Competencia Desleal en España: Conductas Prohibidas y Requisitos
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La Ley de Competencia Desleal de 1991 tiene como objetivo principal la protección de la competencia en el mercado. A diferencia de la Ley de Defensa de la Competencia, esta ley se centra en regular las conductas de los empresarios, estableciendo qué prácticas son consideradas desleales y las consecuencias de su incumplimiento.
Estructura y Principios de la Ley de Competencia Desleal
La estructura de la Ley es sencilla: primero, enumera y describe una serie de conductas consideradas como competencia desleal, que un empresario no debe cometer en relación con otros empresarios, consumidores y usuarios. Segundo, establece el régimen sancionador aplicable.
A continuación, se presenta un resumen de algunas de estas conductas, con una breve descripción. Para un análisis completo, se recomienda consultar el texto legal.
Principio General: La Buena Fe
La Ley establece como principio general que se considera desleal cualquier comportamiento que sea objetivamente contrario a las exigencias de la buena fe. Aunque este concepto es amplio, la Ley aclara un punto crucial: para determinar si una conducta desleal ha afectado el comportamiento de una persona, se debe considerar la capacidad cognitiva del "consumidor medio". Si la conducta se dirige a un grupo específico, se tendrá en cuenta el "consumidor medio" de ese público objetivo.
Conductas Desleales Específicas
Actos de Engaño
Se prohíben los actos de engaño, definidos como aquellos que, conteniendo información falsa o, incluso, información veraz, puedan inducir a error al consumidor, alterando su comportamiento económico. La Ley detalla los aspectos sobre los que puede recaer esta información.
Actos de Confusión
También se prohíben los actos de confusión, es decir, cualquier acto que pueda crear confusión con la actividad, las prestaciones o el establecimiento de un tercero.
Omisiones Engañosas
Las omisiones engañosas se consideran desleales. Se definen como la omisión u ocultación de información necesaria para que el consumidor pueda tomar una decisión informada. También se incluye la información ofrecida de forma poco clara, ininteligible o ambigua.
Prácticas Agresivas y Actos de Denigración
Las prácticas agresivas, en las que el infractor se aprovecha de una posición de poder sobre el destinatario, y los actos de denigración, que buscan menoscabar el prestigio de un tercero, también son conductas desleales. Los actos de denigración podrían estar permitidos si la información utilizada es exacta, verdadera y pertinente.
La Publicidad Comparativa y sus Requisitos
Un aspecto relevante, relacionado con la publicidad, es la regulación de los actos de comparación. Estos están permitidos si cumplen los siguientes requisitos:
- Los bienes o servicios comparados deben tener la misma finalidad o cubrir las mismas necesidades.
- La comparación debe realizarse de forma objetiva entre una o más características esenciales, pertinentes, verificables y representativas.
- No se pueden comparar bienes con diferentes denominaciones de origen.
- No se pueden comparar imitaciones o réplicas.
- Se debe respetar el resto de las disposiciones de la Ley.