Ciudadanía: Evolución Histórica y Doble Raíz

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Concepto de Ciudadanía

Definición usual: La ciudadanía se define por dos rasgos fundamentales:

  1. La pertenencia a una comunidad política que se asienta de un modo permanente en un territorio.
  2. El disfrute de unos derechos que deben ser protegidos por la ciudad o el estado, y la posibilidad de participar en las tareas del gobierno.

La Ciudadanía en la Democracia Griega: La Tradición Política

En la Grecia antigua, cada ciudad (polis) era un pequeño estado autónomo y con autarquía. Ser ciudadano significaba, sobre todo, participar activamente en la política y en las tareas del gobierno de la polis. El ciudadano tenía la responsabilidad de acudir a la Asamblea y tomar parte en los debates públicos acerca de los problemas de la ciudad. Las reuniones se celebraban en el ágora, un espacio público. La mayor parte de los cargos públicos se asignaban mediante sorteo, para ser ejercidos por un año. La edad mínima para ser admitido como ciudadano estaba fijada en treinta años.

Para los griegos, ser ciudadano significaba ocuparse de las cuestiones públicas mediante la deliberación (dar opiniones y debatir), complementada con la votación. Tres principios regían la participación en la Asamblea:

  1. Isonomía (igualdad ante la ley)
  2. Isegoría (igualdad de palabra)
  3. Koinonía (comunidad para alcanzar el bien público, o el bien de todos, en lugar de centrarse en lo particular)

La Ciudadanía en la Antigua Roma: La Tradición Jurídica

En la antigua Roma, el ciudadano era quien gozaba de la protección jurídica otorgada por las leyes y las instituciones. Actuaba bajo la ley y esperaba la protección de la ley a lo largo y ancho de todo el imperio. El civis latino es distinto del polités griego; es un título jurídico que permite reclamar ciertos derechos. Un ejemplo de esto se puede leer en los "Hechos de los Apóstoles" de Pablo Tarso, donde se describe su tipo de ciudadanía.

Limitaciones de la Ciudadanía Antigua

  1. Ciudadanía excluyente: Eran ciudadanos los varones adultos que reunían ciertos requisitos establecidos por las leyes, quedando excluidas las mujeres, los niños, los extranjeros y los esclavos. Esta población carecía del estatuto de autonomía.
  2. Libertad e igualdad restringida: Solo se consideraba libres e iguales a los miembros con condición de ciudadanos, y no a todo ser humano por el hecho de serlo.
  3. Protección insuficiente: Los derechos individuales no estaban suficientemente protegidos frente a posibles abusos de las autoridades.

La Doble Raíz de la Ciudadanía Moderna

La ciudadanía moderna surge de la combinación de dos tradiciones: la participación política a través de la deliberación (origen griego) y la protección legal (origen romano).

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