El Cogito Cartesiano: Fundamento del Conocimiento y Criterio de Verdad
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 3,79 KB
El Cogito y el Criterio de Verdad
Mediante la duda, Descartes ha dejado todo el saber tradicional, todas las “verdades” sobre las que se había construido la filosofía tradicional. Todo se pone en duda, pero hay algo certero y de lo que es imposible dudar: mi pensamiento y mi existencia los percibo simultáneamente: Pienso, luego soy, Je pense donc je suis. Puedo pensar que no existe Dios, el mundo, las cosas… pero no que yo no existo mientras pienso estas cosas. Por tanto, un ser que piensa, existe, y si dejase de pensar, puede ser que también dejaría de existir.
El Cogito como Primera Verdad
Para fundamentar la filosofía como base del conocimiento hay que basarse en evidencias absolutas. El cogito (pensamiento) es la primera verdad en el orden del conocimiento, ya que es a la que llegamos después de hacer uso de la duda metódica y porque a partir de ella podemos fundamentar las demás certezas del conocimiento. Esta primera verdad es una intuición. Descartes entiende por intuición el conocimiento de un modo directo e inmediato; este no deja dudas al ser claro y evidente, se distinguen por su certeza, y son los conceptos más simples, también llamados naturalezas simples.
Se trata de un único acto de intuición, racional, en el que el YO se muestra pensante y existente al mismo tiempo. Pero la primera verdad (intuición) que Descartes halla al aplicar el método, se convierte en prototipo de toda verdad. ¿Qué ha hecho pensar que esta verdad es indudable? Pues que se percibe de manera clara y distinta, cualidades de toda evidencia.
El Criterio de Certeza
De aquí el criterio de certeza que podemos tomar como regla general: las cosas que concebimos más clara y más distintamente son todas verdaderas; no hay que admitir nada que sea dudoso, solo lo que se percibe con evidencia es verdadero. Mediante esta intuición, captamos las ideas claras y distintas; lo evidente debe ser dado por la intuición de modo claro y distinto. Además, no emitiremos ningún juicio hasta que no aparezca la evidencia, no se tomarán ideas preconcebidas y no se irá más allá de lo claro y distinto.
La Verdad Subjetiva
La certeza subjetiva como nuevo criterio de la verdad abandona lo correspondido por Aristóteles. La verdad se establece en el pensamiento del sujeto, es decir, en las ideas; si estas ideas tienen características, serán verdaderas, pasándose entonces a una concepción subjetiva de la verdad.
Descartes, con todo esto, rompería con la filosofía anterior, ya que antes habían dos polos de conocimiento: el sujeto y el objeto. Para él, la certeza está en la claridad y la distinción con la que una idea se presenta a mi mente. Lo que yo conozco inmediatamente no son cosas reales, sino mis ideas de esas cosas. Con todo esto, se clasifica la filosofía de Descartes como idealista, siendo entonces el idealismo y el subjetivismo marcas distintivas que deja Descartes en la filosofía, convirtiéndose en el padre de la filosofía moderna.
Antecedentes Históricos del Cogito
Finalizando el tema, debemos comparar los antecedentes históricos del Cogito. La tesis del cogito ergo sum recuerda a una tesis de San Agustín, pero difieren en aspectos muy importantes, como que para Agustín la existencia del ser humano es plena, mientras que para Descartes la existencia está en el pensamiento. Por otro lado, el papel que estas tesis tienen es distinto en cada filosofía: para Descartes es el fundamento, base y justificación del conocimiento humano, mientras que para Agustín sería una tesis marginal.