El Barroco: Una Ruptura con el Renacimiento

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ESTÉTICA BARROCA: Oposiciones de Wölfflin

La visión moderna del Barroco, según el libro publicado en 1888, supuso una revolución al analizar este período mediante oposiciones binarias, definiendo el Barroco por oposición al Renacimiento. Wölfflin señala un hecho importante en su introducción: el Barroco está latente en el Renacimiento. Desde un punto de vista artístico, observa que desde muy pronto no existen obras renacentistas puras. Él no considera la existencia del Manierismo. Basta pensar en Herrera para observar que comienza con innovaciones manieristas desde el inicio del Renacimiento. Los autores comienzan a innovar desde dentro del propio Renacimiento.

En cuanto termina el primer florecimiento renacentista, el Barroco comienza a expandirse. Hay un sentimiento de continuidad. El Barroco no tiene nombre en su época; es un nombre posterior que proviene de una perla, perlas impuras, irregulares e imperfectas, como un "Renacimiento imperfecto". Cuando se define algo como caprichoso, bizarro, extravagante (palabras italianas que empiezan a usar muchos autores para definir algunas manifestaciones barrocas), se están buscando nuevas formas de expresión.

Empieza a gustar lo raro, lo que no entra en la norma, lo que se sale del canon. El extremo de esto lo representa Rubens. Existe un tratadista que, en su tratado del arte, justifica las libertades modernas argumentando que los romanos también justificaban su arte tomándose ciertas libertades con respecto a las normas griegas. Basari, en sus "Vidas de los más excelentes artistas italianos", escribe una biografía de Miguel Ángel. De él dice que todos los artistas deben tenerle gratitud perpetua porque rompió los lazos y cadenas que les obligaban a trabajar siempre de la misma manera, las preceptivas clásicas. Miguel Ángel evoluciona del Renacimiento al Barroco.

El Barroco es un período pictórico. Todas las artes adoptan parámetros pictóricos; la escultura y la arquitectura intentan jugar con perspectivas. Según la luz que incida en la fachada de la catedral de Murcia, se ve diferente. Luces y sombras con volúmenes. La escultura, según su iluminación, también nos dice cosas diferentes. Por ejemplo, en la Santa Teresa de Bernini, se juega con el claroscuro. Se está haciendo un juego que no existía en el Renacimiento: el juego del ser/parecer.

LÍNEA / MASA

En el Renacimiento, la belleza era la armonía de la línea. El Barroco resalta la masa mediante la definición de los contornos, con un claroscuro que hace confundir los elementos. Para los barrocos, nada es permanente, todo es cambiante. Solo podemos hablar de un instante, cada instante es la muerte del anterior. Somos sucesiones de pérdidas. Todo esto se puede ver también en la literatura.

PLANO / ESPACIO

Visión en superficie contra visión en profundidad. En Botticelli todo está en orden; en el Barroco tenemos distintos planos. Velázquez, por primera vez, pinta el aire y una rueda en movimiento. Pinta el espacio, no la superficie; pinta la profundidad.

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