La Era Cenozoica: Transformaciones Geológicas, Glaciaciones y el Origen Humano

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La Era Cenozoica: Transformaciones Geológicas y Climáticas

Durante la Era Cenozoica, la más reciente en la historia geológica de la Tierra, se registró una intensa actividad volcánica, acompañada de significativos plegamientos y fallas en la superficie terrestre. Fue entonces cuando se formaron las cadenas montañosas más imponentes del planeta: los Himalayas en Asia, los Andes en Sudamérica y las Rocosas en Norteamérica. En este periodo, la Tierra adquirió sus características actuales.

Esta era se caracterizó por diversos períodos de descenso drástico de la temperatura, lo que provocó el avance de grandes masas de hielo (glaciares) desde los polos. En el hemisferio norte, estas glaciaciones cubrieron vastas extensiones de Norteamérica, Europa y Asia.

Surgimiento de la Vida Humana

La Era Cenozoica (del griego "vida reciente") abarca los últimos 60 millones de años de la historia de la Tierra. Hace aproximadamente dos millones de años, surgieron en la Tierra los primeros homínidos. Mucho más tarde, hace unos 50.000 años, ya encontramos evidencia de los primeros Homo sapiens, quienes dominaban el uso del fuego y de la piedra.

Estratigrafía: El Estudio de las Rocas Estratificadas

La estratigrafía es la rama de la geología que se dedica al estudio e interpretación de las rocas sedimentarias, metamórficas y volcánicas estratificadas. Su objetivo es la identificación, descripción, secuencia (tanto vertical como horizontal), cartografía y correlación de las unidades estratificadas de rocas.

Glaciaciones: Fenómenos de Hielo y Movimiento

Las glaciaciones, como las de los períodos GUNZ, MINDEL, RISS y WURM, son fenómenos geológicos definidos por la presencia de glaciares. Los glaciares son masas de hielo que, al acumularse en grandes espesores, se comportan como un material plástico y se desplazan por influencia de la gravedad.

Existen numerosas clasificaciones de los glaciares, pero tradicionalmente se dividen en dos grandes tipos:

  • Glaciares regionales
  • Glaciares locales

Glaciares Regionales (Inlandsis)

También conocidos como inlandsis, son enormes extensiones de hielo con un perfil ligeramente convexo en forma de casquete, que cubren vastas superficies de terreno, independientemente de la topografía subyacente. En ocasiones, las cumbres más altas no cubiertas por el glaciar permanecen visibles, denominadas nunataks.

Estos glaciares se mueven desde las zonas donde el hielo es más espeso y pueden llegar hasta el mar, desde donde se desprenden grandes bloques de hielo, conocidos como icebergs.

Los principales inlandsis se encuentran sobre la Antártida y Groenlandia.

Los casquetes glaciares presentan temperaturas extremadamente bajas (entre -25 °C y -40 °C), lo que minimiza los fenómenos de fusión y recongelación. La nieve, que cae en pequeñas cantidades, se transforma lentamente en hielo, formando una espesa capa de neviza.

Glaciares Locales

Son mucho más numerosos, pero significativamente más pequeños, menos espesos y más variados en su forma. Se encuentran en áreas montañosas y se adaptan a la morfología del relieve que cubren.

Los glaciares de casquete, de plataforma, de fiell o escandinavos cubren superficies de cumbres por encima de las nieves perpetuas y pueden emitir lenguas de hielo que se canalizan por los valles.

Los glaciares alpinos o de valle se forman en zonas montañosas con importantes precipitaciones de nieve. Constan de una zona de recepción y acumulación de neviza (el circo glaciar), que suele ser un área deprimida entre paredes rocosas, situada por encima de las nieves perpetuas. Desde allí, una lengua de hielo se encaja en un valle fluvial preexistente.

En el caso de algunos glaciares alpinos, la lengua de hielo puede extenderse hasta la zona llana, saliendo del valle y expandiéndose para formar un lóbulo o glaciar de piedemonte.

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