Claves del Lazarillo de Tormes: Autoría, Estructura y Estilo de la Novela Picaresca

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Posibles autores del Lazarillo de Tormes

La autoría de esta obra cumbre de la literatura española sigue siendo un misterio. A lo largo del tiempo, se han propuesto diversas hipótesis:

  • Fray Luis de Ortega: Un monje jerónimo reformador.
  • Diego Hurtado de Mendoza: Durante mucho tiempo fue considerado el autor más probable, siendo esta la atribución más aceptada tradicionalmente.
  • Hermanos Valdés: Pertenecientes a un influyente círculo influido por el erasmismo.
  • Sebastián de Horozco: Otro autor vinculado a la corriente erasmista.
  • Un autor converso: Américo Castro defendió la teoría de que el autor fue un judío converso, lo que explicaría la perspectiva crítica y marginal del relato, posiblemente vinculado a los círculos de "iluminados".

Fuentes e influencias literarias

Tradición folclórica

La novela se fundamenta en una rica tradición folclórica y europea, incluyendo enseñanzas populares de origen alemán. El autor anónimo no se limita a copiar, sino que transforma y adapta estas tradiciones, superponiendo la originalidad del Lazarillo con nuevas funciones y significados.

  • El personaje de Lázaro puede inspirarse en el mendigo del Evangelio.
  • La figura del ciego se asocia con arquetipos de la tradición pagana.

Forma y género de la obra

La forma autobiográfica y epistolar

El Lazarillo de Tormes se presenta como una extensa carta autobiográfica en la que el protagonista narra su vida para responder a la petición de un misterioso "Vuestra Merced". Esta estructura epistolar, con un marcado tono cómico, tiene sus raíces en las epístolas latinas (como las de Francisco López de Villalobos).

La experiencia vital de Lázaro, especialmente en los tratados I al III, está marcada por el sufrimiento, que se manifiesta a través del hambre (plano físico) y la falsa caridad (plano espiritual). Se pueden encontrar paralelismos con otras obras de la época:

  • La lozana andaluza: Relata la vida de una prostituta en los bajos fondos de Roma.
  • El asno de oro de Lucio Apuleyo: Coincide en la forma autobiográfica de un protagonista que pasa por diferentes amos.

Contexto histórico y social

La novela destaca por su carácter verosímil, situando la acción a mediados del siglo XVI, durante el apogeo del Emperador Carlos V. La obra establece una profunda crítica social al contrastar la gloria oficial del Imperio con la pobreza y miseria que sufría gran parte del pueblo. El Lazarillo es una novela única al presentar un relato donde la humildad y la lucha por la supervivencia del individuo ofrecen una perspectiva inédita y descarnada de la sociedad de la época.

Análisis de la estructura

La obra se divide en un prólogo y siete tratados de extensión desigual. Los tratados I, II, III y V son considerablemente más extensos, mientras que el IV y el VI presentan una notable aceleración temporal. A partir del tratado IV, se observa una clara evolución psicológica en el personaje, que pasa de la supervivencia a la búsqueda de la honra.

Interpretaciones de la estructura

Diversos críticos han analizado la estructura en función de los amos de Lázaro:

Según Fernando Lázaro Carreter:

La estructura se corresponde con los estamentos sociales a los que sirven los amos:

  • Tratado I (Ciego): Estamento civil.
  • Tratado II (Clérigo): Estamento religioso.
  • Tratado III (Escudero): Estamento militar.
  • Tratados posteriores (Mercenario, Buldero, Capellán): Representan la degradación y la inserción en oficios marginales.

Según Víctor García de la Concha:

Se enfoca en la "carrera" profesional de Lázaro en los últimos tratados:

  • Final del Tratado VI: Aguador.
  • Tratado VII: Portero y, finalmente, pregonero al servicio del arcipreste, alcanzando la "cumbre de toda buena fortuna".

Estilo literario

El estilo del Lazarillo de Tormes se caracteriza por una sobriedad magistral y una aparente sencillez que esconde una gran calidad literaria. Destaca la plasticidad en las descripciones, el uso constante de un lenguaje satírico e irónico, y una hábil alternancia de construcciones sintácticas largas y breves para dinamizar el relato y reflejar el estado de ánimo del narrador.

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