Climogramas y Climas de España: Características del Mediterráneo y Oceánico
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Climograma Mediterráneo
Precipitaciones
Las precipitaciones son escasas (402 mm) y su distribución es irregular, con entre dos y seis meses de sequía estival.
Temperaturas
La temperatura media anual es de 18°C y la amplitud térmica es media a alta, con veranos de 23°C e inviernos de 10°C. El clima se caracteriza por el calor de las masas de aire en verano y los inviernos suaves debido a la acción moderadora del mar. Las lluvias torrenciales de otoño arrastran materiales y sedimentos, formando llanuras fértiles para la agricultura.
Vegetación
La escasez de precipitaciones y las elevadas temperaturas generan una alta demanda hídrica para las plantas. La vegetación dominante es el bosque mediterráneo, con una vegetación xerófila, adaptada a la aridez estival. Las especies dominantes son la encina y el roble, adaptadas a los diferentes tipos de suelo.
Hidrografía
Los ríos de esta vertiente son más largos que los de la vertiente cantábrica, aunque no tanto como los de la vertiente atlántica. También nacen en sistemas montañosos próximos al mar. Debido al clima, su caudal disminuye desde la zona norte (más húmeda) hacia el sur.
Climograma Oceánico
Precipitaciones
La precipitación anual es de 1.236 mm, lo que indica un clima húmedo. Se aprecia un pico en invierno (noviembre, diciembre y enero) y un valle en los meses de verano (julio y agosto). La máxima se registra en noviembre (150 mm) y la mínima en julio (50 mm).
Temperaturas
Los inviernos son frescos (9°C) y los veranos no muy calurosos (20°C). La amplitud térmica no es excesiva (10°C), influenciada por la poca altitud, la moderada latitud y la cercanía al mar.
Vegetación Potencial
La abundancia de lluvias y una temperatura moderada favorece la existencia de un bosque con árboles como roble, haya, fresno y arce. Estos bosques han sufrido una profunda degradación debido a la intensa explotación forestal desde el siglo XVI.
Hidrografía
La abundancia y regularidad de las precipitaciones, junto con las temperaturas poco extremas, dan lugar a ríos caudalosos y regulares (Narcea, Ulla, Nalón, Nervión, Bidasoa, entre otros). Estos ríos suelen ser cortos y, en ocasiones, torrenciales, con una fuerte capacidad erosiva que da lugar a valles profundos.