Características del Clima y Recursos Hídricos en España
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Elementos del Clima en la Península Ibérica
Las Temperaturas
Disminuyen a medida que nos acercamos al sur de la península Ibérica; igualmente, la altitud contribuye al descenso térmico, aproximadamente 1ºC cada 100 m de altitud.
Las Precipitaciones
Son más abundantes al norte y oeste. Podemos distinguir, en función de la cantidad de lluvia recogida, tres zonas en España:
España húmeda
Norte, noroeste y grandes sistemas montañosos. Presenta valores por encima de los 800 mm anuales. Por el componente mayoritario de los vientos (del oeste y, por tanto, del Atlántico), Galicia y la cornisa cantábrica presentan los mayores índices pluviométricos, junto con los sistemas montañosos, destacando la Sierra de Grazalema.
España seca
Interior y zona mediterránea: precipitaciones entre 300 y 700 mm anuales. Son regiones con una prolongada sequía estival.
España árida
Sudeste y zonas localizadas del interior. Sus precipitaciones son extremadamente irregulares y no suelen superar los 270 mm anuales.
Grado de Humedad, Evaporación y Aridez
Este es un elemento de interés fundamentalmente para la actividad humana, especialmente la agricultura y la ganadería, destacando su importancia en regiones como Extremadura.
Insolación y Nubosidad
Horas de sol diarias. Depende de la humedad del aire, de la nubosidad y de la época del año. En términos generales, la nubosidad es más abundante al norte de la península Ibérica que en el sur.
Presión y Vientos
La diferencia de presión entre masas de aire es la que origina los vientos, por eso es importante poder cartografiar la distribución de la presión en la atmósfera. Esto se consigue a través de las isobaras (líneas que unen puntos de igual presión en la atmósfera, similares a las curvas de nivel en un mapa topográfico). Hay que tener en cuenta que la presión media está en los 1013 milibares.
Recursos Hídricos en España
Introducción
La importancia del agua es incuestionable. Su presencia en la Tierra, en el cuerpo humano o en las plantas, no solo es imprescindible sino que es el componente que se encuentra en mayor cantidad. De ahí la necesidad de su estudio, toda vez que podemos afirmar que agua hay mucha, pero no está homogéneamente repartida, ni todos los estados físicos del agua permiten su aprovechamiento (el agua de los polos, por ejemplo). A la vez, hay que considerar que el crecimiento demográfico lleva aparejado un mayor consumo. El agua es, pues, un bien escaso a escala planetaria.
¿Y en España? La respuesta es similar: hay recursos hídricos suficientes para el abastecimiento de la población y de sus actividades productivas, pero estos recursos están desigualmente repartidos por la península Ibérica, coherente con la distribución de sus climas y del relieve.
Actualmente en España existe un debate público entre diferentes territorios por el reparto del agua, en el que participan no solo agentes políticos sino asociaciones de ciudadanos (ecologistas, colegios profesionales, comunidades de regantes, sindicatos agrarios, ...). El debate gira en torno a la posibilidad de trasvasar agua de unas zonas a otras. Las consecuencias de optar por unas posturas u otras afectan al tejido productivo, sobre todo agropecuario, de ahí su enorme interés. Y a la sostenibilidad de nuestro patrimonio natural (fauna, vegetación, suelos,...).
Por el momento, no hay mucho acuerdo. Vamos, en nuestro caso, a poner en claro los conceptos geográficos necesarios para poder entender dicho debate.
La Red Hidrográfica de España
Toda el agua que corre por la superficie del territorio español conforma la red hidrográfica española, cuya distribución es irregular.