Características y Evolución de la Pintura Barroca: Caravaggio y el Tenebrismo
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Pintura Barroca
El **Barroco pictórico** se constituyó en el vehículo más singular para la expansión de las ideas de la **Contrarreforma**, valiéndose de un arte basado en lo natural, en la realidad externa de un mundo de formas efímeras y cambiantes, pero verosímiles; de un mundo donde los milagros tuvieran cabida real. Este interés por el **naturalismo** llevó a los artistas a la representación de nuevos temas, como las escenas de género y el bodegón. Por otra parte, el arte barroco siguió gustando de la pintura profana y también del retrato político, puesto en boga por las nuevas monarquías autoritarias de Europa.
La nueva estética se sirvió de novedosos recursos para su desarrollo, como el **movimiento**, la **tensión** y los **contrastes**, tanto cromáticos como luminosos y compositivos.
Pueden distinguirse tres grandes tendencias: **clasicista**, **naturalista**, **decorativa** y de **vistas**.
Caravaggio y el Tenebrismo
Apareció un nuevo modo pictórico de entender el mundo, basado en un acercamiento tal a la realidad que las escenas representadas pareciesen verídicas. A esta nueva interpretación contribuyeron las tesis de la Contrarreforma.
En este contexto, apareció la excepcional figura de **Caravaggio**.
En 1595, pinta su primera obra de calidad, **Baco**. Aunque todavía muy influida por el manierismo y la pintura de bodegón, se nos revela aquí el autor como un gran artista integrador de modos diferentes, fundiendo la pintura de raíz mitológica con la naturaleza muerta. Baco, dios de rostro ambiguo y gélida impresión clásica, se recorta volumétrico sobre el fondo oscuro, acentuando la sensación de frialdad. El pintor se emplea a fondo en la representación de las calidades de los objetos, como el vidrio, las frutas o los textiles.
La Cena de Emaús supone un punto de inflexión en su carrera, pues, aunque sigue insistiendo en el bodegón, aparecen aquí algunos elementos que serán definitorios de su pintura madura: la creación de mayor profundidad en el cuadro a través de la perspectiva y los escorzos, pero, sobre todo, la introducción de tipos vulgares como personajes sagrados y el oscurecimiento progresivo de la escena. Todo ello llevó a la configuración de una pintura caracterizada por el retrato de personajes de la calle, encontrados en las tabernas, que rezumaban vulgaridad e incluso, al ser presentados como santos, irreverencia religiosa; pero que, por su proximidad a la realidad, podían hacer más creíbles las historias de los Evangelios a los ojos del pueblo. Esta nueva forma de hacer se ha llamado **naturalismo**. Además, para potenciar determinados aspectos, contrastando las escenas y dotándolas de mayor tensión, dispuso unos espacios oscurecidos, donde la luz, a modo de potente foco, ilumina parcialmente las formas, estilo que ha sido denominado **tenebrismo**.