Causalidad: Perspectivas Filosóficas y la Quinta Vía de Tomás de Aquino

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¿Cómo conocemos la causalidad como una relación real?

Conocemos la realidad de la relación de causa y efecto de manera evidente. Es evidente que la causa eficiente influye en que el efecto exista. La causa final no es tan evidente; no siempre conocemos las causas finales intermedias.

Kant y Aristóteles: Dos Visiones de la Causalidad

Kant sostiene que obtenemos información a partir de los sentidos, y que estos (gracias a la inteligencia) se ordenan en categorías, como los accidentes y las sustancias. También están las categorías de causas (los “hechos anteriores”) y las categorías de efectos (los “hechos posteriores”). Para Kant, la causalidad es lo que relaciona (a partir de la inteligencia) estas dos últimas categorías. Por lo tanto, distinguimos que, por ejemplo, el esculpido de una escultura es algo que tiene una causa y un efecto, pero que no está en la naturaleza, sino que es la inteligencia la que lo ordena y nos permite encontrar su orden, su causalidad. En otras palabras, un hecho no lleva inherentemente a otro hecho; es la inteligencia la que establece la conexión.

Contrariamente, Aristóteles sostiene que uno puede obtener información a partir de los sentidos (sin sentidos sería imposible captar algo) y que es la inteligencia la que puede encontrar el orden que tiene ese objeto (lee el orden de la naturaleza). Pero, para Aristóteles, la causalidad ya está ordenada en la naturaleza misma; es real y objetiva.

La Quinta Vía de Tomás de Aquino: Argumento de la Providencia Divina

Tomás de Aquino, en su Summa Theologica, presenta cinco vías para demostrar la existencia de Dios. La quinta vía se basa en la observación del orden y el propósito en el mundo natural:

  1. Primer paso: Observamos que hay cosas que carecen de conocimiento y actúan por un fin, porque actúan siempre o muy frecuentemente de la misma manera para llegar a lo que es mejor para ellas o para el conjunto.
  2. Segundo paso: ¿Cómo pueden actuar por un fin, si no conocen el fin? Debe haber alguien que conozca el fin: una inteligencia; y que los dirija hacia ese fin. Si no, no podrían dirigirse a ese fin. ¿Es esto producto del azar? Cuando no entendemos algo, a menudo decimos que es por azar. Por ejemplo, cuando se lanzan los dados decimos que es fruto del azar, pero en realidad es fruto de condiciones y factores que determinaron ese número en el dado.
  3. Tercer paso: Por lo tanto, existe un ser inteligente por el cual todas las cosas naturales se ordenan; ese ser es Dios.

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