Características y Autores Clave de la Poesía Social (Años 50)
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La Poesía Social de los Años Cincuenta: Gabriel Celaya, José Hierro y Blas de Otero
La lírica desarraigada desemboca de modo consecuente en la poesía social (años 50 y primeros 60). Los autores salen de su angustia interior y contemplan lo que ocurre en la calle. Su punto de vista cambia e intentan presentar con objetividad la vida colectiva española y sus conflictos, en un tono enérgico de testimonio, protesta y denuncia de la situación social. Quieren que la poesía (y por extensión el resto de los géneros literarios) sirva para transformar la realidad. Palabras como "compromiso" y "solidaridad" son las que mejor expresan el sentimiento de estos poetas que buscan compartir sus versos con el pueblo y que su obra no sea suya, sino de todos.
Desde el punto de vista estilístico, se apuesta por un tono sencillo y coloquial, un lenguaje cotidiano y se observa una cierta tendencia al prosaísmo. Los poetas más significativos de este tipo de poesía son antiguos poetas existenciales:
Gabriel Celaya
Gabriel Celaya, quien se había iniciado en la poesía surrealista (antes de la Guerra) y cultivado la poesía desarraigada, se convierte en el principal "adalid" de la poesía social con obras como Las cartas boca arriba y Cantos iberos. Defiende una poesía no elitista, dirigida a las mayorías que sirva de vehículo para modificar el mundo ("poesía herramienta", "Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse", "la poesía no es un fin en sí. La poesía es un instrumento para transformar el mundo").
Blas de Otero
Blas de Otero desarrolla su producción en tres etapas:
Poesía desarraigada
Estremecedora por su tono desgarrado, centrada en la búsqueda angustiosa de Dios, del amor y del sentido de la existencia humana. Desde el punto de vista formal, destaca por la sucesión de encabalgamientos abruptos que sirven para expresar el ahogo del poeta que se encuentra ante el abismo del vacío existencial. Así, en Ángel fieramente humano y en Redoble de conciencia.
Poesía social
Es un intento de implicarse con los problemas colectivos de España y salir de la burbuja personal ("Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre / aquel que amó, vivió, murió por dentro / y un buen día bajó a la calle: entonces / comprendió y rompió todos sus versos"). Es una poesía centrada en los problemas de España y una denuncia de las injusticias que aquí tenían lugar. A esta etapa pertenecen Pido la paz y la palabra, En castellano y Que trata de España.
Poesía experimental
Supone un importante cambio formal. Obra fundamental: Hojas de Madrid.
José Hierro
José Hierro sigue caminos paralelos a los de los dos autores precedentes. Inicialmente, inclinado por la poesía que habla de la angustia y soledad del hombre en un mundo que no comprende (lírica existencial en obras como Tierra sin nosotros y Alegría), explora posteriormente la vía solidaria, nunca ajena a Hierro, pero, hasta entonces, sostenida en penumbra; no es, sin embargo, la suya una poesía social al uso, y esta diferencia desencadena, con anticipación de años, los mecanismos superadores de un realismo que por entonces amordazaba a la poesía española.
Se vale de elementos coloquiales pero de gran tensión lírica, para crear unos versos muy hermosos y muy trabajados en sus aspectos estilísticos y rítmicos. La obra más sobresaliente de este período es Quinta del 42. Sin embargo, tal vez sus mejores poemarios son los últimos Libro de las alucinaciones y Agenda.