Ciudadanía global y justicia económica en un mundo globalizado: Una perspectiva desde Adela Cortina
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Para Adela Cortina, ser ciudadano es lo contrario a ser súbdito, lo que implica el poder y el deber de participar en las decisiones que nos afectan para mantener la autonomía en nuestra vida pública. En este sentido, sostiene que, en el ámbito económico, dicha participación es crucial y debería llevarnos a percatarnos de nuestra condición de ciudadanos del mundo y de las contradicciones de nuestro modo de producción capitalista, que, al globalizarse, tiene repercusiones más allá de nuestras fronteras.
Planteamiento del problema
El punto de partida es la pobreza mundial y la creciente desigualdad en el contexto de la globalización.
Enfoque de Cortina desde la ética del discurso
Cortina insiste en la participación ciudadana en la toma de decisiones que le afectan y en el necesario avance hacia un Estado de Justicia como rearticulación del Estado de Bienestar. En el Estado de Justicia, se protegen los derechos básicos y se satisfacen a partir de un mínimo decente.
- Se hace referencia al enfoque de las capacidades de Amartya Sen y a la teoría de los stakeholders, en las que, de un modo aplicado, se concreta su visión.
Derechos humanos y su interdependencia
Los derechos humanos han de ser sostenidos por el compromiso de los ciudadanos y no son solo deberes de los Estados. Igualmente, se observa la idea de la interdependencia entre los distintos derechos humanos: Cortina alude al deber de acoger adecuadamente a los inmigrantes y cómo es conveniente que dicho deber se vea acompañado -para ser efectivo- con la reducción paulatina de las desigualdades económicas. Esto quiere decir, en definitiva, que los derechos de segunda generación se complementan con los de tercera (culturales y de solidaridad) y se necesitan mutuamente (y ambos se apoyan y consolidan a los de primera).
Democracia como "modo de vida"
Con ello, también se subraya que la democracia no es solo un mecanismo de elección de representantes según la regla de la mayoría, sino que, como "modo de vida", tiene su núcleo moral en el reconocimiento de la dignidad de todos los ciudadanos.