Ciclos Económicos del Siglo XX: De la Prosperidad de los Años 20 a la Gran Depresión
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Prosperidad y Crisis Económica y Social en el Periodo de Entreguerras
El periodo posterior a la Primera Guerra Mundial, especialmente a principios de los años veinte, marcó una etapa de profundas transformaciones económicas y sociales en Europa. Tras el devastador conflicto, el continente se enfrentó a una severa crisis caracterizada por la escasez de productos y una inflación galopante.
Uno de los países más afectados fue Alemania, que tuvo que hacer frente, simultáneamente, a la crisis interna y al oneroso pago de las indemnizaciones de guerra impuestas por los tratados de paz.
Los Felices Años Veinte: Auge y Transformación Social
Hacia mediados de los años veinte, la economía mundial experimentó una notable recuperación y un crecimiento estable. Estados Unidos y Japón fueron los primeros en recuperarse, ya que su infraestructura industrial no había sido devastada por la guerra. Estados Unidos, además, contribuyó significativamente a la recuperación de los países europeos, ofreciéndoles préstamos y vendiéndoles todo tipo de productos.
Con la prosperidad económica, la sociedad se transformó radicalmente: de los sufrimientos y privaciones de la guerra se transicionó a un estilo de vida donde predominaban la diversión y el consumo. Esta década, conocida como los Felices Años Veinte, fue un periodo de efervescencia cultural y social.
En estos años, proliferaron los espectáculos y se popularizaron medios como la radio, el cine y las estrellas cinematográficas, que se convirtieron en íconos de una nueva era. El consumo se reactivó, a la vez que se incrementaba la inversión en empresas que cotizaban en bolsa, dado que estas proporcionaban beneficios abundantes en poco tiempo, atrayendo a numerosos inversores.
La Crisis de los Años Treinta: Origen y Consecuencias de la Gran Depresión
A finales de los años veinte, esta era de prosperidad llegó a su fin con el inicio de una profunda depresión económica en Estados Unidos, que se prolongó a lo largo de la década siguiente y acabó drásticamente con el estilo de vida de la etapa anterior. Esta crisis, conocida como la Gran Depresión, tuvo múltiples causas:
- Sobreproducción industrial: La industria de Estados Unidos producía más artículos de los que la sociedad podía consumir, lo que llevó a un exceso de oferta y a la acumulación de inventarios.
- Colapso agrícola: El sector agrícola se arruinó porque el cierre de fábricas y el aumento del desempleo redujeron drásticamente la compra de productos agrícolas, afectando a los agricultores.
- Especulación bursátil y pánico financiero: Cuando las empresas que cotizaban en bolsa comenzaron a tener problemas y sus valores cayeron, los accionistas buscaron vender en masa sus acciones, desencadenando el famoso Crack del 29.
La crisis se extendió rápidamente a Europa y a otros lugares del mundo, debido a que Estados Unidos solicitó a los países europeos la devolución de los préstamos concedidos, lo que agravó su ya frágil situación económica.
Las consecuencias fueron devastadoras: muchas empresas europeas cerraron debido a la caída de sus ventas; los bancos se hundieron por la falta de liquidez; los salarios bajaron y el desempleo aumentó drásticamente. Esta situación afectó gravemente al comercio mundial, ya que los países adoptaron medidas proteccionistas para intentar salvaguardar sus economías internas.
El nivel de vida del conjunto de la población descendió significativamente, lo que generó un gran descontento hacia el sistema capitalista y provocó numerosas protestas contra los gobiernos democráticos, abriendo la puerta a cambios políticos y sociales profundos.