Causas del Imperialismo Europeo: Un Vistazo a la Expansión Colonial del Siglo XIX

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Las Raíces del Imperialismo Moderno: Causas y Contexto Histórico (Siglo XIX)

Hacia el año 1880, existían dos grandes conjuntos de territorios coloniales. Uno de ellos era el resultado de la expansión europea desarrollada entre los siglos XV y XVII; el otro, más reciente, se produjo como consecuencia de la Revolución Industrial.

La última oleada expansionista, denominada expansión imperialista, tuvo lugar a lo largo del último tercio del siglo XIX, cuando las grandes potencias europeas se lanzaron a la conquista de materias primas y de nuevos mercados. Este fue uno de los acontecimientos clave de la historia contemporánea.

Las causas de este impulso colonialista hay que buscarlas en el espíritu imperialista que se apoderó de Europa. No se trataba solo del expansionismo por necesidades mercantiles, sino que implicaba un control territorial y político de las zonas ocupadas.

Causas Políticas del Imperialismo

Hasta 1870, los gobiernos europeos no fueron partidarios de una expansión colonial masiva. Su interés se centraba tan solo en el control de los grandes ejes de la circulación marítima y terrestre (como Suez y Panamá), ya que la navegación a vapor exigía la disposición de puntos estratégicos de avituallamiento para las flotas. Cuando la rivalidad entre los estados europeos lo aconsejaba, estas bases eran utilizadas como instrumento de presión.

La política imperialista se desarrolló como una secuencia de demostraciones de fuerza y poder de los países europeos enfrentados entre sí. Las aspiraciones imperiales que surgieron en Europa en el último tercio del siglo XIX dieron lugar a un extraordinario auge del colonialismo.

A las razones estratégicas se añadieron motivos de prestigio, como fue el caso de la expansión francesa en Argelia, impulsada por Carlos X en un intento de consolidar su trono. Causas similares se encuentran tras la política de anexión de nuevos territorios desarrollada por Francia tras su derrota frente a Prusia en 1870.

En otras ocasiones, las motivaciones fueron diversas:

  • La teoría económica avalaba la acción política.
  • Algunos aducían razones divinas para justificar su exacerbado nacionalismo y su espíritu imperialista.
  • Gran Bretaña basó en razones demográficas su expansión imperial.

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