Bipartidismo y Turnismo en la Restauración Española: Claves y Consecuencias
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Bipartidismo y Turnismo en la Restauración Española
B. Bipartidismo. El sistema se basaba en la existencia de dos partidos principales: el Partido Conservador –dirigido por Cánovas- y el Partido Liberal–dirigido por Sagasta-. Este último era, en cierto modo, el heredero de los antiguos progresistas y tomó medidas más avanzadas, como el sufragio universal o la Ley de Asociaciones; pero las diferencias entre los dos partidos eran más en aspectos superficiales que en el fondo: los dos eran “dinásticos” (apoyaban a los Borbones) y representaban a una oligarquía de clases altas y medias-altas. Una novedad es que ahora los líderes eran civiles, es decir, había muchos menos militares en la política que en las etapas anteriores.
C. Turnismo. Cánovas quería estabilidad en la política, evitar los enfrentamientos entre partidos que habían hundido los sistemas políticos anteriores. En este sentido, admiraba el sistema británico de dos partidos fuertes que se alternaban en el poder. Por eso, los dos partidos Conservador y Liberal decidieron (sobre todo a partir del llamado Pacto del Pardo) turnarse con regularidad en el poder. Para que siempre fuera así, se recurría a falsear las elecciones (“pucherazo”). Cuando el líder de uno de los dos partidos dimitía como presidente del gobierno por una crisis (eran bastante frecuentes), el rey encargaba formar gobierno al otro partido, el cual convocaba unas elecciones que ganaba por mayoría absoluta de forma poco limpia. Para falsear las elecciones, una pieza esencial era el Caciquismo.
La Desamortización de Mendizábal
La primera gran Desamortización fue la de Mendizábal a partir de 1836. Afectó sobre todo a los bienes eclesiásticos, especialmente del clero regular. La mayor parte de los monjes y frailes fueron exclaustrados (expulsados de sus monasterios). Los objetivos de esta primera Desamortización fueron: obtener recursos para pagar la gran deuda que tenía el Estado y también para financiar la Primera Guerra Carlista; conseguir que tierras que estaban muchas veces mal explotadas acabaran en manos de propietarios con deseos de invertir y modernizar las explotaciones; y crear una nueva clase media de propietarios en los pueblos que apoyaran el nuevo régimen liberal. Esto último no se consiguió porque la principal consecuencia de esta desamortización fue que la mayoría de las tierras fueron compradas por nobles y burgueses urbanos, siendo más bien limitado el número de campesinos que compraban.
Características de la Constitución de 1812
Entre las principales características de la Constitución de 1812 destacan:
Proclama la soberanía nacional, con lo que niega la monarquía absoluta. Además, aclara que “la nación española es la reunión de españoles de ambos hemisferios”.
Establece una división de poderes: ejecutivo (rey), legislativo (Cortes con el rey: el rey tiene que ratificar todas las leyes, y puede negarse a hacerlo, aunque sólo durante un tiempo), judicial (tribunales)
El rey deberá jurar y acatar la Constitución -por lo que se denomina a este sistema político Monarquía Constitucional-. Asimismo, las Cortes (formadas por una sola cámara) tendrán un control sobre el poder del rey.
Se establece un sufragio universal indirecto
Recoge algunos derechos ciudadanos, como libertad de imprenta, derecho a una educación elemental, etc. Queda abolida la tortura.
Establece la igualdad jurídica de los ciudadanos, con desaparición de los privilegios. Quedan abolidos además los señoríos (el sistema feudal).
La religión será exclusivamente la católica
La Paz de Utrecht (1713)
PAZ DE UTRECHT (1713). Se completó con la Paz de Rasttat, y tuvo varios efectos:
- Felipe V quedó confirmado como rey de España; tuvo que firmar un documento por el que renunciaba a la posibilidad de que se unieran España y Francia en un solo país.
- Quedó consolidada en España la dinastía Borbón.
- Se perdieron todas las posesiones españolas en Europa: Austria obtuvo los Países Bajos, Nápoles, Cerdeña y Milanesado. Saboya obtuvo Sicilia. Inglaterra obtuvo Gibraltar y Menorca, y además su entrada legal en el comercio americano (podría enviar anualmente un barco, el “Navío de Permiso” y se le otorgaba el “Asiento de Negros”, es decir, el monopolio de la venta de esclavos).
Con ello surgió un nuevo orden europeo, en el que Francia ya no tenía la hegemonía en exclusiva; ahora la compartía con Inglaterra (que tenía la principal flota y el liderazgo comercial) y con Austria (la principal potencia de Centroeuropa), dándose así un mayor equilibrio entre potencias.