Claves de La Casa de Bernarda Alba: Simbolismo, Estructura y Personajes
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Introducción al Fragmento Dramático: La Casa de Bernarda Alba
El texto que nos ocupa es un fragmento continuo perteneciente al ámbito literario, específicamente al subgénero dramático o teatral. Procede de la célebre obra La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca y se compone de trece intervenciones dialogadas.
Estructura de las Ideas y Puntos Clave
Las ideas de este texto dialogado se organizan según una estructura deductiva, evolucionando de lo general a lo particular. La conversación entre las criadas se inicia con la "ceguera" de Bernarda Alba ante el malestar de sus hijas y, progresivamente, detalla los hechos y circunstancias que hacen insostenible la convivencia familiar.
Síntesis de las Intervenciones
- Afirmación de Bernarda Alba: Expresa la tranquilidad que siente al creer tener la situación en su casa bajo control.
- Valoración de las criadas: Analizan la actitud de Bernarda frente a los problemas que se niega a admitir, destacando:
- El orgullo que le impide ver la realidad de sus hijas.
- El empeoramiento de la situación con las hijas, que amenaza con una inminente rebelión.
- El amor de Pepe el Romano como principal causa de rivalidad entre las hermanas.
- El temor a un desenlace fatal que frustre los planes de Bernarda.
- El anhelo de La Poncia por vivir en libertad.
Intención Comunicativa del Autor
La intención comunicativa de Lorca en esta escena es revelar el punto de vista de las criadas sobre la orgullosa ceguera de Bernarda Alba, quien se niega a reconocer los graves problemas que afectan la convivencia familiar y la paz en su hogar.
Mecanismos de Cohesión Textual
Para reforzar la coherencia del texto, se emplean diversos mecanismos de cohesión:
- Cohesión semántica: Se observa la repetición léxica del término “hombres” (líneas 7 y 9 del texto original), lo cual subraya la figura de Pepe el Romano como el principal foco de discordia entre las hijas de Bernarda.
- Cohesión sintáctica: El uso del conector de contraste “pero” (línea 9 del texto original) permite al autor contraponer diferentes puntos de vista y tensiones en el diálogo.
Análisis Gramatical y Simbólico
Análisis de la Oración: "A mí me gustaría cruzar el mar y dejar esta casa de guerra."
Esta es una oración compuesta por subordinación sustantiva. La función de sujeto de la oración principal ("me gustaría") es desempeñada por las dos oraciones subordinadas sustantivas de infinitivo: "cruzar el mar" y "dejar esta casa de guerra". Ambas construcciones de infinitivo aparecen coordinadas mediante la conjunción copulativa “y”.
Clase y Función de Palabras Clave
- "Que": Es una conjunción subordinante que introduce oraciones subordinadas, estableciendo relaciones de dependencia. Por ejemplo, puede encabezar una oración subordinada adverbial o sustantiva, dependiendo del contexto.
- "Pero": Es una conjunción coordinante adversativa. Su función es unir dos oraciones o elementos que expresan ideas opuestas o contrastadas, como en "quise atajar las cosas y ya me asustan demasiado" (ejemplo de la obra).
El Valor Simbólico del Mar en la Obra
Este fragmento se sitúa en el Acto II de la obra. Tras el incidente de la desaparición del retrato de Pepe el Romano y la advertencia de La Poncia sobre "una cosa muy grande" que ocurría en la casa (al final del Acto I), se percibe una calma tensa. Bernarda cree tener la situación bajo control y se retira a dormir, convencida de su capacidad para gobernar su hogar. Esa misma noche, se desata la agria discusión entre Martirio y Adela, donde ambas dejan claro que defenderán su posición hasta las últimas consecuencias, lo que presagia el fatal desenlace.
El mar posee un valor simbólico crucial en La Casa de Bernarda Alba. Representa un espacio de libertad y apertura, un anhelo para personajes oprimidos. Es el lugar al que, en su locura, desea ir María Josefa, la madre octogenaria de Bernarda. El mar simboliza la vida, la fecundidad y la alegría, al estar lleno de espuma blanca que no cesa de producirse. Con el mar también sueña La Poncia, viéndolo como un refugio abierto y libre, lejos de la tiranía claustrofóbica que Bernarda Alba ejerce en su casa y que La Poncia ha padecido durante toda su existencia.