Claves de La Fundación de Buero Vallejo: Simbolismo, Estructura y Engaño Teatral

Las Acotaciones en La Fundación: Clave para la Puesta en Escena y Comprensión

Las acotaciones en La Fundación son fundamentales para la puesta en escena y la comprensión del texto. Al inicio de cada parte, se describen con detalle los espacios: en la primera parte, un ambiente confortable y lujoso que resulta ilusorio; en la segunda, una celda desnuda y opresiva que revela la cruda realidad. Además, aportan información sobre música (Rossini), pintura (referencias a Vermeer, Turner…), luz, vestuario y gestos de los personajes, ayudando al espectador a sumergirse en la confusión mental del protagonista.

El Engaño Teatral de Buero Vallejo: Inmersión en la Alucinación de Tomás

Buero emplea un recurso que “engaña” al espectador, haciéndolo partícipe de la misma alucinación que vive Tomás. Solo en la segunda parte se desvela la verdad: todo era una cárcel. Esta técnica provoca una identificación profunda con el personaje, plantea dudas sobre la realidad que percibimos y lanza un mensaje crítico hacia la sociedad, similar al de La vida es sueño. El regreso final a La Fundación y la música refuerzan la idea de “tragedia esperanzada”.

Simbolismo Profundo en La Fundación

La obra está cargada de símbolos:

• La Fundación: evasión de la realidad y símbolo de una sociedad cómoda pero engañosa.
• El ventanal: representa la esperanza, la libertad y la lucha por la verdad.
• El retrete descubierto: la miseria humana.
• Los hologramas: cuestionan la naturaleza de la realidad, como en el mito de la caverna de Platón.

Estructura Dramática de La Fundación: Circularidad y Revelación

La estructura es circular y abierta. La obra comienza y termina con la misma música y escenario, indicando que la alucinación (y la posibilidad del error) puede repetirse. Aunque el desenlace no se concreta, la crítica sugiere la ejecución de los personajes. La división en dos partes (con dos cuadros cada una) refleja el paso de la alucinación a la verdad en la mente de Tomás. La escenografía y la información se desarrollan al ritmo en que el protagonista recupera la memoria.