El Bosque Caducifolio Atlántico Peninsular: Ecosistema, Biodiversidad y Conservación
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El bosque caducifolio es la vegetación climácica característica de la región atlántica peninsular. Aunque hoy en día ocupa un espacio reducido y ha sido profundamente transformado por la actividad humana, su importancia ecológica es innegable. Este ecosistema se distingue por ser denso y umbrófilo, con árboles de tronco recto y gran altura que compiten vigorosamente por alcanzar la luz solar.
Características Generales del Bosque Caducifolio
- Densidad y Umbría: Bosques tupidos que generan una sombra considerable.
- Árboles de Gran Porte: Troncos rectos y alturas elevadas, optimizando la captación de luz.
- Sotobosque Escaso: Debido a la densa copa arbórea, el sotobosque es limitado, formado por arbustos como el aligustre.
- Estrato Herbáceo: Predominan helechos y diversas hierbas adaptadas a la sombra.
- Hojas Caducas: Los árboles poseen hojas planas, blandas y caedizas, que se desprenden en otoño como preparación para el invierno y rebrotan en primavera, marcando el ciclo estacional.
Especies Arbóreas Predominantes
Entre las especies arbóreas autóctonas que definen este paisaje, destacan los robledales y los hayedos, aunque a menudo se encuentran acompañados por otras especies como fresnos, arces, tilos, tejos y acebos.
Robles
- Roble Común (Quercus robur): Es la especie más representativa de las zonas bajas, requiriendo humedad y temperaturas suaves. Se localiza principalmente hasta los 500-600 metros de altitud.
- Roble Albar (Quercus petraea): Por encima de los 500-600 metros, el roble común es reemplazado por esta especie, más resistente al frío y a la sequía, adaptándose a altitudes mayores.
Hayas
- Haya (Fagus sylvatica): Otra especie crucial, que forma bosques densos en las zonas montañosas de la región atlántica, prosperando entre los 800 y 1.500 metros de altitud.
Especies Introducidas y su Impacto
La intervención humana ha modificado significativamente la composición del bosque caducifolio mediante la introducción de especies alóctonas, algunas con impactos ecológicos notables.
Castaño
El castaño (Castanea sativa) es una especie introducida que se ha desarrollado bien en suelos silíceos y húmedos de la zona atlántica. Sin embargo, su extensión ha disminuido considerablemente debido a la acción humana (explotación) y a enfermedades como la "tinta del castaño".
Pinos
Los pinos (Pinus) son especies de repoblación muy comunes en todo el territorio, gracias a su adaptabilidad a diversas condiciones climáticas. En la zona atlántica, destacan:
- Pino Resinero (Pinus pinaster): Valorada por su resina y madera.
- Pino Albar (Pinus sylvestris): También utilizado por su madera.
Ambas especies, aunque económicamente importantes, son altamente susceptibles al fuego, lo que representa un riesgo para los ecosistemas nativos.
Eucalipto
El eucalipto (Eucalyptus), introducido en el siglo XIX, es otra especie utilizada en repoblaciones forestales. No obstante, su cultivo intensivo es controvertido debido a su capacidad para empobrecer y acidificar los suelos, afectando negativamente la biodiversidad local.
Degradación y Sucesión Vegetal
Cuando el bosque caducifolio sufre procesos de degradación, ya sea por sobreexplotación, incendios o cambios en el uso del suelo, es progresivamente reemplazado por otras formaciones vegetales:
- Matorral Atlántico o Landa: Compuesto por especies resistentes como el tojo, brezo, retama y piorno.
- Prados Herbáceos: Si la landa es destruida o el pastoreo es intenso, los prados herbáceos ocupan finalmente su lugar, representando la etapa más degradada de la sucesión vegetal en esta región.