Ciudadanía: Derechos, Deberes y Evolución Histórica
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Un ciudadano o ciudadana es el habitante de un estado que tiene unos derechos políticos y puede ejercerlos. El ciudadano posee un estatus legal que le diferencia del que no lo es.
Poseer la ciudadanía supone:
- Formar parte de una comunidad de iguales por lo que respecta a los derechos y a los deberes. Todos los ciudadanos comparten unos mismos derechos y deberes con independencia de su religión, sexo o cultura.
- Participar en la toma de decisiones que afectan a todos. Ser ciudadano no significa limitarse a satisfacer los deseos personales y ser depositarios pasivos. Esta posibilidad de participación solo se produce en los sistemas políticos democráticos.
- Participar en un proyecto común de convivencia de acuerdo a un ideal de conducta cívica. Ser ciudadano significa que, aunque se produzcan situaciones de conflicto, la relación con los demás tiene que estar determinada por el diálogo y la cooperación.
- Potenciar lo que es común entre los seres humanos. La ciudadanía es la conciencia de vivir, a pesar de nuestras diferencias, en un mundo compartido.
La ciudadanía es una realidad que ha evolucionado alrededor de unos derechos y unos deberes asignados a un conjunto de individuos. La ciudadanía solo es posible cuando existe una idea de Estado. Han existido diversas formas de organización social previas a la idea de ciudadanía:
- Formas primitivas: vínculos familiares y de dominio por la fuerza física.
- La sociedad feudal: basada en la relación entre el señor feudal y sus vasallos. Se trata de una relación jerárquica en la que el señor proporciona seguridad a los vasallos.
- La monarquía absolutista y la tiranía: son sociedades en las que una única persona, el monarca o el tirano, se encuentra por encima del resto.
Ciudadano Estatal y Cosmopolita
- Se habla de ciudadano estatal como miembro de una comunidad de iguales que participan activamente en la toma de decisiones políticas.
- El concepto de ciudadano cosmopolita supone considerar que todos los miembros de la humanidad son iguales y dignos y merecen compartir los mismos derechos y deberes.
El cosmopolitismo se basa en dos aspectos señalados por Anthony Appiah:
- Tenemos obligaciones que se extienden más allá de aquellos a quienes nos vinculan lazos de parentesco.
- Debemos tomar en serio el valor, no solo de la vida humana, sino también de las vidas humanas particulares.
El cosmopolitismo se opone al nacionalismo.
Estoicismo
El estoicismo introdujo la idea de ciudadano del mundo o de cosmopolitismo. Para los estoicos, una persona era ciudadano de su ciudad, pero también era ciudadano de una comunidad ideal, fundada en la idea de que existe un orden moral natural independiente de la propia patria. La idea de ciudadano del mundo supone reconocer que detrás de todas las diferencias culturales, los seres humanos comparten unos rasgos comunes, principalmente, la capacidad de razonar.
Valores Cívicos
Ser ciudadano supone poseer unos derechos, pero también unos deberes que hay que llevar a la práctica. Las obligaciones ciudadanas pueden ser legales o cívicas.
- Legales: Vienen impuestas por la ley, por ejemplo, pagar impuestos.
- Cívicas: Suponen ser consciente de lo que significa vivir en comunidad y obrar en consecuencia, por ejemplo, no ensuciar o romper los equipamientos de la ciudad.
Los valores cívicos son aquellos que hacen que el mundo sea habitable o, según apunta Adela Cortina, aquellos sin los cuales el individuo carece de humanidad. Los valores cívicos se caracterizan por ser universales, es decir, por poder ser asumidos por todos y por contribuir a una vida mejor.