Campaña de Ciro el Joven: Estrategias y Desafíos Militares
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La Campaña de Ciro el Joven: Maniobras y Liderazgo
Este documento narra pasajes clave de la expedición de Ciro el Joven, detallando sus estrategias militares, la organización de sus tropas y los desafíos enfrentados en su camino hacia el poder.
II-16: La Revista de las Tropas
Ciro contemplaba, en primer lugar, por un lado, a los bárbaros; estos desfilaban ordenados por escuadrones y batallones. Después, a los griegos, pasando delante y sobre un carro, y a la Cilicia sobre un coche cubierto. Todos tenían los cascos de bronce, túnicas purpúreas y los escudos desenfundados.
II-17: Preparativos para la Batalla y Reacción de las Tropas
Después de que pasó delante de todos, habiendo tenido el carro de guerra ante el centro de la formación, y habiendo enviado a Pigres, el intérprete, junto a los generales de los griegos, ordenó que pusiesen en guardia las armas y que avanzase toda la línea de batalla. Estos comunicaron la orden a los soldados; y cuando sonó la trompeta, habiendo dispuesto las armas, avanzaban. Entonces, avanzando un tanto de prisa, espontáneamente se produjo una carrera de los soldados hacia las tiendas, lo que causó mucho miedo entre los bárbaros.
II-18: La Huida y la Admiración
Y no solo la Cilicia huyó sobre su coche cubierto, sino que también los del mercado, habiendo abandonado las mercancías, huyeron. Los griegos, con risa, llegaron a las tiendas. La Cilicia, habiendo visto la brillantez y el orden del ejército, se admiró. Y Ciro se alegró al ver el miedo de los bárbaros ante los griegos.
IV-7: La Deserción de Jenias y Pasión
Y Jenias, el general arcadio, y Pasión, el megareo, habiendo subido a un barco y puesto en él sus pertenencias, salieron navegando. Parecía, ciertamente, a la mayoría, que estaban resentidos porque Ciro permitía que Clearco tuviese a los soldados de ellos que se habían pasado al lado de Clearco, como para marchar a Grecia de nuevo y no contra el Rey. Y como estuviesen invisibles, corrió el rumor de que Ciro los perseguía con trirremes; y unos, ciertamente, deseaban que ellos, solo como cobardes, fuesen cogidos; otros, en cambio, los compadecían si fuesen capturados.
IV-11: El Avance hacia el Éufrates y la Revelación del Objetivo
Desde allí, avanzó en tres etapas, quince parasangas, hacia el río Éufrates, que tenía una anchura de cuatro estadios; y allí permaneció cinco días. Ciro, habiendo enviado a buscar a los generales de los griegos, les dijo que el camino sería contra el Gran Rey, hacia Babilonia; y ordenó que ellos dijeran estas cosas a los soldados y los persuadieran a continuar.
IV-12: La Reacción de los Soldados Griegos
Y estos, habiendo hecho una asamblea, anunciaban estas cosas; y los soldados se irritaban contra los generales, y decían que ellos, sabiendo estas cosas, se las ocultaron. Decían que no se moverían, a menos que alguien les diese dinero, como precisamente a los anteriores que habían ido al interior con Ciro junto al padre de Ciro; y esto no yendo a una batalla, sino llamando a Ciro su padre. Estas cosas los generales comunicaron a Ciro.
VII-1: La Revista Nocturna en Babilonia
Desde allí, avanzó a través de la región de Babilonia en tres etapas, doce parasangas. En la tercera etapa, Ciro pasó revista a los griegos y a los bárbaros de la llanura alrededor de la medianoche; pues parecía que para la siguiente aurora se presentaría el Rey con el ejército para luchar. Y ordenaba que Clearco, por una parte, estuviese al frente de la derecha, y Menón el Tesalio, de la izquierda; él mismo, en cambio, dispuso a los suyos.
VII-2: Desertores y Consejo de Guerra
Y después de la revista, junto con el día siguiente, se presentaron desertores del ejército del Gran Rey. Ciro, habiendo llamado a los generales y a los capitanes de los griegos, se aconsejaba con ellos sobre cómo librar la batalla, y él mismo los exhortaba, animándolos con estas palabras.
VIII-1: La Alerta de Pategeas
Y ya era alrededor de la hora de la plaza llena y estaba cerca del lugar donde tenía intención de hacer alto, cuando Pategeas, un hombre persa de los fieles alrededor de Ciro, apareció cabalgando con fuerza, con el caballo sudando; e inmediatamente, a todos con los que se encontraba, gritaba, tanto en lengua bárbara como griega, que el Rey con un numeroso ejército se acercaba, dispuesto para la batalla.
VIII-2: Ciro se Prepara para el Combate
Y Ciro, habiendo saltado del carro de guerra, vistió la coraza y, habiendo subido sobre su caballo, tomó las jabalinas en sus manos. A los demás, a todos, ordenaba que se armasen y fuesen a colocarse cada uno en su propia formación.
VIII-12: La Orden Crucial a Clearco
Y en esto, Ciro, pasando cerca de él con Pigres el intérprete y otros tres o cuatro, gritaba a Clearco que guiase el ejército frente al centro de los enemigos, porque allí estaba el Rey; y si en este punto fijo vencemos, todas las cosas estarán hechas por nosotros.
IX-2: La Juventud de Ciro
En efecto, primeramente, en verdad, todavía siendo niño, cuando se educaba así con su hermano, corrió con los otros niños, y era considerado el mejor de todos en todo.