El Bienio Radical-Cedista: Contrarreformas y Conflictos en la Segunda República Española (1933-1935)
El Bienio Radical-Cedista (1933-1935)
El triunfo de las derechas en las elecciones de 1933
Las elecciones generales del 18 de noviembre de 1933 fueron las primeras en las que las mujeres votaron en España. Con una alta abstención, la derecha, que acudió más agrupada que la izquierda, obtuvo la victoria de los partidos de centroderecha. Se inauguraron así dos años de gobierno conservador, conocido también como el “Bienio Negro”. El PSOE quedó con la mitad de escaños que en 1931, al igual que Esquerra Republicana de Catalunya, y los partidos próximos a Azaña apenas lograron representación parlamentaria.
Las fuerzas que obtuvieron mejores resultados fueron el Partido Radical de Lerroux (102 escaños) y la CEDA de Gil-Robles (115 escaños). El presidente de la República, Alcalá-Zamora, poco partidario del talante extremista de la CEDA, entregó la jefatura del Gobierno al radical Lerroux, que contó con el apoyo parlamentario de la CEDA.
Desmantelamiento de la política reformista
Este período se convirtió en una auténtica contrarreforma social y política que, mediante una serie de decretos, desmanteló la política del Bienio Reformista.
- Se frenó la Reforma Agraria: se anularon la cesión de tierras mal cultivadas o incultas a los yunteros de Extremadura, la devolución de las tierras expropiadas a la alta nobleza, la supresión de la Ley de Términos Municipales y la concesión de la libertad de contratación, con tendencia a la baja de los salarios de los jornaleros. Los propietarios, en un ambiente revanchista, se negaban a sembrar (“¡Que os dé de comer la República!”). A principios de junio de 1934, se desató una huelga en el sector agrícola.
- También surgió en 1934 otro conflicto entre el Gobierno central y el de la Generalitat de Cataluña tras la aprobación por el Parlamento de Cataluña de la Ley de Contratación de Cultivos, que permitía a los campesinos arrendatarios de las viñas acceder a la propiedad de las tierras que trabajaban, pagando a los propietarios un precio tasado.
- El Gobierno central se enemistó también con los nacionalistas vascos al paralizar en las Cortes la discusión del proyecto de Estatuto Vasco.
- Para contrarrestar la reforma religiosa, el Gobierno aprobó un presupuesto de Culto y Clero e inició negociaciones con la Santa Sede para firmar un concordato.