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Prosa Didáctica: Baltasar Gracián
Los escritos de carácter didáctico son muy numerosos en el siglo XVII y con ellos la prosa barroca alcanza en algunos momentos altas cimas, como ocurre con los casos de Quevedo y Baltasar Gracián.
Vida
La vida de Gracián transcurrió íntegramente en los territorios de la Corona de Aragón, donde fue profesor en diversos centros de su orden religiosa. Su actividad como escritor le acarreó numerosos problemas dentro de la Compañía de Jesús, lo que le llevó a intentar abandonar la orden, aunque murió antes de lograrlo. Toda su vida transcurrió entre libros e inmerso en círculos intelectuales. Su obra es la del típico intelectual, fruto de lecturas profundas, largas meditaciones y conversaciones.
Obra
Todos los libros de Gracián están escritos en prosa y tienen una intención didáctica y moral:
- El héroe (1637): Expone mediante aforismos las virtudes que debe tener un buen gobernante.
- El político don Fernando (1640): Insiste en esas virtudes mediante un panegírico de la figura de Fernando el Católico.
- Agudeza y arte de ingenio (1648): Es un tratado fundamental sobre los artificios literarios, indispensable para entender el ideal conceptista.
- El Criticón (tres partes: 1651, 1653 y 1657): Es su obra maestra. En ella, dos personajes peregrinan por diversos lugares y aprenden a desconfiar de las apariencias en su búsqueda de la sabiduría y de la virtud.
Estilo: La Estética Conceptista
La prosa de Gracián es muy densa y concentrada. Es significativa la abundancia de figuras retóricas relacionadas con la omisión de palabras, tales como la elipsis y el laconismo, etcétera. El estilo de Gracián es una acabada muestra de la estética conceptista.
El Pensamiento de Gracián
El pensamiento de Gracián es hondamente pesimista y muy barroco. El mundo, según Gracián, es engañoso; el hombre es un ser débil, miserable y, a menudo, malicioso. Buena parte de sus escritos tienen como finalidad proporcionar al lector recursos y habilidades para esquivar las trampas de sus semejantes.
La Moral de la Prudencia
Gracián enfatiza la necesidad de la astucia social:
- Es importante saber disimular.
- Es crucial saber crear expectativas sobre el propio valer.
Se trata, en definitiva, de dominar para no ser dominado. Lo importante es que los demás dependan de uno.