Competencias Esenciales y Capital Intelectual: Claves para la Ventaja Competitiva
Clasificado en Magisterio
Escrito el en español con un tamaño de 4,22 KB
Competencias Esenciales y Capital Intelectual
La división del Capital Intelectual en sus tres grandes bloques (capital humano, capital estructural y capital relacional) ha tenido y sigue teniendo una gran aceptación. No obstante, la relevancia de dicha clasificación ha comenzado a atenuarse bastante. La razón es que los modelos tradicionales utilizaban para cada uno de esos tres bloques una serie de indicadores que servían para la contabilización, evaluación y gestión de cada tipo de capital específico. Pero la realidad del funcionamiento cotidiano de las organizaciones demuestra que esta división es bastante artificial. No son en realidad tres compartimentos estancos, sino que se complementan entre sí y actúan de forma cohesionada. En los procesos de creación de valor, los tres tipos de activos actúan conjuntamente y esa separación no se produce. Los activos tangibles también actúan conjuntamente con los activos intangibles en los procesos de creación de valor.
La Estrategia como Eje del Capital Intelectual
Diversos modelos teóricos y aplicaciones empíricas proponen un eslabón o enlace necesario del modelo de Capital Intelectual con la estrategia y objetivos de la empresa. Y así, la existencia de una estrategia clara y comprometida pasaría a ser una condición necesaria para la aplicación de un modelo de Capital Intelectual. Existe una gran diversidad de elementos intangibles que podrían aportar valor a la empresa, así como distintos indicadores para evaluar cada elemento. La importancia que para cada empresa tengan los diferentes elementos dependerá de su estrategia y objetivos concretos. En definitiva, los indicadores de Capital Intelectual deben evaluar los elementos intangibles relevantes para la consecución de los objetivos estratégicos de la organización. Las consideraciones anteriores han cobrado fuerza en el mundo de las organizaciones en los últimos tiempos, bajo la perspectiva de la “dirección estratégica” o, más específicamente, la “teoría de los recursos y las capacidades” como enfoque fundamental. Así, se considera la Visión, la Misión, la estrategia y los objetivos de la organización como un punto de partida y como referente principal en la gestión del Capital Intelectual. Y el liderazgo cobra en todos esos aspectos un papel estelar. De esta forma, no será ya importante determinar y valorar todos los activos intelectuales, pues sólo unos pocos tendrán un papel determinante en la formulación y la ejecución de la estrategia adoptada.
Competencias Esenciales: El Núcleo del Valor
Estos pocos activos intangibles seleccionados suelen estar agrupados formando lo que se denominan “competencias esenciales”: pueden definirse como la resultante de combinaciones originales y únicas de distintos recursos (tangibles e intangibles) que se desarrollan en la realización de las actividades y de los procesos, que generan valor duradero para las empresas o, lo que es lo mismo, ventajas competitivas sostenibles. Sus elementos componentes pueden ser tanto determinados conocimientos teóricos y prácticos, como habilidades y otros aspectos “menos racionales” como la cultura organizativa, valores compartidos, actitudes, etc. En muchos casos es el factor liderazgo el que aglutina a esos diversos elementos dándoles forma, proporcionándoles significado e imbuyéndoles de un elevado potencial competitivo.
Evaluación de las Competencias Esenciales
Los activos de conocimiento que se encuentran dentro de las “competencias esenciales” constituyen el Capital Intelectual y las “competencias esenciales” se puede efectuar a partir de los rendimientos esperados de los productos en los que participan. Y también el potencial de las “competencias esenciales” se puede evaluar mediante criterios de competitividad.