El Colapso de la Unión Soviética y las Guerras Yugoslavas
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El Fin de la URSS y los Conflictos en los Balcanes
El Hundimiento de la Unión Soviética
En marzo de 1985, Mijaíl Gorbachov fue elegido secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Gorbachov denunció la situación del país y anunció una serie de medidas para regenerar el comunismo y dinamizar la URSS. Estas medidas, conocidas como Perestroika (reestructuración) y Glasnost (apertura), pretendían reformar los modos de gobierno, mejorar el sistema productivo y abrir el país a los mercados internacionales.
Las reformas políticas llevaron a la formación de un Parlamento constituido democráticamente. Estas medidas lograron gran popularidad fuera de la URSS, ofreciendo una imagen de apertura y diálogo frente al inmovilismo de etapas anteriores; sin embargo, encontraron una fuerte resistencia interna entre los sectores del comunismo tradicional.
Las nuevas medidas de la Perestroika tuvieron que hacer frente a un severo rechazo social, debido a que la población no veía llegar las prometidas mejoras. Esta situación se agravó con los problemas de las nacionalidades que formaban las distintas repúblicas soviéticas.
En medio de estos problemas, los defensores del antiguo sistema soviético prepararon un golpe de Estado para derrocar a Gorbachov. Borís Yeltsin se opuso al golpe, logró detenerlo y asumió un papel cada vez más destacado como defensor de los cambios. Las repúblicas de Estonia, Letonia, Lituania, Georgia, entre otras, proclamaron su independencia.
Gorbachov quiso formar una Comunidad de Estados Independientes (CEI). Sin embargo, algunos países, como Estonia, Letonia y Lituania, no quisieron integrarse, lo que abocó a la CEI al fracaso. Gorbachov se vio obligado a dimitir, y su sucesor, Borís Yeltsin, declaró ilegal el Partido Comunista y emprendió reformas fundamentales que completaron la desintegración de la URSS.
La Guerra en la Antigua Yugoslavia
Yugoslavia se formó al final de la Primera Guerra Mundial y estaba compuesta por un mosaico de pueblos de diferentes etnias, lenguas y religiones, que habían estado sometidos al Imperio Otomano y al Imperio Austrohúngaro. Tras la Segunda Guerra Mundial, Tito formó la República Socialista Federativa de Yugoslavia, constituida por seis repúblicas y dos territorios autónomos, y estableció un régimen socialista.
La muerte de Tito (1980) puso fin a la paz en la república yugoslava. A comienzos de 1991, los serbios no aceptaron que los croatas ocuparan la presidencia federal. Esto, sumado a la dispersión de la población serbia por las diferentes repúblicas, llevó a una política de hegemonía étnica. La crisis política se acrecentó: comenzaron a producirse enfrentamientos entre los miembros de las seis repúblicas y el ejército federal tomó partido a favor de Serbia.
El 25 de junio de 1991, Eslovenia declaró su independencia de la Federación Yugoslava. Croacia también declaró su independencia, y los serbios iniciaron enfrentamientos con los croatas para apoyar a la minoría serbia. La guerra entre Serbia y Croacia ocasionó miles de muertos y la destrucción de numerosas ciudades.
En 1994, la OTAN dio un ultimátum a las fuerzas serbias, obligándolas a levantar el sitio de Sarajevo. En noviembre de 1995, los participantes en la guerra firmaron los Acuerdos de Dayton, que contemplaban la división del antiguo territorio bosnio.
Posteriormente, el conflicto se recrudeció en la región de Kosovo. La radicalización del conflicto motivó una intervención militar de la OTAN en 1999. En Serbia, el descontento popular provocó la caída de Milosevic.