El Buen Amor: Un Juego de Apariencias y Engaños
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El Concepto de Buen Amor
En el prólogo de El Buen Amor, el Arcipreste de Hita afirma que el buen amor es el amor a Dios. Sin embargo, a lo largo de la obra, el foco se desplaza hacia el amor humano. El prólogo menciona el entendimiento, la voluntad y la memoria como facultades que guían al ser humano hacia el amor divino.
El Buen Amor como Arte y Técnica
El Arcipreste sugiere que el buen amor es un arte, una técnica. Esta idea se apoya en la explicación de Ferraresi en"De amor y poesía en la España medieva", donde se señala que en la lírica provenzal,"buen amo" era sinónimo de"fin amo", el amor cortés.
La Crisis del Amor Cortés
Sin embargo, el Arcipreste no identifica directamente el buen amor de su obra con el amor cortés provenzal. A partir del siglo XIII, el amor cortés entró en crisis, lo que llevó a una pérdida de claridad semántica en la frase"buen amo".
El Buen Amor en la Obra
Inicialmente, el concepto de buen amor en la obra se relaciona con el amor cortés. Pero a medida que avanza la historia, se aleja de la idea de embellecer el amor y se acerca al engaño. El amor se presenta como mentiroso, lo que crea un juego entre el amor y el engaño.
La Trotaconventos y el Buen Amor
La Trotaconventos, un personaje engañoso, menciona con frecuencia el buen amor. Paradójicamente, es ella quien define el buen amor como un amor humano devaluado, un amor cortés degradado, impulsado por el deseo.
El Buen Amor como Apariencia Engañosa
El Arcipreste enfatiza que el buen amor es un juego constante entre el ser y el parecer. A pesar de las afirmaciones de la Trotaconventos y la larga lección de Don Amor sobre el buen amor, el Arcipreste invita a los lectores a leer entre líneas y cuestionar la literalidad del texto. El buen amor puede ser una apariencia engañosa.
Conclusión
El Arcipreste presenta el buen amor como un concepto ambiguo y engañoso. Inicialmente, lo define como amor a Dios, pero luego lo muestra como un amor humano que se aleja del amor cortés y se convierte en un amor devaluado y engañoso. La obra deja abierta la posibilidad de un buen amor humano, pero no el que propone la Trotaconventos.