El Colapso de la Restauración en España: Crisis de 1917 y Fin del Sistema
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Contexto: La Crisis de los Partidos Dinásticos (1912-1917)
Tras el asesinato de José Canalejas en 1912, los partidos dinásticos entraron en crisis. Los liberales quedaron liderados por el Conde de Romanones y Santiago Alba, mientras que los conservadores estuvieron bajo la dirección de Eduardo Dato.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), España se mantuvo neutral, lo que permitió un gran crecimiento económico al convertirse en proveedora de productos agrícolas e industriales para los países en conflicto. Sin embargo, este crecimiento benefició principalmente a la burguesía, mientras que las clases populares sufrieron una fuerte inflación sin aumento de salarios, lo que intensificó la lucha obrera.
La Crisis Múltiple de 1917
En 1917 estalló una crisis múltiple con tres frentes:
- Ámbito Político: La oposición denunció la parálisis del sistema y la falta de representatividad. Diputados catalanistas, republicanos y socialistas formaron la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona para exigir reformas, pero el gobierno la disolvió.
- Ámbito Social: La UGT y la CNT convocaron una huelga general contra el gobierno de Eduardo Dato para protestar por la inflación y exigir derechos laborales. La huelga ferroviaria en Valencia fue clave, ya que la UGT y el PSOE pidieron el fin de la monarquía. La respuesta del gobierno fue la declaración de la Ley Marcial, dejando un saldo de 70 muertos, 200 heridos y más de 2.000 detenidos.
- Ámbito Militar: Los oficiales de media y baja graduación, descontentos con sus condiciones, crearon las Juntas de Defensa, que exigían mejoras salariales y ascensos por antigüedad, además de denunciar la corrupción y la ineficacia del sistema político.
Conflictos Sociales y Laborales (1918-1921)
Entre 1918 y 1921 estallaron diversos conflictos laborales y sociales.
En 1919 tuvo lugar la Huelga de la Canadiense, que paralizó Barcelona durante 44 días y provocó una brutal represión. Esto dio lugar al fenómeno del pistolerismo, donde empresarios y sindicatos contrataron pistoleros para asesinar a sus oponentes.
En Andalucía y Extremadura, más de 30.000 jornaleros exigieron la redistribución de tierras en lo que se conoció como el Trienio Bolchevique (1918-1921), inspirado en la Revolución Rusa. El gobierno respondió con la declaración del estado de guerra y la ilegalización de los sindicatos.
El Auge de los Nacionalismos
El nacionalismo también se fortaleció en estos años.
En Cataluña, la Lliga Regionalista de Francesc Cambó consiguió la creación de la Diputación de Barcelona en 1907 y la Mancomunidad de Cataluña en 1914, pero el independentismo creció con la fundación del Estat Català en 1921.
En Andalucía, Blas Infante impulsó el andalucismo con la publicación de Ideario andaluz en 1915 y la creación de la Asamblea Regionalista Andaluza en 1918.
El Desastre de Annual (1921)
En 1921, España reanudó su expansión en el Protectorado de Marruecos, pero sufrió una grave derrota en el Desastre de Annual, donde más de 10.000 soldados murieron a manos de las cabilas rifeñas.
Se abrió una investigación a través del Expediente Picasso para esclarecer responsabilidades, pero nunca llegó a debatirse en el Congreso debido al golpe de Estado de Primo de Rivera.
El Fin del Sistema de la Restauración
Entre 1918 y 1923 hubo diez cambios de gobierno, constantes suspensiones de garantías constitucionales y cierres del Congreso, lo que evidenció la incapacidad del sistema para gestionar la crisis.
En este contexto, el 15 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera declaró el estado de guerra y pidió a Alfonso XIII la instauración de un régimen militar. El rey aceptó, poniendo fin al sistema de la Restauración.