Claves para una Vida Saludable: Actividad Física, Nutrición y Prevención de Riesgos
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Beneficios de la Actividad Física para la Salud
Si la ingesta de energía es superior a la utilizada en las actividades diarias, se produce un aumento de peso. La alimentación, el peso y la actividad física son factores interrelacionados. Por actividad física se entiende cualquier forma de ejercicio o movimiento. No significa necesariamente apuntarse a un gimnasio, practicar un deporte o competir. Actividades cotidianas como preferir ir en bicicleta o caminar en lugar de usar el coche, o subir escaleras en vez de coger el ascensor, también cuentan como actividad física.
La actividad física ofrece numerosos beneficios para el cuerpo, ya que fortalece los músculos del corazón y los huesos, aumenta la llegada de oxígeno al organismo, ayuda a reducir el peso, disminuye el estrés, reduce la tensión arterial y los niveles de azúcar y lípidos en la sangre, y mejora la circulación sanguínea.
El Tabaquismo: Un Factor de Riesgo Significativo
El humo del tabaco es una mezcla compleja de nicotina, alquitranes y monóxido de carbono.
- La nicotina es una sustancia adictiva y responsable de la dependencia al tabaco. Contrae y endurece las arterias, lo que eleva la presión arterial.
- El monóxido de carbono es un gas tóxico que se produce en los gases de combustión del humo del tabaco. Reduce la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno a las células.
- El alquitrán es una mezcla viscosa de entre 3000 y 4000 sustancias químicas que se acumulan en los pulmones. Se sospecha que al menos 60 de ellas son cancerígenas.
Existe una fuerte relación entre el cáncer de pulmón y el hábito de fumar. Los científicos han expuesto teorías para explicar cómo los componentes del tabaco pueden causar enfermedades. Aunque dejar de fumar reduce la oportunidad de desarrollarlas, también es cierto que un gran número de fumadores nunca desarrollan cáncer de pulmón. La relación entre fumar y el cáncer de pulmón es un claro ejemplo del significado de los factores de riesgo y cómo pueden influir decisivamente en los comportamientos personales y el riesgo de enfermedad.
Alimentos Funcionales: Nutrición Enriquecida
Los alimentos enriquecidos o funcionales son aquellos a los que se les ha añadido, durante su proceso de fabricación, ciertos componentes naturales que se supone que aportan beneficios para la salud. Los componentes más frecuentes son:
- Vitaminas (como la A y las del grupo B), minerales (como el calcio y el hierro), fibra alimentaria y ácidos grasos esenciales (como el omega 3), entre otros. Estos nutrientes se encuentran naturalmente en los alimentos y, si la dieta es equilibrada, no es necesario agregarlos por otras vías.
- Bacterias probióticas: como las que existen de forma natural en nuestro sistema digestivo y colaboran en la digestión y absorción de nutrientes.
- Otros componentes como los fitoesteroles, que compiten con la absorción de colesterol intestinal. Se añaden a ciertos alimentos en cantidades mucho mayores a las naturales. A diferencia de otros tipos de componentes, los fitoesteroles pueden ser recomendados para personas con colesterol alto, siempre siguiendo las cantidades y precauciones indicadas.
Obesidad y Sobrepeso: Impacto y Medición
La obesidad y el sobrepeso consisten en un exceso de grasa corporal, producido por una ingesta excesiva de alimentos energéticos asociada a un estilo de vida sedentario. En España, el 14,5% de la población adulta es obesa y el 38,5% tiene sobrepeso. Más preocupantes son los datos de la población joven: el 13,9% padece obesidad y el 26,3% tiene sobrepeso.
El exceso de peso y la obesidad se diagnostican utilizando el Índice de Masa Corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros. Se considera que una persona tiene sobrepeso si su IMC es superior a 25 kg/m², y obesidad si es superior a 30 kg/m².
El riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular aumenta en personas obesas, especialmente si el exceso de grasa se concentra en el área de la cintura y el vientre. Esto se conoce como obesidad central, e indica un exceso de grasa alrededor de los órganos internos. Se considera obesidad central cuando la circunferencia de la cintura es superior a 102 cm en hombres y 88 cm en mujeres.