Clasificación de Minerales y el Dinámico Ciclo de las Rocas

Clasificado en Geología

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Clasificación de los Minerales

Los minerales son sustancias naturales, sólidas, inorgánicas, con una composición química definida (o variable dentro de ciertos límites) y una estructura cristalina característica. Se clasifican en función de su composición química, principalmente según el anión o grupo aniónico dominante.

Elementos Nativos

Minerales constituidos por un único elemento químico, que puede ser un metal (ej. oro (Au), plata (Ag), platino (Pt), cobre (Cu)) o un no metal (ej. azufre (S), diamante (C) y grafito (C), que son alótropos del carbono).

Sulfuros y Sulfosales

Los sulfuros son compuestos de azufre (S2-) con uno o más metales o semimetales (metaloides). Las sulfosales son estructuralmente más complejas, conteniendo también azufre y metales, pero con semimetales como arsénico (As), antimonio (Sb) o bismuto (Bi) jugando un papel similar al de los metales en la estructura. Muchos de estos minerales son opacos, tienen brillo metálico, alta densidad, colores vivos y rayas características. Son importantes menas metálicas. Ejemplos: pirita (FeS2), calcopirita (CuFeS2), galena (PbS), esfalerita (ZnS) y cinabrio (HgS).

Óxidos e Hidróxidos

Los óxidos son minerales en los que el oxígeno (O2-) se combina con uno o más elementos metálicos. Los hidróxidos contienen el grupo hidroxilo (OH-) o moléculas de agua (H2O) en su estructura. Muchos óxidos son económicamente importantes como menas metálicas. Ejemplos de óxidos: hematites (Fe2O3) y magnetita (Fe3O4) (menas de hierro), cromita (FeCr2O4) (mena de cromo), pirolusita (MnO2) (mena de manganeso), casiterita (SnO2) (mena de estaño) y uraninita (UO2) (mena de uranio). Un ejemplo de hidróxido es la goethita (FeO(OH)).

Haluros

Compuestos formados por la combinación de un anión halógeno (F-, Cl-, Br-, I-) con un catión metálico. Generalmente presentan empaquetamientos iónicos compactos que dan lugar a estructuras de alta simetría, y suelen ser blandos y solubles en agua. Son ejemplos la halita (sal común, NaCl), donde la distribución de los iones es cúbica centrada en las caras (estructura tipo NaCl), la fluorita (CaF2) y la silvina (KCl).

Carbonatos

Minerales formados por la combinación de uno o más cationes metálicos con el anión carbonato (CO32-), que es su unidad estructural básica. Reaccionan con ácido clorhídrico diluido produciendo efervescencia. Minerales como la calcita (CaCO3) y la dolomita (CaMg(CO3)2) son los principales constituyentes de las rocas carbonatadas (calizas y dolomías).

Sulfatos

Minerales que contienen el anión sulfato (SO42-) como unidad fundamental, combinado con cationes metálicos. Suelen ser minerales blandos, de baja densidad y a menudo transparentes o translúcidos, con colores claros. Los sulfatos más comunes en la naturaleza incluyen la baritina (BaSO4), un sulfato anhidro, y el yeso (CaSO4·2H2O), un sulfato hidratado de gran importancia industrial.

Silicatos

El grupo más abundante y diverso de minerales. Su unidad estructural básica es el tetraedro de sílice-oxígeno (SiO44-). Estos tetraedros pueden estar aislados o unirse entre sí de diversas maneras (compartiendo oxígenos) y combinarse con una gran variedad de cationes metálicos. Constituyen más del 90% del volumen de la corteza terrestre y el manto, representando aproximadamente dos tercios de todas las especies minerales conocidas. Los silicatos son los principales minerales petrogenéticos, es decir, formadores de rocas. Ejemplos destacados incluyen: feldespatos (como la ortoclasa -KAlSi3O8- y las plagioclasas -(Na,Ca)Al(Si,Al)Si2O8-), cuarzo (SiO2), piroxenos, anfíboles, micas (como la moscovita y la biotita), minerales de la arcilla y el olivino ((Mg,Fe)2SiO4).

El Ciclo de las Rocas

Los distintos tipos de rocas (ígneas, sedimentarias y metamórficas) se encuentran interconectados a través de una serie de procesos geológicos que constituyen el denominado ciclo de las rocas. Este ciclo ilustra cómo las rocas pueden transformarse de un tipo a otro a lo largo del tiempo geológico.

Formación de Rocas Ígneas

El ciclo puede comenzar con la fusión de rocas preexistentes en el interior de la Tierra, generalmente en zonas de bordes de placa tectónica o puntos calientes, formando un magma (roca fundida). Este magma, al ser menos denso que las rocas circundantes, tiende a ascender hacia la superficie. Al enfriarse y solidificarse, da lugar a las rocas ígneas. Según dónde ocurra el enfriamiento, se distinguen:

  • Rocas plutónicas (o intrusivas): Se forman cuando el magma se enfría lentamente en profundidad, en el interior de la corteza terrestre. Este enfriamiento pausado permite el desarrollo de cristales grandes y visibles. Ejemplos: granito, gabro.
  • Rocas volcánicas (o extrusivas): Se originan cuando el magma (denominado lava al alcanzar la superficie) se enfría rápidamente en la superficie terrestre o muy cerca de ella, a menudo debido a erupciones volcánicas. El enfriamiento rápido impide la formación de cristales grandes, resultando en texturas de grano fino o vítreas. Ejemplos: basalto, riolita.

Formación de Rocas Sedimentarias

Una vez expuestas en la superficie, todas las rocas (ígneas, sedimentarias o metamórficas), especialmente en áreas elevadas como las cadenas montañosas, están sometidas a los procesos de meteorización (descomposición física y química) y erosión (remoción y transporte de los materiales resultantes por agentes como el agua, el viento o el hielo). Los fragmentos de roca y minerales disueltos, denominados sedimentos, son transportados y depositados en diversos ambientes, como ríos, lagos y, fundamentalmente, en las cuencas sedimentarias (ej. cuencas oceánicas al borde de los continentes), donde pueden acumularse en capas de gran espesor (miles de metros).

Con el tiempo, y a medida que se entierran bajo nuevas capas de sedimentos, estos materiales sufren procesos de compactación (reducción de poros por el peso suprayacente) y cementación (precipitación de minerales en los poros que unen los granos). Este conjunto de procesos, conocido como diagénesis, transforma los sedimentos sueltos en rocas sedimentarias consolidadas. Ejemplos: arenisca, lutita, caliza.

Formación de Rocas Metamórficas y Continuación del Ciclo

Cualquier tipo de roca (ígnea, sedimentaria o incluso otra roca metamórfica) que sea sometida a condiciones de presión (P) y temperatura (T) elevadas, diferentes a las de su formación original, pero sin llegar a la fusión completa, puede experimentar transformaciones en su mineralogía, textura y estructura. Estos cambios en estado sólido dan origen a las rocas metamórficas. Los procesos tectónicos, como la colisión de continentes (convergencia de placas) o la intrusión de magmas calientes en rocas encajantes, son los principales causantes del metamorfismo. Ejemplos: pizarra, esquisto, gneis, mármol.

Si las condiciones de presión y temperatura continúan aumentando, las rocas metamórficas (o cualquier otro tipo de roca) pueden finalmente alcanzar su punto de fusión, generando un nuevo magma. Este magma, al enfriarse, formará nuevas rocas ígneas, cerrando así el ciclo y demostrando la naturaleza dinámica y continua de los procesos geológicos terrestres.

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