Claves para un Desarrollo Infantil Óptimo en el Aula
Clasificado en Psicología y Sociología
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Fomentar un Clima de Afecto, Seguridad y Confianza
Los niños necesitan sentirse seguros para poder aprender emocionalmente. Necesitan sentirse queridos para poder desarrollar sus capacidades. La educadora tiene que hacer que el niño se sienta bien, hablar con sus familias, compartir con los niños, escuchar y observar. Es fundamental mantener contacto con las familias para que confíen en la educadora. Informar a los padres sobre las actividades y progresos de sus hijos ayuda a ganar su confianza.
Atención Individualizada
Cada niño es único, con sus propias necesidades y rutinas. Debemos intentar que la atención sea individualizada con cada niño, dentro de nuestras posibilidades.
Aprendizaje en Interacción
Las personas somos seres sociales y necesitamos a los demás para relacionarnos. Aprendemos cuando compartimos con los demás. Un niño aprenderá más en pequeños grupos de clase, lo que le ayudará a entender, pero también aprenderá de la educadora.
El Juego como Herramienta Fundamental
El juego es imprescindible, ya que es la principal forma en que los niños aprenden. A través del juego, los niños experimentan un aprendizaje significativo y globalizado.
Aprendizaje Significativo
Los niños relacionan los nuevos aprendizajes con los conocimientos y las experiencias que ya tenían adquiridas. De esta manera, relacionan lo nuevo, aprenden y desarrollan nuevas capacidades.
Aprendizaje Globalizado
Cuando los niños juegan, desarrollan muchas capacidades a la vez, como la lingüística, la motricidad y la capacidad de relacionarse con los demás. Estas capacidades se desarrollan a través del juego.
El Espacio de Aprendizaje
El espacio debe ser ordenado, atractivo, limpio y sin olores desagradables. Un entorno organizado proporciona más seguridad a los niños.
Materiales Didácticos
Los materiales deben ser adaptados a la edad de los niños, variados y llamativos. Pueden ser comprados en tiendas, como muñecas y coches, o fabricados por alumnos mayores o por las propias educadoras. El material debe estar ordenado.
La Importancia del Tiempo
El tiempo es importante para los niños más pequeños. Es conveniente que puedan jugar siempre que quieran en los rincones de juego. Todos los momentos son importantes y es necesario buscar estrategias para que las situaciones puedan llevarse a cabo de manera periódica.
El Estilo Educativo de la Educadora
Las actitudes y formas de actuar del adulto afectan especialmente al clima en el aula y condicionan en gran medida que las cosas funcionen o no. El estilo del educador debe ser considerado un elemento metodológico de pleno derecho, tan importante como las actividades, la organización del aula o los materiales.
El adulto debe ser un referente. Los niños son orientados y sostenidos en su crecimiento por los adultos de referencia. Deben proporcionar la seguridad afectiva necesaria para que los pequeños puedan explorar, jugar y relacionarse con otros niños. Una educadora debe mantener un estado de ánimo estable, ya que el adulto es el ejemplo a seguir de los niños.
La sensibilidad hacia los niños es una cualidad compleja que implica un alto nivel de empatía. La educadora, con su afecto y sensibilidad, debe hacer sentir seguro al niño. Con los niños es muy importante el lenguaje corporal y las manifestaciones de afecto. Los adultos debemos ponernos siempre a la altura del niño y mirarle a los ojos para hablarle, porque así ellos se sienten más seguros. El afecto también se percibe a través del lenguaje verbal.
El adulto debe tener autoridad dentro del aula, observando siempre al niño para prevenir accidentes. Las normas no deben ser excesivas ni rígidas.
Trabajo en Grupo y Atención a la Diversidad
El trabajo se desarrolla en grupo, por lo que hay que contar con ciertas actitudes y habilidades para manejarse en la situación. Una atención personalizada implica obligatoriamente una determinada organización del grupo. Para poder brindar una atención individualizada a un niño, hay que prestarle atención, tanto a él como al grupo, sin descuidar al resto del aula.
La aceptación de la diversidad implica reconocer que el grupo está formado por elementos con diferentes características: distintas capacidades, diferentes niveles de desarrollo e intereses diversos.
El estilo educativo no solo influye en la relación con los niños y el clima del aula, sino que también sirve de modelo en edades claves para el desarrollo del lenguaje. La expresividad es muy importante. Los protagonistas siempre deben ser ellos. Fomentar el diálogo entre ellos y el intercambio de palabras es crucial.
Es mejor estimular que corregir. No se debe corregir directamente cuando un niño pronuncia mal una palabra.
Un enfoque directivo implica que el adulto es quien dice lo que hay que hacer, explica, ayuda o corrige siempre según su criterio. Un enfoque menos directivo se dirige a cada niño de forma individual.
El perfil inclusivo es una actitud que no busca al alumno ideal ni lo convierte en la medida de todas las cosas. Se trata de una cuestión de actitud y respeto.
Trabajo en Equipo
El trabajo en equipo es fundamental. Hay que actuar cooperativamente con otros hacia un objetivo común. Si los niños ven que los adultos saben trabajar juntos, ellos tomarán ejemplo y aprenderán a hacer lo mismo.
El Periodo de Adaptación
(Se sugiere desarrollar este apartado con más detalle, explicando la importancia del periodo de adaptación y las estrategias para facilitar la transición de los niños al entorno escolar)