Bienio Progresista de la Segunda República Española: Reformas, Oposición y Contexto Cultural (1931-1933)
Clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 3,85 KB
El Bienio Progresista de la Segunda República Española (1931-1933)
Reformas del Bienio Progresista
La segunda etapa de la República, conocida como el Bienio Progresista, se caracterizó por la implementación de una serie de reformas en diversos ámbitos:
- Reformas Laborales: Se promulgó la Ley de Contratos de Trabajo y la Ley de Jurados Mixtos, buscando mejorar las condiciones de los trabajadores.
- Reformas Educativas: Se impulsó la construcción de escuelas, con el objetivo de ampliar el acceso a la educación.
- Reformas Militares: Se suprimió el Consejo Supremo de Guerra, como parte de una reestructuración del ejército.
- Reformas Agrarias: Se aprobó la Ley de Bases para la Reforma Agraria, con la intención de redistribuir la tierra y mejorar la situación del campesinado.
Oposición al Gobierno Republicano
El gobierno republicano enfrentó una fuerte oposición de diversos grupos políticos:
- Fascistas: Las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) y la Falange Española, lideradas por José Antonio Primo de Rivera, representaban la oposición fascista.
- Carlistas: Agrupados en la Comunión Tradicionalista, formaron milicias armadas para defender sus ideales monárquicos y tradicionalistas.
- Monárquicos Absolutistas: Se unieron en torno a Renovación Española, fundada en 1933, buscando la restauración de la monarquía absoluta.
- Derecha Católica Conservadora: Se aglutinaron en el partido Acción Popular, fundado en 1932 y liderado por Gil Robles. Este grupo buscaba establecer un régimen corporativo autoritario no liberal, restablecer el poder político y económico de la Iglesia y frenar la reforma agraria.
El Pronunciamiento de Sanjurjo y la Cuestión Regionalista
En agosto de 1932, el general Sanjurjo protagonizó un fallido pronunciamiento militar en Sevilla, siendo posteriormente detenido. Para mantener el orden público, se creó la Guardia de Asalto. El problema religioso se manifestó en la acción descontrolada de algunos radicales que quemaron conventos e iglesias. La cuestión regionalista dividió a la sociedad española entre los defensores de la unidad de España y los regionalistas catalanes y vascos. En 1932, Cataluña obtuvo su Estatuto de Autonomía, y en 1936, el País Vasco, bajo el gobierno del PNV.
Cultura y Educación durante la República
En la política educativa, los esfuerzos se centraron en la enseñanza primaria. La República fue testigo de la culminación de la evolución cultural de las generaciones anteriores, con figuras como Ortega y Gasset, Eugenio d'Ors, Marañón, Juan Ramón Jiménez, Gómez de la Serna, los miembros de la Generación del 27, Buñuel, Dalí y Picasso. El nuevo régimen contó con el apoyo de intelectuales como Ortega y Gasset. Se impulsó la cultura a través de programas como las Misiones Pedagógicas, que buscaban llevar la cultura al mundo rural, y el apoyo al grupo de teatro universitario La Barraca. La República también permitió a la mujer asumir un papel más relevante en la política y en los ámbitos culturales.
Crisis del Gobierno y Elecciones de 1933
En septiembre de 1933, las maniobras políticas del Partido Radical de Lerroux para expulsar a los socialistas del gobierno, sumadas a la pérdida de prestigio y apoyo popular del gobierno debido a hechos como los de Casas Viejas, provocaron la ruptura de la coalición republicana. El PSOE rompió con Azaña, y los anarquistas se alejaron del juego político, recomendando la abstención a sus afiliados. Finalmente, Azaña presentó su dimisión, y Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones para noviembre de 1933.