Las Claves del Pensamiento de Nietzsche: Vida, Razón y Crítica de la Moral
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Una filosofía transformadora
La filosofía de Nietzsche es difícil y compleja, tanto por los temas que plantea como por la forma de analizarlos. Este pensador lleva a cabo una profunda transformación de la filosofía. No se trata de un filósofo académico tradicional, pero eso no quiere decir que no haya un verdadero trabajo filosófico en su obra, ni un esfuerzo por expresar de una forma adecuada y sincera la realidad y las cosas mismas. Para él, la realidad es polifacética, inagotable y ambigua.
Una filosofía hermenéutica y vitalista
Nietzsche pretende superar los límites de lo que la tradición filosófica ha entendido por racionalidad. No es un irracional, sino que busca ampliar el propio concepto de razón. Esto lo hará profundizando y radicalizando determinadas tradiciones filosóficas, como son la cartesiana y la kantiana.
Esta profundización le hace descubrir la importancia de la interpretación. Con este descubrimiento, contribuye a lo que posteriormente se ha llamado la transformación hermenéutica de la filosofía. Desde esta perspectiva:
- Las teorías, ideas y conceptos tienen su origen y son fruto de determinadas interpretaciones.
- No son fijos, sino que responden a unos intereses y necesidades concretas.
Su filosofía está hecha desde la vida; por ello, no puede dejar al margen temas tan importantes como el cuerpo o el lenguaje.
La crítica a la moral tradicional
Según Nietzsche, la moral tradicional se ha opuesto a la vida y a los instintos vitales. Considera que la moral occidental es antinatural y antivital. Para demostrarlo, lleva a cabo una genealogía de la moral, una indagación sobre los orígenes de los sentimientos y juicios morales.
El origen en el resentimiento
El origen de la moral occidental, según su investigación, es el resentimiento contra la vida. Los débiles, al no aceptar el sufrimiento o la ambigüedad de la existencia, se han defendido de los fuertes produciendo un cambio radical de valores:
A lo bueno lo han llamado malo y a lo malo lo han llamado bueno.
Este proceso es lo que denomina la transvaloración moral. Este fenómeno, que se originó en el judaísmo, fue recogido por el cristianismo y, posteriormente, fundamentado por la historia de la filosofía y el propio discurrir de la cultura occidental.
Hacia una nueva moral
Ante este panorama, Nietzsche postula que se necesita una nueva interpretación de la vida, más fiel y sincera. Se precisa una nueva moral, más radical, que esté atenta a nuestra propia realidad vital.