Las Bienaventuranzas y la Llamada Divina: Un Estudio Profundo
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Las Bienaventuranzas son una parte central de las enseñanzas de Jesús, ofreciendo una visión del Reino de los Cielos y cómo vivir una vida plena según la voluntad de Dios. Este documento explora en profundidad las Bienaventuranzas y el concepto de la llamada divina.
Las Bienaventuranzas
- Dichosos los pobres en el espíritu, porque suyo es el reino de los cielos.
- Dichosos los que están tristes, porque Dios los consolará.
- Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra.
- Dichosos los que tienen hambre y sed de hacer la voluntad de Dios, porque Dios los saciará.
- Dichosos los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos.
- Dichosos los que tienen un corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
- Dichosos los que construyen la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
- Dichosos los perseguidos por hacer la voluntad de Dios, porque de ellos es el reino de los cielos.
En griego, el texto original contiene 72 palabras, un número que simboliza la universalidad. En el Génesis, el número 72 se asocia con las naciones que componen la Tierra. Las comidas de Jesús eran una forma de mostrar que el Reino de Dios ya había llegado.
Parábolas
Una parábola es una narración sencilla que, a partir de un hecho real o imaginario, pretende enseñar una realidad más profunda tomada de la vida cotidiana.
Jesús dijo: Se los aseguro: si alguien no acoge el reinado de Dios como a un niño, no entrará en él.
La Llamada Divina
Características de la llamada de Dios:
- Dios invita a dejar el propio entorno y promete bendición.
- La llamada no depende de las cualidades del llamado.
- La llamada concede una nueva identidad a la persona.
- La persona llamada se une estrechamente con Dios.
- A Moisés, Dios le llama por su nombre.
- La llamada infunde respeto, pero no temor.
- La llamada confiere una misión.
- La llamada de Dios va más allá de las aparentes limitaciones del llamado.
- Dios da la fuerza para llevar a cabo la misión y se fía de la persona.
- La llamada a veces es confusa, pero hay que tener paciencia: "Habla, Señor, que tu siervo escucha" (esa es la actitud más adecuada).
- Dios no piensa como los hombres: mira en el corazón.
- Dios llama desde siempre sin depender de nada ni de nadie, y Dios fortalece la debilidad del llamado.
- La llamada exige una respuesta radical: entregar todo lo que se posee.
- La elección de Dios es gratuita.
- La llamada concede una misión: hacer presente al salvador en el mundo.
- El que llama todo lo cree, todo lo espera y todo lo aguanta.
La Muerte de Jesús
Jesús no murió, exhaló su espíritu. Uno de los crucificados que estaban al lado de Jesús le reconoce como "Jesús".