Claves de la Restauración Borbónica y los Nacionalismos en España (Siglo XIX)

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El Sistema Político de la Restauración: Claves del Modelo Cánovas

Antonio Cánovas del Castillo diseñó el sistema político que existió en España en el siglo XIX y que continuó, aunque en crisis permanente, hasta 1923, cuando se produjo el golpe de Miguel Primo de Rivera.

Cánovas era conocedor de los sistemas políticos europeos y, como muchos políticos del siglo XIX, sentía predilección por el británico. Le gustaban tres elementos del sistema británico: la monarquía, el parlamento y la alternancia en el poder de dos partidos sin pronunciamientos, sin violencia y respetándose entre sí. Quería aplicar en España la doctrina inglesa y elaborar una Constitución moderada.

Principios Fundamentales del Sistema Cánovas

  • En primer lugar, rescató el concepto de soberanía compartida, abandonando la nacional, alcanzada en el Sexenio Democrático.
  • En segundo lugar, Cánovas pretendía que la labor del gobierno recayera en dos partidos.

La primera medida política de importancia fue la convocatoria de elecciones para unas Cortes Constituyentes. Pese a que Cánovas no era partidario del sufragio universal, decidió que las primeras elecciones del nuevo régimen se hicieran por este sistema, pero posteriormente volvería al sufragio censitario. El Partido Conservador surgió en el Sexenio, integrando a los moderados isabelinos, la Unión Católica de Pidal y los alfonsinos de Cánovas del Castillo (fuera del sistema quedaban los republicanos y los carlistas).

El Sistema de Turno Pacífico

Consistía en la alternancia de los dos partidos principales: el Conservador y el Liberal. La formación del gobierno por parte de cada uno de ellos no dependía del triunfo en las elecciones, sino de la decisión del rey.

Origen y Evolución de los Nacionalismos Regionales en España (Siglo XIX)

El Nacionalismo Vasco: Sabino Arana y el PNV

El Nacionalismo Vasco adquirió carta de naturaleza política en 1895, con la fundación del Partido Nacionalista Vasco (PNV) por Sabino Arana, quien extrajo del fuerismo el independentismo. El ideario de Arana se basaba en la defensa de la integridad cultural del pueblo vasco, puesta en peligro por los efectos de la abolición de los fueros y por la industrialización de finales de siglo, que provocó una importante inmigración de gente no vasca ("maketos").

Al contrario que el Nacionalismo Catalán, el nacionalismo sabiniano no tuvo base literaria, al no estar la lengua vasca presente en textos poéticos o novelísticos. Arana dedicó parte de su obra y de su tiempo a normalizar y estructurar el euskera. Los rasgos distintivos del nacionalismo sabiniano son la raza, las costumbres, el antiespañolismo y un profundo catolicismo.

El Nacionalismo Gallego: De Brañas a Murguía

El Nacionalismo Gallego se desarrolló en el último decenio del siglo. Su origen se encuentra en la publicación de Alfredo Brañas, en la que plasmó su primer programa político centrado en las defensas forales y en la descentralización. A finales de siglo, Murguía expuso los puntos esenciales del nacionalismo gallego, que se basaba en estrechar los lazos entre los pueblos gallegos.

El Nacionalismo Catalán: De la Renaixença al Movimiento Político

El Nacionalismo Catalán tuvo como referencia el movimiento cultural de la Renaixença, que era una reivindicación del catalanismo cultural que reclamaba la lengua y la cultura propias de Cataluña. Con la Restauración, el catalanismo se constituyó en un movimiento político de la mano de Valentí Almirall, fundador del periódico Diari Català. Fue, además, uno de los redactores del Memorial de Greuges, presentado ante Alfonso XII y en el que defendía el proteccionismo industrial y el derecho de Cataluña.

Movimiento Obrero y Campesino Español: Evolución en el Siglo XIX

Mientras el republicanismo ejerció una oposición exclusivamente política al régimen de la Restauración, el movimiento obrero se opuso a todo el sistema.

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