El Bienio Radical-Cedista (1934-1936): Crisis y Polarización en la Segunda República Española

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El Bienio Radical-Cedista (1934-1936): Un Periodo de Tensión en la Segunda República Española

El periodo comprendido entre 1934 y 1936, conocido como el Bienio Radical-Cedista, fue una etapa de profunda polarización y creciente inestabilidad política en la Segunda República Española, que sentaría las bases para el conflicto venidero.

Elecciones y Formación del Gobierno

Tras la disolución de las Cortes, se convocan elecciones generales. Toda la derecha se une y forma la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), una coalición liderada por José María Gil Robles. La izquierda, que acababa de gobernar, se presenta dividida, lo que debilita su posición. El Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux obtiene un notable éxito en estos comicios.

El presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, elige como presidente del Gobierno a Alejandro Lerroux, del Partido Republicano Radical, quien es apoyado por la CEDA. El nuevo gobierno de Lerroux procede a derogar gran parte de las leyes impulsadas por el gobierno anterior, suprimiendo reformas clave en ámbitos como el religioso, militar, educativo y agrario. Además, concede una amnistía para los sublevados de intentos anteriores.

Ante estas medidas, la izquierda las considera una provocación y teme la instauración del fascismo en España, sintiendo que ha perdido la oportunidad de una revolución social.

La Revolución de 1934

En 1934, la tensión política se intensifica cuando Lerroux introduce en el gobierno a tres ministros pertenecientes a la CEDA. Esta decisión radicaliza a la izquierda, que convoca una huelga general en señal de protesta. El gobierno detiene en Madrid a los dirigentes sindicales y políticos, por lo que la influencia de la huelga en la capital es débil. Sin embargo, tiene un notable éxito en Barcelona y Asturias.

Levantamiento en Cataluña

En Barcelona, la huelga se suma a problemas preexistentes entre terratenientes y arrendatarios. Estos últimos alegaban haber arrendado tierras hasta la muerte de las cepas, mientras los terratenientes lo negaban y exigían la revisión de los contratos. La Generalitat de Cataluña da la razón a los arrendatarios, pero el Tribunal Constitucional falla a favor de los terratenientes. Esta contradicción provoca que Cataluña se declare "Estado Catalán" dentro de la República Federal Española. El gobierno central envía al ejército, que bombardea la Generalitat, y su presidente, Lluís Companys, es detenido.

La Insurrección de Asturias

En Asturias, la huelga se mezcla con un profundo deseo de revolución social. En este levantamiento participan diversas organizaciones obreras y políticas:

  • Unión General de Trabajadores (UGT)
  • Confederación Nacional del Trabajo (CNT)
  • Unión de Hermanos Proletarios (UHP)
  • Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
  • Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM)
  • Partido Comunista de España (PCE)

Los mineros sacan dinamita de las minas y se enfrentan a la policía y al ejército con estos explosivos. El gobierno envía al ejército, con el General Francisco Franco al mando, para sofocar la revuelta. El resultado es devastador: se producen 30.000 detenidos, se destruyen 750 edificios y se registran 1.300 muertos. Tras la represión, Lerroux introduce a cinco ministros de la CEDA en el gobierno, consolidando aún más la influencia de la derecha.

El Escándalo del Straperlo y Nuevas Elecciones

En 1935, estalla el escándalo del Straperlo. Este caso de corrupción implicaba la oferta al gobierno de una participación en los beneficios de un negocio ilegal de ruletas y máquinas tragaperras, lo que derivó en un grave tráfico de influencias. Alcalá-Zamora, temiendo que el escándalo saliera a la luz, obliga a Lerroux a dimitir y nombra a Joaquín Chapaprieta como nuevo presidente.

Sin embargo, cuando Chapaprieta está en el gobierno, el problema del Straperlo sale a la luz pública. Alcalá-Zamora entonces elige a Manuel Portela Valladares. Ante esta situación, la CEDA retira su apoyo al gobierno, y Alcalá-Zamora convoca nuevas elecciones generales.

El Frente Popular y el Camino hacia la Guerra Civil

Para las elecciones de febrero de 1936, todos los partidos de izquierda se unen para formar el Frente Popular, liderado por Izquierda Republicana, y reciben el apoyo de la UGT, la CNT y de los nacionalistas (excepto el PNV). La derecha, por su parte, se presenta dividida, lo que resulta en una desventaja electoral.

En las elecciones, la izquierda gana con un 63% de los votos. En el parlamento, se vota una moción de censura contra Alcalá-Zamora, quien es destituido. Manuel Azaña es nombrado presidente de la República, y Santiago Casares Quiroga, presidente del Gobierno.

Casares Quiroga concede una amnistía a los represaliados de la huelga de 1934 y deroga las leyes del gobierno anterior. La derecha interpreta estas medidas como una provocación y una señal de que se está gestando una revolución social, buscando apoyos para detenerla. La izquierda, para alejar a los generales que considera más afines a la derecha, destina a Francisco Franco a las Islas Canarias, al General Manuel Goded a las Islas Baleares y al General Emilio Mola a Navarra.

La tensión alcanza su punto álgido con una serie de asesinatos políticos. El 12 de julio de 1936, el teniente José Castillo, miembro de la Guardia de Asalto y defensor de la República, es asesinado por elementos de la derecha. El 13 de julio, en venganza por la muerte de Castillo, la Guardia de Asalto asesina a José Calvo Sotelo, líder monárquico y de la derecha. Este hecho enciende la mecha que precipita el golpe de Estado.

Finalmente, el 18 de julio de 1936, se produce el golpe de Estado que divide a España entre la derecha (que apoya el golpe) y la izquierda (que defiende la República). Este acontecimiento marca el inicio de la Guerra Civil Española.

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