Biodiversidad en España: Factores, Características y Conservación

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La diversidad es uno de los rasgos que identifica las condiciones naturales de España. Esta se manifiesta tanto en las características del relieve, los contrastes climáticos e hídricos, y la distribución de los suelos, como en las diversas adaptaciones al medio que realizaron los seres vivos. A su vez, la actividad humana también ha influido en los suelos, en la vegetación y en la fauna; unas veces favoreciendo el desarrollo de determinadas especies, y otras poniendo en peligro su supervivencia. No obstante, y pese a la intensa y secular explotación de los recursos, España es actualmente uno de los países de la Unión Europea donde la biodiversidad es más elevada. Esto es debido a que posee unas condiciones naturales que favorecen la existencia de ambientes muy diferentes, lo que ha permitido el desarrollo de comunidades vegetales y animales muy variadas. Esta notable diversidad se explica por diferentes factores; unos están relacionados directamente con la situación geográfica y con los procesos naturales, y otros con la actividad humana.

Factores que influyen en la biodiversidad de España

  • Situación geográfica: España se encuentra entre el norte de África y el extremo suroccidental de Europa y, a su vez, entre el Mediterráneo y el Atlántico. Esta situación le permite tener influencias de ámbitos con características climáticas, florísticas y faunísticas muy diversas, como son las regiones eurosiberiana, mediterránea, saharo-arábiga y macaronésica.

  • Glaciaciones cuaternarias: Durante las glaciaciones cuaternarias, amplios sectores de la península ibérica y de los dos archipiélagos tuvieron unas condiciones más cálidas que las del centro y norte de Europa, por lo que sirvieron de refugio a numerosas especies vegetales y animales. Algunas de estas especies, desaparecidas actualmente del resto de Europa, aún perduran en determinadas regiones españolas. A su vez, muchas quedaron aisladas y evolucionaron, de tal modo que dieron lugar a endemismos, de los que España posee un amplio patrimonio.

  • Rutas migratorias de aves: La península del sur de Europa, así como algunos archipiélagos son las rutas más empleadas por las aves para desplazarse entre Europa y África. Gracias a su localización, España representa un papel esencial en las rutas de las aves migratorias, bien como área de nidificación de numerosas especies, punto de invernada, o simplemente como zona de descanso. Estos desplazamientos también favorecen la dispersión de semillas y, con ello, el incremento de la diversidad vegetal.

  • Relieve contrastado: Existe un relieve muy contrastado entre llanuras y montañas, áreas costeras y de interior, zonas continentales y archipiélagos, que multiplica la variedad de condiciones ambientales. A ello se suma la diversidad litológica, donde rocas de diferente composición, cronología y grado de meteorización favorecen la formación de distintos tipos de suelos y, con ello, de diferentes condiciones para que se instale la vegetación y la fauna.

  • Condiciones climáticas: Se dan condiciones climáticas muy diversas, con notables contrastes entre las regiones de clima mediterráneo y oceánico, y entre estas y las que se dan en el archipiélago de Canarias. Además, tanto en el territorio peninsular como en los archipiélagos hay una gran diversidad de climas locales, en función de la altitud de los territorios y su diferente exposición a las masas de aire.

  • Distribución de los recursos hídricos: La distribución de los recursos hídricos es muy desigual en España, tanto espacial como estacionalmente, lo que también influye en la localización de la flora y la fauna:

    • En las regiones de clima oceánico o en numerosas áreas de montaña, el agua aportada por la precipitación supera la que es consumida por la evaporación, por lo que un volumen considerable puede circular por los ríos.

    • En contrapartida, en las regiones mediterráneas y en amplios sectores de Canarias, la mayor parte del agua de lluvia se evapora o es empleada por los seres vivos, por estas causas, en la mayoría de los casos, los cursos de agua solo se activan tras las lluvias torrenciales. Muchas especies han desarrollado mecanismos para adaptarse a estos contrastes.

  • Incidencia de la actividad humana: La incidencia de la actividad humana sobre la biodiversidad ha tenido consecuencias de diferente signo.

    • En algunas ocasiones ha contribuido a la diversificación de ecosistemas -por ejemplo, mediante algunas prácticas agrarias-, o a la conservación de algunas especies, sobre todo aquellas de las que se podía beneficiar.

    • En otras, en cambio, ha favorecido su extinción. En la actualidad, existen notables contrastes entre áreas intensamente explotadas durante siglos, y otras que, al quedar en una posición marginal de los flujos económicos, han preservado buena parte de su biodiversidad.

Conservación de la Biodiversidad

En las últimas décadas el número de especies amenazadas se ha incrementado significativamente; sobre todo, el de aquellas que se encuentran en peligro de extinción. El mayor número de especies amenazadas se registra entre las aves, seguidas de la flora y, a mayor distancia, de los mamíferos y los reptiles. Este incremento está muy vinculado a la expansión de actividades humanas que implican, directa o indirectamente, la destrucción de hábitats y la contaminación del medio. No obstante, este proceso coincide en el tiempo con una etapa en que se están desarrollando numerosas estrategias de conservación, por lo que cabe esperar que, en un futuro próximo, se reduzca el grado de amenaza.

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